TVE: este es el mayor temor de la plantilla cuando se marche Rosa María Mateo

Rosa María Mateo podría tener los días contados como administradora única de RTVE. Si las negociaciones avanzadas entre PP y PSOE llegan a buen puerto, el consejo de amnistración de la radiotelevisión pública dejará por fin después de tres años de estar en situación de interinidad.

Un cambio que reclama desde hace tiempo la oposición y también gran parte de la plantilla, que achaca tres grandes males a la etapa de Mateo al frente de TVE. Por un lado, las audiencias han caído en picado, dejando a La 1 muy lejos de Antena 3 y Telecinco, las grandes televisiones privadas con las que en su día era capaz de competir en audiencia.

Además, la televisión pública se ha politizado en exceso, llenando los programas y tertulias de personas afines a Unidas Podemos y el PSOE. Una politización que ha llevado consigo una de las consecuencias que más lamenta la plantilla, la externalización de gran parte de los programas y la marginación de muchos profesionales de TVE, que han sido apartados de la primera línea por no seguir la línea ideológica del Gobierno.

El miedo de la plantilla de TVE tras la marcha de Rosa María Mateo

Pero la plantilla no tiene todas consigo en que el final de Rosa María Mateo suponga la llegada de la neutralidad a TVE. Y es que hay una figura que genera aún más rechazo en la plantilla que la propia Mateo y es el director de información de RTVE, Enric Hernández. Según informa ElEconomista, los sindicatos de la casa, incluido UGT, han criticado la labor de Hernández, una persona muy cercana al mayor asesor de Pedro Sánchez, Iván Redondo, y que ha extermalizado los programas políticos e informativos de TVE.

El socio de Gobierno de Sánchez, Unidas Podemos, también está en pie de guerra contra Enric Hernández, al que acusan de haber convertido TVE en TelePSOE. En función de la nueva dirección que llegue a la cadena si hay acuerdo entre el Gobierno y el PP, el futuro de Hernández estará más o menos claro.

El futuro de RTVE

Tras las elecciones catalanas, PSOE y PP han roto la guerra fría que mantenían hace un año y que dificultaba la renovación de varios entes que requieren de mayorías amplias en el Congreso, entre ellos el CGPJ y el Consejo de Administración de TVE. La semana pasada, Sánchez y Casado mantuvieron una conversación que puede marcar el futuro de la legislatura.

La breve conversación de Pedro Sánchez con Pablo Casado ha empujado a ambos a modular posiciones. Y a hacer hincapié en que la fumata blanca está cada vez más cerca. El Presidente ya había marcado en rojo la prueba de fuego de las elecciones catalanas para sacudirse lo que representa un lamparón en su ejecutoria. Ha llegado además al post 14-F en medio de una fractura con su socio Pablo Iglesias sin precedentes. Al líder del PP también conviene cruzar este “Rubicón” ya y por el que, asume su entorno, va a ser criticado. Ahora o nunca.

La expectativa es cerrar de manera inminente un pacto global que lleva coleando desde hace meses, incluso años. El Gobierno mantiene su confianza en sortear los flecos pendientes de una negociación con el Partido Popular para renovar en un “pack” los órganos pendientes, desde el Consejo General del Poder Judicial, al Tribunal Constitucional, pasando por el Defensor del Pueblo o RTVE. Todo de golpe, tal y como ya relató la Cadena COPE, antes del miércoles, la víspera de la elección el jueves de 6 miembros del Consejo de Administración de RTVE en el Congreso de los Diputados. “Ojalá culmine todo ya”, repiten en La Moncloa.

Veremos si estas negociaciones culminan con la salida de Rosa María Mateo de TVE y si Enric Hernández continúa o no en su puesto.