¿Cuánto le cuesta a España participar en Eurovisión?
En 2019, el gasto fue de 508.862 euros. Una cifra nada desdeñable, pero reducida en comparación con el gasto de TVE en otros programas y su rédito en audiencia
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La primera y, hasta ahora, única vez que España organizó Eurovisión fue en 1969 tras la victoria de Massiel en Londres con su mítico "La la la". Los gastos estimados de ese certamen, que se celebró en el Teatro Real de Madrid y que presentó Laura Valenzuela, fueron de unos cien millones de pesetas. Sin embargo, el gobierno de Franco no escatimó en recursos con tal de ofrecer a través del concurso una imagen moderna de España a toda Europa. Tanto fue así que, incluso se invitó a todos los cantantes, compositores, directores y acompañantes a unas vacaciones pagadas a la Costa del Sol y Mallorca, cenas copiosas, cócteles a granel, tablaos, partido de fútbol y hasta una visita por el Madrid de los Austrias.
Salvador Dalí recibió el encargo de hacer el cartel promocional y el lema del festival fue en aquella ocasión "La España diferente". La retransmisión mostró las carencias de una televisión pública que todavía no estaba a la altura de un evento de tal magnitud, pero que solventó con buena nota el reto eurovisivo. Sólo la confusión tras la conclusión de las votaciones, con cuatro distintos ganadores, puso la nota discordante a una noche que atrajo la mirada de más de doscientos millones de personas. El "Vivo cantando" de Salomé fue una de las cuatro canciones triunfadoras de la gala. La última vez que España disfrutó del éxito en Eurovisión.
Desde entonces, España se contenta con participar en el famoso concurso a la espera del milagro de sumar un tercer triunfo a su palmarés. Pero, ¿cuánto cuesta cada intentona de TVE? El Festival de Eurovisión 2019, el último hasta la fecha y en el que estuvimos representados por Miki y su tema "La venda", tuvo un coste total de 508.862 euros. El pago a la Unión Europea de Radiodifusión (UER) de los derechos de retransmisión de las dos semifinales y de la final ya significó un coste de 281.000 euros. En Eurovisión todo se paga, hasta el alquiler de la cabina de comentaristas: 23.601 euros.
En 2009, el gasto total fue de 338.960 euros, sin IVA; en 2010, ascendió a 383.384 euros, pagando un 18% de IVA; en 2011, se llegó a 419.829 euros, de nuevo con el 18% de IVA; en 2012, el coste subió a 427.613 euros, con un 21% de IVA; en 2013 se quedó en 398.615 euros; en 2014 fue de 386.994€ y en 2015 con Edurne el gasto fue de 396.918,47 euros y en 2016 algo más de 450.000 euros.
Podemos decir, por tanto, que la participación de España en Eurovisión conlleva una inversión media de 500.000 euros en estos últimos años. Una cifra nada desdeñable que, sin embargo, resulta muy atractiva en términos de audiencia. Con la excepción del año 2017, donde la polémica que rodeó a la candidatura de Manel Navarro dilapidó el interés por el concurso, el festival es siempre el programa no deportivo más visto de la temporada. En 2015, la participación de Edurne fue seguida por casi seis millones de espectadores y la de Barei en 2016 por 4,3 millones. El efecto 'Operación Triunfo' hizo que en 2018 Amaia y Alfred fueran seguidos por 7.200.000 espectadores y Miki superó los 5.000.000. Eurovisión, es por tanto, un programa seguro de éxito cuya garante posee TVE en exclusiva.
Y realmente barato: Eurovisión cuesta la mitad que un capítulo de "Cuéntame" (entre 700.000 y 800.000 euros), prácticamente lo mismo que un capítulo de "Masterchef" y muchísimo menos que un evento deportivo. Sólo un partido de la Selección Española cuesta a la televisión pública 1,95 millones de euros. En la factura de Eurovisión se incluye además las dos semifinales, que se emiten a través de La 2 el martes y el jueves anterior a la final.
EL REPRESENTANTE ACUDE GRATIS AL FESTIVAL
Al contrario de lo que se pueda creer, todos los representantes españoles acuden a Eurovisión sin recibir ingreso económico alguno, ya que se entiende que la proyección mediática que recibe fruto de su participación es suficiente cobro. No percibe dinero, pero sí asume diversas obligaciones, como participar en todos los compromisos que TVE requiera desde su elección hasta un mes posterior al concurso. Además, el candidato tampoco puede firmar ningún contrato que le vincule a otra marca sin la autorización y supervisión previa de Televisión Española.
TVE sí paga los gastos del alojamiento del viaje del artista y su equipo a la ciudad en la que se celebra el concurso, así como de su manutención durante la semana del evento. Por el contrario, no pone ni un céntimo en la promoción internacional del cantante. Cuando el candidato español es invitado a la final nacional de otro país o a participar en conciertos de promoción, son los organizadores del evento quienes deben correr con todos los gastos.