¿Qué es un NTF, cuál es su valor y por qué se están poniendo de moda?

Los token no fungibles representan objetos exclusivos y no divisibles que además certifican su propia autenticidad. Su llegada abre nuevas opciones de comercialización

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Pau Alsina, profesor y experto digital, explica qué son y cómo funcionan los NTFs

David Ferreiro

Publicado el - Actualizado

5 min lectura

El término NFT es cada vez más conocido, aunque su significado y su valor todavía genera muchas dudas, al igual que todo lo digital en sus inicios. Ya pasó con las criptodivisas. De hecho, para hablar de los NFTs, primero es necesario mencionar el caso de estas criptomonedas, que es la respuesta digital al dinero real.

Es decir, simplicandolo mucho, las criptomonedas son un tipo de divisa digital que utiliza la criptografía, es decir, una técnica de cifrado, para proporcionar un sistema de pago seguro e independiente. Sus inicios datan de 2009 y en la actualidad son un activo a tener en cuenta puesto que su valor, su uso y su mercado están en auge.

Como respuesta a esta moneda digital, y atendiendo a la necesidad de los creadores de todo tipo de contenido, como pueden ser artistas, cantantes o ilustradores, se crearon los NFT, un criptoactivo que asegura básicamente no solo la originalidad de una obra, que puede ser copiada en la red mútiples de veces hasta que se pierda la autoría, si no también la propiedad privada de la misma.

La obra digital Everydays: The First 5000 Days de Beeple, un NFT subastado por 69 millones

Esto es, generan una especie de certificado que asegura que se trata de una pieza original y que pertenece a una persona concreta. Por decirlo de alguna manera, es la respuesta del mundo digital a las piezas de colección, sea cual sea su naturaleza: una pintura, una canción, un vídeo, un meme... Lo que sea.

Es como la firma de un autor en un cuadro (con su consiguiente certificado de autenticidad), pero adaptada a los nuevos tiempos de la red, en la que un archivo puede circular por la red y ser copiado o reproducido una infinidad de veces. Por ello, se trata de una manera de asegurarse que la pieza pertenece a una persona en concreto que puede demostrar esa propiedad.

Como bien explica Pau Alsina, Doctor por el departamento de Historia de la Filosofía, Estética y Filosofía de la Cultura de la Universitat de Barcelona, profesor en la UOC y experto en arte y tecnologías con varios proyectos sobre la materia, "estos NTFs son un sistema que van asociados al blockchain que te permite emitir como una especie de certificado digital que te garantiza la autenticidad o la propiedad de algo y te permite después realizar una compra y venta de ese algo, de ese objeto digital".

Sus posibilidades y perspectivas

Teniendo en cuenta que nada impide a un usuario de la red copiar y reproducir el arte digital, con el NFT lo que se proteje es la propiedad intelectual y la privada, ya que el usuario posee un token que demuestra que él es el propietario.

Las opciones que ofrecen los NTFs han llevado al mercado digital, que crece a un ritmo vertiginoso, al siguiente nivel -y todavía irá a más-, permitiendo una comercialización ya no solo más segura, si no también con más posibilidades.

De esta manera, un creador de contenido no solo consigue una comercialización de su obra evitando que esta se pierda por Internet, si no que también puede aumentar el valor de la misma, controlarla, rastrearla y limitarla, si así lo ve necesario.

Ni siquiera se conoce el total de las oportunidades que ofrece, como bien comenta Alsina: "Por ahora, aún estamos viendo los primeros usos y las primeras funcionalidades", que también comenta que "los más optimistas dicen que es el futuro y que ha venido para quedarse".

¿Una nueva burbuja?

Al igual que con todo lo digital, su llegada ha tenido un gran impacto. El mercado del NFT ha conseguido crecer mucho y muy rápido y todo hace indicar que seguirá dando pasos de gigantes en los próximos meses y años, hasta terminar asentándose como pasó en el caso de las criptodivisas , como bien recuerda Alsina, que dice que "ocurrió con las redes sociales al principio y mira. Las capacidades que nos dan los NFTs de certificación de la propiedad, de facilitar la compra y venta, rastreo, distribución... es algo que ha venido para quedarse".

Además, ofrecen unas posibilidades de mercado mucho mayores que permiten al usuario "aumentar el valor de eso haciendo todavía más popular ese algo, ese meme (por ejemplo), o ese objeto y después venderlo por un precio mayor", comenta Aslina.

Aunque eso sí, su llegada ha producido un considerable boom que ha puesto patas arriba los precios de estas piezas. Conscientes de sus posibilidades y recordando el caso de las criptomonedas, muchos usuarios se han lanzado en picado a la compra de estas piezas tanto por el interés que les despiertan, como la posibilidad de generar más dinero en un futuro si los NFTs terminan triunfando.

Es decir, esta nueva opción también ha traído consigo la especulación, por lo que como afirma Alsina "ahora mismo hay un contexto de inflación".

Por poner unos ejemplos de las cifras que se llegan a pagar, Jack Dorsey, fundador de Twitter, vendió su primer tuit tokenizado por casi tres millones de dólares, un gif sobre el meme Nyan Cat se vendió por medio millón y una obra de arte digital -que no existe físicamente- del artista Beeple, en subasta llegó a alcanzar los 69 millones, lo que demuestra la gran especulación que hay en torno a este mercado.

Aunque todavía está por ver cómo se termina desarrollando, lo cierto es que la situación actual parece insostenible, una burbuja que algunos opinan que terminará estallando.

Otros se decantan por pensar que este mercado tiene mucho recorrido, aunque los precios se irán asentando, mientras que los más escépticos creen que nos encontramos ante unos estafadores, los 'cripto-timadores', que cambian por ingentes cantidades de dinero cosas que, según su opinión, no tienen ningún valor.

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