Los pediatras avisan de que la edad hasta la cual los niños no deben de usar pantallas ya no son 2 años: esta es la nueva y por qué

En los últimos años, el uso de pantallas se ha convertido en parte de la vida diaria, incluso para los más pequeños. Ya sea un teléfono móvil, una tablet o la televisión, parece inevitable que los niños crezcan rodeados de tecnología. Sin embargo, los expertos en salud infantil llevan tiempo alertando sobre los riesgos de la exposición temprana a pantallas y sus posibles efectos en el desarrollo. La Asociación Española de Pediatría (AEP) ha sido una de las instituciones que ha liderado este debate, ofreciendo guías basadas en la evidencia científica.

Hasta hace poco, la AEP recomendaba evitar por completo el uso de pantallas antes de los dos años. Esta pauta buscaba proteger el desarrollo cognitivo, emocional y físico de los niños en una etapa crucial de su crecimiento. Pero los tiempos cambian, y también lo hace la ciencia. Con la llegada de nuevos estudios, los pediatras han decidido actualizar sus consejos, marcando un cambio significativo en las recomendaciones para padres y cuidadores.

La nueva edad hasta la que la aep recomienda no estar expuesto a las pantallas

Según la AEP, la nueva recomendación es evitar totalmente la exposición a pantallas hasta los seis años de edad. Este cambio, basado en una amplia revisión de estudios recientes, subraya los riesgos que el uso temprano de pantallas puede tener sobre la salud y el desarrollo del cerebro infantil. No se trata solo de problemas evidentes como la falta de actividad física o las dificultades para dormir. Los pediatras advierten que también se han observado cambios en la estructura del cerebro, como la disminución del grosor de la corteza cerebral en ciertas áreas, asociada al uso excesivo de dispositivos electrónicos.

“En los primeros años de vida, el cerebro de un niño es extremadamente sensible. Todo lo que ocurre en ese período influye directamente en su desarrollo futuro”, señala la AEP en su informe. La decisión de elevar el límite de edad responde al peso acumulado de las evidencias que indican que la exposición temprana afecta no solo la capacidad de atención, sino también habilidades sociales y emocionales, fundamentales en los primeros años de la infancia.

ENTRE LOS SEIS Y 12 AÑOS, TAN SOLO UNA HORA AL DÍA

Pero, ¿qué pasa después de los seis años? La AEP también establece nuevas directrices para niños mayores. Entre los seis y los doce años, recomiendan limitar el uso de pantallas a un máximo de una hora diaria, siempre teniendo en cuenta el tiempo que puedan necesitar para tareas escolares. Este enfoque busca equilibrar los beneficios de la tecnología como herramienta educativa con los riesgos asociados a su uso excesivo.

Hay que aclarar, también, que no hay que llegar a un extremo. Aunque la televisión esté incluida dentro de las pantallas que mencionamos, es natural que un menor pueda ver la televisión con sus padres en algún momento. Pero, sin embargo, que no llegue a ser algo excesivo ni frecuente, por los daños que puede generar a nivel cognitivo en edades tan sensibles. Además, son muchos colegios que usan pantallas para poner vídeos o educar, una práctica que varios expertos creen que debe de terminar. 

Por último, la AEP anima a los padres a compartir esta información con sus familias y cuidadores. En palabras de los expertos: “Educar a un niño es un esfuerzo colectivo, y todos los que participan en su crianza deben estar alineados con estas recomendaciones”. Así que, si te encuentras explicando a tus abuelos, tíos o amigos por qué tu peque no puede tener una tablet, ahora tienes una base científica sólida para respaldarte.