2ª FERIA DE HUELVA

David de Miranda se impone a un mermado Roca Rey, imán de todos los golpes

El torero onubense sale a hombros del coso de La Merced tras cortar tres orejas. El peruano pasea una y sufre dos volteretas.

David de Miranda con las dos orejas que le cortó a su primer toro este jueves en Huelva

Sixto Naranjo Sanchidrian

Publicado el - Actualizado

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En el mundo deportivo se apunta a semana de baja por cada centímetro de rotura fibrilar sufrida. Al deportista se le pide correr. Al torero, quedarse quieto. Pero Roca Rey sufrió la pasada semana en Santander una rotura de 6,5 centímetros. Imagínense el mérito de volver a vestirse de luces sólo nueve días después cuando lo normal es estar un mes, al menos, de reposo antes de retomar el ejercicio físico. Al peruano se le vio mermado de facultades y molesto de la pierna izquierda donde sufrió la lesión. Y para más inri, dos nuevas volteretas en una tarde muy a la contra para él pero que la plaza de toros de Huelva le valoró y recompensó con justicia.

Salir el anovillado primero y astillarse el pitón izquierdo fue todo uno. Salió muy dormido el de Olga Jimenez, que ni espabiló tras su testimonial paso por el caballo. En el quite, el primer susto. El toro arrolló a Roca Rey con los cuartos traseros en un quite por tafalleras y al intentar hacerse el quite con una larga en el suelo, el animal le prendió por el abdomen desplazándole un par de metros. Afortunadamente el pitón no caló. En la muleta, el de Olga Jiménez sacó disparo y celó en el engaño del peruano, que se atornilló en el ruedo para conducir con mando y temple las embestidas del astado salmantino. Al natural, el toro mostró su cara más mansita, moviéndose con menos clase y saliéndose descaradamente de la muleta buscando tablas. La oreja cayó tras una estocada casi entera y atravesada.

David de Miranda lidió un primer toro de amable presentación cuya faena de muleta estuvo dividida en dos partes bien diferencias. Una primera más templada y de muletazos largos y profundos por el pitón derecho y una segunda cuando se echó la mano a la zurda. Por esta lado el toro se quedaba más corto y ahí salió a flote la versión más enfibrada del onubense. Cuando volvió a la diestra, firmó una tanda de mucha exposición en los terrenos del toro. La estocada, en toda la yema, ayudó a la concesión del doble trofeo.

El tercero estuvo a punto de propinarle un nuevo susto a Roca Rey en el inicio de faena. Se le quedó de frente sin pasar e hizo por él. Pese a que a esas alturas de tarde Andrés ya había dejado evidencias de las molestias musculares que sufría, tuvo reflejos para salir ileso del trance. El peruano hizo romper al toro a base de firmeza y aplomo. Tiró mucho de la embestida por el pitón derecho, enroscándoselo a la cadera siempre. Al natural el toro era más informal y ahí sufrió un pequeño bache la faena. Alargó Roca Rey el trasteo en la búsqueda de la intensidad perdida pero el toro ya había echado la persiana. Sonó el aviso mientras montaba la espada y del pinchazo que precedió a una media estocada que tuvo efectos rápidos. Se le ovacionó.

Al quinto; Dávid le sopló un quite por saltilleras y un inicio de faena por alto de espacios casi imposibles. Se movía mucho el bruto, pero sin la entrega que exige la verdadera bravura. Faena de tesón y valor seco del torero de Trigueros que llegó mucho al tendida por la sincera apuesta ofrecida.

Unas bernadinas precedieron a una estocada corta y a un nuevo trofeo para el torero local.

Tras pasar por la enfermería, Roca Rey salió a por todas en el quinto. Pero lo que se llevó fue una nueva voltereta. En el segundo estatuario del prólogo muletero, el toro perdió una mano y se le vino encima al torero. Tremendo el topetazo sobre las nalgas. Visiblemente mermado de facultades, Andrés volvió a la cara del toro y puso la raza que le faltaba al manso de la familia Matilla. Dos tandas al natural, de rotundo trazo a base de ganarle siempre la acción al astado. Pero se atascó con la espada y lo que iba camino de premio gordo quedó en una ovación que saludó desde el tercio mientras sonaban las palmas por Huelva.

El abecerrado sexto fue otro ejemplar de manso y deslucido juego. Estuvo voluntarioso David de Miranda desde el inicio de faena al natural y hubo de recurrir a un final de cercanías para calentar el cotarro. Un pinchazo previo a la estocada le impidió puntuar de nuevo.

Huelva, jueves 3 de agosto de 2023. 2ª de Feria. Lleno aparente (“No hay billetes según la empresa”)

Un toro de

(1º) y cinco de

, muy desiguales de hechuras. Anovillados primero, segundo y sexto. Más cuajados tercero, cuarto y quinto. De juego descastado en conjunto, aunque manejables en distinto grado los cuatro primeros. Mansos y deslucidos los dos últimos.

Andrés Roca Rey, oreja, ovación tras aviso y saludos tras dos avisos.

David de Miranda, dos orejas, oreja tras aviso y ovación.

Enfermería: Tras la lidia del tercer toro, Roca Rey fue atendido de una "contusión en la zona del vasto anterior del muslo izquierdo" que no le impidió continuar la lidia.