Qué mensajes esconde la puesta en escena de "Ay, mamá", la canción de Rigoberta Bandini para Eurovisión

El tema es un claro alegato feminista de empoderamiento de la mujer y ensalza de especial manera la figura materna

Qué mensajes esconde la puesta en escena de "Ay, mamá", la canción de Rigoberta Bandini para Eurovisión

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Rigoberta Bandini va directa hacia Turín. La artista catalana triunfó en la segunda semifinal del Benidorm Fest y muchos ya la ven representando a España en el próximo festival de Eurovisión. Su canción, "Ay, mamá", es una de las más apoyadas por la comunidad eurofán y se ha convertido en todo un éxito musical en apenas un mes de vida. Este viernes, tras su actuación en el Benidorm Fest, ocupa el puesto número 9 entre las canciones más escuchadas en Spotify y el tema suma más de tres millones de reproducciones en Youtube. Es decir, ya es un hit antes siquiera de conseguir el pasaporte a Eurovisión. Algo que, salvo en los años en los que "Operación Triunfo" era el método de preselección, casi nunca ha ocurrido.

La canción y la puesta en escena que se vio este jueves en el Benidorm Fest tampoco dejan indiferente. "Ay, mamá" es un claro alegato feminista de empoderamiento de la mujer y ensalza de especial manera la figura materna En la canción, de manera muy abierta, se denuncia la 'obsesión' por cubrir los pechos de la mujer en la esfera pública, y se dice que sin ellas "no habría humanidad ni habría belleza".

"Escribí esta canción muchísimo antes de ser madre, con 23 años, y por eso no lo considero un tema escrito por y para las madres", explicaba Rigoberta Bandini en Twitter cuando se publicó. "En su momento lo escribí como un homenaje a la feminidad. Ocupar las calles con nuestros cuerpos sin que fueran censurados sería un avance. Todavía me emociona esa mujer guiando al pueblo en el cuadro de Delacroix. Para mí esa canción transciende la maternidad y habla de nuestro poder como mujeres. Algunas creamos vida con nuestros cuerpos, otras no, pero de alguna manera todas somos una", aseguraba.

Ante la opción de acudir a la preselección de Eurovisión, Rigoberta rebuscó entre sus canciones inéditas y se acordó de este "Ay, mamá". La actualizó, cambió la música y probó distintas fórmulas hasta saber si estaba lista para ver el mundo. Finalmente, encajó en su idea y la presentó a finales de año. Su éxito desde entonces es indudable.

En la letra de la canción se habla de 'Delacroix'. Exactamente, Bandini se refiere a la obra 'La libertad guiando al pueblo', pintada por Eugène Delacroix en 1830, una de las más famosas del arte francés y que se ha convertido en un icono universal de la lucha por la libertad. Es, además, una de las pocas pinturas de historia dónde la mujer es la alegoría del bien y de la libertad. La Libertad es la protagonista del lienzo y está representada por una mujer semidesnuda en medio del campo de batalla y en el centro del cuadro. Ella guía e incentiva a los hombres para que la sigan y continúen luchando.Portando en su mano la bandera, les conduce fuera de la opresión y el sometimiento.

Delacroix

Para la portada del single, Bandini utilizó la carta de la emperatriz en el tarot de Marsella. Dicha imagen simboliza la autocracia femenina, el matriarcado, la maternidad, la responsabilidad social y familiar de la mujer, su creatividad y su sentido protector. "Me transmite su poder", asegura Rigoberta.

Tarot

El concepto sobre la mujer es también muy visible en su puesta en escena ideada para el Benidorm Fest. Rigoberta arranca la canción vestida de blanco, censurada completamente, sin visión con las gafas y sin partes desnudas de su cuerpo. Un mensaje claro de supuesta opresión sobre el cuerpo de la mujer. Después, tanto ella como su prima Belén y dos bailarines entrelazan sus brazos en representación de fuerza y unidad.

Justo en el primer estribillo, todo el equipo hace un círculo en torno a Rigoberta que alzando el brazo parece emular a esa mujer del cuadro de Delacroix. Antes de la eclosión de la canción, Rigoberta se tumba en el suelo y se ven imagenes del nacimiento de la vida y de su embarazo real, mientras la van poco a poco 'desnudando'.

El final de la canción es con Rigoberta con una malla color carne bailando y disfrutando de la canción como simbología de la desnudez y la libertad. El primo y el marido de Rigoberta se levantan la camiseta y lucen un top como el de las bailarinas, igualando la 'censura' de sus cuerpos. Finalmente, todos se unen en torno a Rigoberta y acabando gritando su ya exitoso 'Mamá, mamá, mamá'.