El verdadero 'efecto Salvador Sobral': 13 países no cantarán en inglés este año en Eurovisión
El triunfo de "Amar pelos dois" ha supuesto que muchos representantes participen en esta edición con su idioma como bandera
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La victoria de Salvador Sobral en Eurovisión supuso para el longevo concurso musical una inyección de aire fresco. El portugués triunfó en la pasada edición del festival más 'kitsch' con una delicada y portentosa balada, una escenografía desnuda y un intérprete anti-divo que atrapó los corazones de toda Europa con su sensibilidad y magnetismo. Portugal, hasta entonces el país con más participaciones sin victoria, rompió además con el sambenito del vecinismo que siempre castiga al certamen, puesto que todos los países votaron por su candidato. Y si todas estas barreras no pudieran parecer suficientes, Salvador Sobral logró superar la que parecía más infranqueable: el inglés.
Desde el año 2007, cuando la serbia Marija Šerifović ganó con "Molitva" ("oración" en su idioma), ningún otro país había podido alzarse con el micrófono de cristal. Diez largos años en los que los diferentes representantes abandonaron su lengua para depositar en el inglés todas sus opciones. De este modo, frente a los 17 países que confiaron en su idioma para ganar en 2013, pasamos a los solo 3 en 2016 y a los 4 de 2017.
Con la victoria de Salvador Sobral y su "Amar pelos dois", la tendencia ha vuelto a revertirse. En esta nueva edición del festival, 13 países apuestan por un tema que excluye cualquier aportación del inglés. Con la excepción de Alemania, los países miembros del Big5 respetarán sus raíces. Italia apuesta por la canción ganadora de Sanremo, "Non mi avete fatto niente", para conquistar un triunfo que el año pasado parecían tener en el bolsillo con Francesco Gabbani y su "Occidentali's Karma". Francia, que coqueteó también con el inglés en sus dos últimas participaciones, recurren esta vez únicamente a su idioma con Madame Monsieur y "Mercy", mientras que TVE sólo incluyó en la final de OT temas íntegramente en castellano para representar a España en Eurovisión. Portugal, también en la final por su condición de anfitriona, participará de nuevo en portugués con "O jardim".
Albania, Armenia y Grecia en la primera semifinal y Serbia, Georgia, Hungría, Montenegro y Eslovenia en la segunda completan la lista de países que optan por su idioma para conquistar Eurovisión. Mención aparte merece Estonia, que apuesta no por el estonio sino por el italiano en la voz de la joven soprano Elina Nechayeva.
Más de 60 idiomas se han escuchado a lo largo de la historia de Eurovisión, algunos tan variopintos como el udmurto, el Suajili, el carelio, el tahitiano o el corso. Este año, por ejemplo, el grupo serbio Sanja Ilić & Balkanika incluye en su canción "Nova deca" algunas frases del torlak, un grupo de dialectos eslavos meridionales e intermedio entre los idiomas serbo-croata, búlgaro y macedonio.
EL IDIOMA, UNA POLÉMICA CONSOLIDADA EN EUROVISIÓN
Pese a todo, el idioma de las canciones ha sido objeto de controversia en Eurovisión. Desde 1956 hasta 1965 no existía ninguna norma que restringiera el lenguaje en el cual la canción podría ser interpretada. Pero a raíz de la candidatura sueca de 1965, íntegramente en inglés, se implantó por primera vez la regla que se exigía que las canciones debían ser interpretadas en uno de los idiomas oficiales o nacionales del país participante.
Estas restricciones se mantuvieron hasta 1973, cuando la norma se levantó y los artistas volvieron a tener la libertad para cantar en el idioma que desearan. En 1977, la UER decidió volver a revertir esta norma. Durante los siguientes 22 años, todos los países utilizaron sus respectivos idiomas oficiales y nacionales. Finalmente, en 1999, la normativa fue nuevamente cambiada, permitiendo la libertad de elegir el idioma.
ESPAÑA, CASI SIEMPRE FIEL AL CASTELLANO
España ha sido tradicionalmente en Eurovisión uno de los países que más ha apoyado su lengua. Sin embargo, después de 55 participaciones, España optó en 2016 por enviar su primera propuesta íntegramente en inglés con Barei y su "Say Yay". Un golpe a su historia que trajo consigo numerosas críticas. Las palabras más incisivas las pronunció Darío Villanueva, director de la RAE, que veía como un «complejo de inferioridad y papanatismo» ir a Eurovisión en inglés. Tampoco lo vieron con buenos ojos estrellas españolas eurovisivas como Massiel o Remedios Amaya. La ganadora del festival con el mítico «La la la» no entendía por qué, «justo en el 400 aniversario de la muerte de Cervantes y teniendo un idioma tan rico que hablan millones de personas en todo el mundo», España iba a dar de lado al castellano este año en Eurovisión. A Amaya, última en 1982 con «¿Quién maneja mi barca?», simplemente no le entraba en la cabeza: «¡Canta en español, mi alma!», le pidió en una entrevista. La innovación no trajo consigo un buen resultado: pese a que en las apuestas gozaba de gran popularidad, la española quedó en el puesto 22. Un año después, Manel Navarro optó de nuevo por la fórmula del 'spanglish' a través de su "Do it for your love". Gallo mediante, el catalán quedó último con los cinco puntos del televoto portugués.
Antes de Barei, TVE ya había coqueteado en anteriores ocasiones con la inclusión del inglés en sus canciones. "La década prodigiosa" con "Made in Spain" (1988) y el grupo Bravo, con "Lady, Lady" en 1984 fueron los precursores al titular sus canciones en inglés, al igual que después harían en 2002 Rosa López ("Europe's living a celebration") y en 2007 D'Nash ("I love you mi vida"). En todos esos casos, el uso del inglés se limitó a repetir la frase que daba título a la canción. Soraya en 2009 dio un paso más e incluyó varias frases en este idioma con "La noche para es mí". Sin embargo, fue Ruth Lorenzo (2014) quien marcó el inicio de la conversión al incluir por primera vez en "Dancing in the rain" más estrofas en inglés que en castellano. Quedó décima, uno de los mejores resultados para España en los últimos años.