Melyssa Pinto revela las secuelas que sufre después de su paso por 'Supervivientes': "Obsesionada"
La concursante lo pasó muy mal en los inicios del reality, pero logró convertirse en una de las finalistas
Madrid - Publicado el - Actualizado
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'Supervivientes' es uno de los reality más duros de Telecinco. Esto se debe a que los concursantes se enfrentar a un situación extrema en la que no tienen ni comida ni un lugar para refugiarse, lo que les complica tener fuerzas para enfrentarse a las pruebas que les propone el programa. Es una experiencia que dura durante meses, por lo que afecta de lleno tanto a la salud física como mental.
Por este motivo, es habitual que los participantes vuelvan a España con secuelas, aunque le pasa principalmente a los finalistas por ser los que han estado tres meses pasando hambre, durmiendo sobre la arena y haciendo fuego. Este ha sido el caso de Melyssa Pinto, quien se clasificó como finalista de 'Supervivientes 2021' y sigue adaptándose actualmente a la vida que tenía antes de Honduras.
Después de un mes desde que regresó a España, la ex superviviente ha contado desde su propio canal de Mtmad cómo se encuentra desde que ha recuperado su rutina antes de irse a Honduras. Antes de hablar sobre su experiencia en el reality, la concursante ha asegurado que adelantará novedades y detalles de su vida privada.
A pesar de que parece ser muy feliz y estar orgullosa por su paso por Honduras, ha reconocido que 'Supervivientes' ha supuesto un antes y un después en su vida. En primer lugar, Melyssa ha asegurado que se siente "una auténtica náufraga" y echa de menos muchas de las cosas que descubrió durante el concurso, por lo que "necesita tiempo y espacio" para retomar su vida tal y como era antes.
"Estoy muy bien, pero si que es verdad que me ha costado un poquito retomar mi vida porque en Supervivientes lo único que teníamos que hacer era pescar, coger leña y hacer fuego y ahora la vida normal es bastante estresante", ha reconocido quien fue concursante de 'La isla de las tentaciones' para, acto seguido, desvelar las secuelas que sufre desde entonces.
"Tengo algunas secuelas"
En primer lugar, la joven ha explicado que está un poco saturada al retomar la vida social y el trabajo, dado que estaba acostumbrada a la tranquilidad y el silencio: "Me repercute en que ahora necesito mis momentos de soledad, cuando todo el mundo quiere verme. Necesito mucho mi espacio".
"Tengo algunas secuelas, como por ejemplo que voy por la calle y me apetece tumbarme en el suelo, y es un problema. Le dije a mis amigas que me quería tumbar en el suelo y lo hice, en el paseo marítimo", confesaba Melyssa, compartiendo así una llamativa anécdota. De la misma manera, ha confesado que ve con demasiada normalidad el "bajarse los pantalones y hacer pis" en cualquier sitio. A pesar de ello, asegura que no lo ha hecho aunque haya tenido ganas.
Asimismo, declara que está "obsesionada" con el tema de la comida: "He creado una obsesión con el dulce y ahora me tengo que pasar el día comiendo dulce". Por otro lado, desde que volvió a casa se nota más hinchada. Sin embargo, esto no le sorprendió demasiado, ya que los profesionales advirtieron a los concursantes de que se les hincharía la barriga de gases porque "al volver a comer de nuevo otra vez con normalidad y el intestino al no estar acostumbrado a comer otros alimentos que no fueran arroz, coco y almendras, la barriga se hincha bastante".
"Necesito mi espacio y hacer las cosas muy pausadamente", ha insistido. "Tengo como una especie de síndrome de Estocolmo y pienso que quiero volver a estar allí, en Honduras, y volver a pescar... Echo mucho de menos esas sensaciones, los juegos, las recompensas y esas ganas de conseguir comida", ha confesado Melyssa tras reconocer que también echa de menos a sus compañeros.