Chacón triunfa y Reyes, en su alternativa, es cogido en la Magallánica

Tarde "magallánica" en Sanlúcar con una corrida "torista" que lleva tres años celebrándose en la desembocadura del Guadalquivir que es como un soplo de aire nuevo. La empresa de Carmelo García sigue apostando por este tipo de espectáculo que también tiene su público.

En el cartel, Rafaelillo, Octavio Chacón y el jerezano Cristóbal Reyes que tomaba la alternativa. Apuesta fuerte la del toricantano ante los legendarios toros de Miura.

El toro de la alternativa se llamó "Itinerante", serio por delante y que se colaba desde que salió por el pitón izquierdo. La mirada viva y el cuello ágil como para ensartar a una mosca.

Reyes lo intentó con la capa. Se llevo tres puyazos y en banderillas galopó con buen son. Mucho tiempo de ceremonia y liturgia en el cese de los trastos y el toro se le arrancó como una exhalación. Reyes, por bajo, lo dominó en los primeros embroques y por el derecho se dejó en las tres primeras series.

Con la izquierda se puso muy complicado pero el joven torero supo sacarle una tanda. Digno, en definitiva, ante un toro que al final se dejó pero que planteó serias complicaciones. Varios errores con la espada desdibujó su meritoria faena.

El sexto fue el de menos trapío. Recibió dos puyazos y en banderillas galopó con cierta clase y humillando. Reyes lo muleteó por el derecho aprovechando la boyantía aunque con un molesto calamocheo que le hacía enganchar mucho la muleta. Hubo más voluntad que ofició. Normal en el reciente torero.

Faena sin hilván y en la que entró a matar sin muleta, siendo cogido por el toro que se cebó con él en los medios. Tremendo percance del que fue trasladado a la enfermería. Iba el toreo inerte, pero milagrosamente todo quedó en una gran paliza.

El segundo le correspondió a Rafaelillo. Engatillado de cuerna y muy ofensivo. Agalgado y degollado de papada. Muy a su aire. Sin entregarse nunca. Una alhaja. Se llevó hasta cinco puyazos a pesar de las protestas del público.

El murciano sacó el fondo que tenía el animal con oficio y la muleta muy por abajo baja para someterlo hasta que el "miura" dijo nones al sentirse podido. Desde ahí, un toma y daca donde Rafaelillo estuvo a la altura. Gran esfuerzo ante un complicado animal.

El cuarto fue largo como un tren. Abierto de cuerna y degollado de papada, empujó con fijeza en el caballo en los dos encuentros que mantuvo. El tercio de banderillas fue una capea y solo se le puso un palitroque. Menuda papeleta para Rafaelillo, con un toro muy complicado que se colaba por ambos pitones poniendo las puntas en el cuello del toreo. Imposible.

El primero de Chacón fue otro "tío". Bullicioso el gaditano con el capote ante un "miura" que apretó en el caballo en tres encuentros. En la muleta tuvo nobleza pero se quedó algo soso. Le faltó más chispa. Chacón sacó lo que pudo del pozo medio seco. Mató mal, pero acabó cortando la oreja.

El quinto fue otro tren de mercancías. Más de setecientos kilos dio en la báscula. Otro galán. Apretó con fijeza y se lucieron los banderilleros exponiendo mucho. Sacó en la muleta su condición de 'miura' y no regaló ni un muletazo.

La primera serie se la pego Chacón pero ya ahí el toro se arrancó al cuello. A partir e ahí, todo era buscar con coladas directas a la yugular. Con la izquierda parecía que tenía más recorrido pero pronto se orientó. Imposible. Chacón tuvo gran mérito al mostrarlo al público. Estocada y otra oreja.

Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), sábado 21 de agosto de 2021. Corrida Magallánica. Lleno de 'No hay billetes' sobre el aforo permitido.

Toros de Miura, muy agresivos por delante y de mucho volumen. El primero con peligro sordo, segundo sin entrega, noble y bravo el tercero, áspero y con peligro el cuarto, quinto peligroso y sin entrega y el sexto más manejable y con poca fuerza.

Rafaelillo, ovación y oreja.

Octavio Chacón, oreja tas aviso y oreja.

Cristóbal Reyes, ovación tras aviso y silencio.

Enfermería: Cristóbal Reyes tuvo que ser trasladado a la enfermería tras entrar a matar sin muleta. No llevaba cornada y si una paliza muy grande.