Iker Jiménez revela lo que pasó la noche que temió por su vida: "Pensé que tenía que irme corriendo"

Iker Jiménez volvió a ponerse al frente de 'Cuarto Milenio' y estrenó la sección 'Carreteras secundarias'

Iker Jiménez revela lo que pasó la noche que temió por su vida: "Pensé que tenía que irme corriendo"

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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La noche del domingo, Iker Jiménez volvió a formar parte de la parrilla de Cuatro al ponerse al frente de 'Cuarto Milenio'. Tras hacer un repaso de la actualidad, haciendo hincapié en el aumento de contagios por coronavirus y la llegada de la viruela del mono, el presentador estrenó 'Carreteras secundarias'. En esta sección, el periodista cuenta algunas de las historias más llamativas que ha vivido a lo largo de su vida, concretamente de los años que estuvo recorriendo las carreteras de España en busca de misterios.

En su debut, el conductor del espacio comenzó contando lo que le sucedió hace 25 años en la Sierra del Retín, en el término municipal de Barbate, y que, actualmente, le sigue provocando pesadillas. "Yo andaba por esos lugares en busca de misterios porque en sus inmediaciones había habido alguna aproximación de lo enigmático... Eran tiempos sin móviles, caía la noche y no encontraba ningún lugar en el que dormir, así que ya me veía pasando la noche dentro del coche", comenzaba contando.

"Me lamentaba porque al día siguiente tenía otros cientos de kilómetros por delante y otras investigaciones para la revista en la que yo trabajaba", agregaba. En ese momento, cuando pensaba que no encontraría ningún sitio para pasar la noche, se topó con "una vieja venta de bandoleros". En ese momento, Jiménez aparcó y tuvo la "corazonada inmediata, como un punzón en la nuca, que te dice que te vayas de allí".

"Yo iba de gran reportero en la vida, engreído, además había viajado mucho solo. No quise quedar mal delante de esos señores, pero algo en su mirada a mí me inquietó. Les dije que si tenían algún alojamiento y curiosamente los dos se me aproximaron y me dijeron que sí, pero que les tenía que acompañar", contaba, haciendo referencia a que pensó en marcharse, "pero, la vergüenza y el rubor" hizo que se quedara.

"Allí empezó una odisea que yo nunca he olvidado", apunta antes de desarrollar lo que le pasó: "Es cuando la mente se pone a maquinar, más que el misterio... Yo no sabía dónde me llevaban y la carretera era cada vez más estrecha. Yo ascendía por una especie de puerto, con dos tipos que no me habían dado una buena sensación, sin saber a dónde iba. Así que empecé a pensar que eso iba a acabar mal, que me llevaban a un sitio para desvalijarme y vaya usted a saber qué más".

Iker Jiménez revela lo que pasó la noche que temió por su vida: Pensé que tenía que irme corriendo

"Pasé una noche de verdadero terror"

"Llegamos a una especie de cortijo, de refugio, o caseta militar y me dijeron que ese iba a ser mi hogar en la noche. Había carteles como de los años 70 y me dio la sensación de que aquello no había sido utilizado desde entonces. Vi un pasillo con varias habitaciones, cada una más lúgubre que la otra. Me fijé que mi habitación no tenía llave y ahí me dejaron... Era tal mi tensión, mi soledad, que incluso me fijé que la puerta de entrada tampoco tenía llave. Pensé que había caído en la trampa y que era realmente un idiota. Pensé que tenía que irme corriendo", señala.

"Era un sitio malo, que me podía pasar cualquier cosa, que sabían que estaba ahí solo, que podían llamar a otros...", declaraba. No obstante, consciente de que ya no había vuelta atrás, decidió sentarse en la cama y ponerse a leer un dosier de la revista 'Más allá. "Estaba solo, en ese refugio de la Sierra del Retín, esperando a que vinieran mis verdugos, según mi mente, y leyendo unas cosas espantosas. Ya no sabía qué hacer", confiesa.

"Les doy mi palabra que en un momento dado yo veía en la oscuridad del baño una figura, pero ¿era alguien humano que había entrado? Intenté calmarme y esperar al amanecer, pero escuché unas voces, como unos susurros, como un diálogo entre personas... Me asomé y al final del pasillo vi a alguien agazapado, en cuclillas, como esperándome. No llevaba ningún arma ni nada", aseguraba tras reconocer que no sabe si todo lo que vivió fue fruto de su imaginación por el terror que sentía, .

"Pasé una noche de verdadero terror, aunque no me agredieron", asegura. Dada la situación, decidió atrancar la puerta de la habitación e intentar descansar, pero, en cuanto se hizo de día, "con el primer rayo de sol, salió y fue a la venta". Avergonzado, el joven presentador se acercó al hombre, le dejó el dinero estipulado por pasar allí una noche y se marchó.

"Tiempo después, imaginé que igual solo me habían querido ayudar. Volví a aquel lugar dos veces y nunca encontré la venta ni el refugio. No estaba el sitio ese, seguramente había sido derruido en 5 años. Intenté investigar, pero ya no existía nada", concluye tras asegurar que "no hay nada de paranormal" en esa historia, solo "la fuerza de la mente humana cuando está en soledad". "Me hubiera ahorrado mucho si en aquel momento, nada más entrar en la venta, me hubiese ido", reconoce.

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