3ª FERIA DE HOGUERAS

Daniel Luque y Zacarías Moreno, honores a los triunfadores en Hogueras

Notable corrida, por presentación y comportamiento del hierro madrileño. Castella y Talavante se van de vacío.

Daniel Luque, en su salida a hombros este viernes de la plaza de toros de Alicante

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Sobre el fuego cruzado, íntimo y en los despachos, entre Roca Rey y Daniel Luque se escribió mucho humo a principios de temporada. Lástima que la afición no los pueda ver juntos. Tampoco vio el aficionado el choque de Ponce y José Tomás en todo su esplendor. En Alicante una vez; en Madrid, Sevilla, Valencia, Bilbao… Y, a caballo, tampoco ha visto a Hermoso con Ventura… Ya se encarga el sistema de apagar las rivalidades, en lugar de incendiar la competencia para beneficio del espectáculo...

Castella, torero francés pero mediterráneo y con descendencia valenciana, encaja a la perfección en el público levantino. Los pases cambiados, el ajuste, la pólvora del valor, la pirotecnia de su concepto. Pero este Castella de ahora torea mejor y más despacio. El acapachado y hondo primero, tuvo nobleza y poco brío. Sebastián lo toreó sin tensión y con cadencia. Se impuso el francés, que se pegó un arrimón. Sin tomar vuelo la faena, fue labor de figura responsable. El descabello evitó la oreja tras una buena estocada.

El cuarto, “Emperador”, fue buen toro para el emperador del toreo francés, que inició con su clásico inicio de pases cambiados en el mismo platillo. Otra serie frondosa con la diestra tuvo entidad y mando. El “zacarías” tuvo celo y codicia, flexibilidad en la embestida y la agilidad de cuello que tiene el toro bravo. Fue faena belicosa, de tú a tú entre toro bravo y torero dispuesto. Falló, esta vez, con la espada. Tarde de Puerta Grande de Castella malograda con las armad toricidas…

Alejandro Talavante es torero irregular. Capaz de lo mejor una tarde, y de pasar indiferente la otra. Pero es artista clave para entender la tauromaquia actual. El ADN talavantino está incrustado en muchos de los toreros jóvenes de hoy. Con delicadeza recibió al endeble y notable segundo de Zacarías. Un volatín y un puyazo lo dejaron en aparente reserva porque el toro sacó fondo en las muñecas del extremeño, que supo administrar alturas. No acabó de armar faena Talavante, que dejó detalles sin estructura.

Talavante brindó al público y comenzó a torear en redondo genuflexo. Otro toro que fue a más de Zacarías Moreno, que echó un notable encierro. Hubo pasajes excelsos con la derecha antes de que el toro echara la persiana.

El tercero era una pintura. Una preciosidad hecha toro de lidia. Bajo, hondo, con su cara muy torera. Hizo cosas excelsas con la capa. Luque lo gozó. Fue más intensidad que cantidad. El inicio de faena fue con mucho sabor. El medio pecho ofrecido, la prestancia, el empaque. Reminiscencias manzanaristas. La mano izquierda en la cintura. Se rajó el toro. Pero el de Gerena lo exprimió en unas luquecinas finales que precedieron la primera oreja de la tarde tras una sensacional estocada.

El sexto fue toro desordenado. Con sus arreones. Soberbio par dejó Iván García. Luque trató de poner orden con firmeza y autoridad. Tanto, que ordenó parar la música. Y comenzaron a sonar los “ooololes” en la mejor serie de la tarde. Sin perder pasos… Respondió muy bien el toro. Lástima que lo desarmara en la siguiente serie. In crescendo la faena y a más y mejor el de Zacarías. Maciza e intensa la obra de Luque con un toro que cambió del desorden al sometimiento. Faena unánime. Ovación al toro. Honores a Luque y Zacarías, nombres propios de la tarde.

PD: Luis Blázquez, torero de plata valenciano recientemente herido, hizo el paseíllo tras reaparecer en Istres tras una feísima cogida en Jerez. Blázquez y su torería longeva en las filas de Barrera, Litri, Finito, Padilla, Manzanares, Y ocasionalmente con Ponce o Juli. Ahí queda eso en la historia del toreo.