Boticaria García visita TVE para desmentir un bulo sobre las vacunas: "Hay mucha gente que lo cree"

La colaboradora de televisión ha visitado el programa de Mónica López para explicar porque esta teoría no es posible

Boticaria García en TVE

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

La vacunación es la principal arma que existe en la actualidad para luchar contra el coronavirus, y los resultados cada vez lo sostienen más. A pesar de ello, en los últimos meses hemos escuchado todo tipo de bulos relacionados con la efectividad y los componentes de la vacuna, el último que ha cogido fuerza en los últimos días tiene relación con la posibilidad de que se incruste un metal en nuestro cuerpo capaz de permitir que una moneda o una cuchara se quede pegada a nuestro brazo.

En este sentido, esta semana, Boticaria García ha visitado el programa de TVE 'La hora de la 1', presentado por Mónica López, para explicar el motivo por el que esto no es posible: "Hay mucha gente que lo cree y que está evitando la vacunación o la puesta de la segunda dosis, que es peligroso también. La teoría es que las vacunas contienen imanes o nos inyectan metales pesados como sería el grafeno, que es un material con mucha continuidad".

Para ello ha señalado que lo más fácil es acudir al prospecto del suero y ver cuáles son sus componentes: "Lo más fácil es coger el prospecto de la vacuna y ver que no hay ni imanes, ni grafeno, ni metales pesados. Pero hay gente que dice que puede mentir porque a estas alturas no se cree nada".

Boticaria García desmonta este bulo sobre la vacuna

En esta dirección, Boticaria García ha explicado cómo debería ser la vacuna para hacer que esto fuese una teoría acertada, un caso casi imposible tanto por nuestra fisionomía como por las características elementales de las dosis: "Vamos a desmontar este bulo, porque si tuviéramos metales suficientes para que se nos quedara pegada una bola o una cuchara necesitaríamos un gramo, un gramo de ese imán para que hubiera cantidad suficiente. En esta ocasión tendría que ser un mililitro de imán en la vacuna, algo que es imposible por las vacunas tienen 0,3 -0,5 mililitros, por tanto no habría suficiente volumen. Pero en el caso que se inyectara, en vez de repartirse por el cuerpo, se tendría que quedar como un implante. Eso sería muy doloroso y la vacuna tendría un color grisáceo muy diferente".

Por último ha señalado el verdadero truco que se encuentra detrás de los vídeos en los que varias personas aparecen con monedas y cucharas pegadas al brazo. El único secreto tiene que ver con la higiene de cada uno: "Pero aun así habrá gente que dice que la moneda se le queda pegada. A mí se me queda pegada porque no me he duchado esta mañana. Si pasan varias horas sin ducharte se te queda un sudorcillo que permite ese efecto. Con un par de duchas se soluciona. Al final el secreto está en la grasa".

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