Lola revela las secuelas que sufre después de su paso por 'Supervivientes'
La cuarta finalista del reality de Telecinco ha confesado cómo ha sido su regreso a casa tras meses en la isla
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'Supervivientes' es uno de los reality más duros de Telecinco. Esto se debe a que los concursantes se enfrentar a un situación extrema en la que no tienen ni comida ni un lugar para refugiarse, lo que les complica tener fuerzas para enfrentarse a las pruebas que les propone el programa. Es una experiencia que dura durante meses, por lo que afecta de lleno tanto a la salud física como mental.
Por este motivo, es habitual que los participantes vuelvan a España con secuelas, aunque le pasa principalmente a los finalistas por ser los que han estado tres meses pasando hambre, durmiendo sobre la arena y haciendo fuego. Este ha sido el caso de Lola Mencía, quien se clasificó como la cuarta finalista de 'Supervivientes 2021' y sigue adaptándose actualmente a la vida que tenía antes de Honduras.
Tras dos semanas desde su salida del reality, la concursante ha reconocido a los espectadores que todavía mantiene algunas de las manías que desarrollo en la isla. Lola ha utilizado su cuenta de Instagram para hacer una ronda de preguntas y contestar todas las dudas de sus seguidores. En primer lugar, la también participante de 'La isla de las tentaciones' aseguró que sigue manteniendo la relación con muchos de los supervivientes que la acompañaron en la aventura como Palito Dominguín, Melyssa Pinto o Alexia Rivas.
Asimismo, Lola ha hablado de cómo ha vivido su vuelta a casa. La concursante ha afirmado que no le ha costado volver a la realidad, pero que mantiene "algunos de los TOC's" que desarrolló durante su estancia en la isla. Esto se debe a que estuvo durante muchos meses en la isla, incluso una larga temporada solo contaba con la compañía de Palito para sobrevivir.
"Desde que llegué de la isla"
"Odio los ruidos fuertes, música alta o que la gente hable fuerte", ha comenzado admitiendo Lola, dejando claro que el silencio y tranquilidad que había en la isla ha sensibilizado sus oídos. De la misma manera, ha afirmado que el pasar hambre le ha cambiado la forma de ver la comida.
Al estar durante meses comiendo bastante poco al contar solo con lo que lograba pesar o recolectaba en la isla, la participante ha confesado que le agobia "ver a la gente comer deprisa y hablar mientras comen (lo último ya me pasaba antes, pero ahora mucho más)". De la misma manera, esto también ha afectado a su manera de comportarse en la mesa, ya que le está costando volver a utilizar servilletas: "No me acostumbro a la servilleta, uso la mano".
Otra de las concursantes que han sufrido algunas secuelas al regresas a la vida real ha sido Palito Dominguín, con quien Lola formó una de las parejas más queridas del concurso al ser las primeras desterradas. "Desde que llegué de la isla, la comida me sienta bastante mal, muchas de las comidas. He pensado en quitarme de harinas y ver si las cosas sin gluten me sientan mejor porque la pasta me sienta fatal, la bollería también", confesaba Palito en sus redes sociales.
"Llevo todo el día pensando qué quiero comer y no sabía qué era lo que me apetecía de verdad. ¿Y sabéis qué era lo que me apetecía? Arroz blanco con almendras. ¡Manda huevos! Lo que he estado comiendo tres meses", contaba la sobrina de Miguel Bosé entre risas, haciendo referencia a lo que fue su menú durante toda su estancia en Honduras.