VALENCIA

Jandilla homenajea a Daniel Ruiz con dos toros de bandera

Manzanares y Rufo cortan una oreja por coleta a dos toros excelentes de Borja Domecq en tarde ventosa y fría.

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Podrá la policía cortar el tráfico cuando hay ofrenda en Fallas. Pero no podrá la policía ni ningún gobierno que sea democrático cortar los ríos de gente que acuden y atascan las plazas de toros para reencontrarse con el rito del toreo. Feligreses de todas partes del mundo al encuentro de la belleza deslumbrante del arte de torear. Llegó El Juli a la plaza, con la policía acordonando al maestro entre la multitud, y sus padres, Don Julián y doña Manoli, se diluían, incógnitos, entre la muchedumbre para acceder a la plaza.

El Juli, un dios del toreo contemporáneo, se doctoró en Tauromaquia en Nîmes con el toro “Endiosado”, un toro de Daniel Ruiz Yagüe, ganadero fallecido repentinamente ayer, mientras regresaba de Castellón a La Mancha tras ver lidiar dos toros suyos en la Feria de la Magdalena de Castellón. Se guardó un minuto de silencio en su memoria. Daniel Ruiz es y será historia determinante en la evolución del toro bravo moderno. El mundo del toro está de luto por un ganadero de referencia, apasionado, vehemente y sabio. Admirador de la genial y cabal tauromaquia julista. Julián, que no levantó la mirada del suelo en ese minuto de respeto, hizo el paseó con un capote de luto, corbatín y crespón negro.

Hace un cuarto de siglo, que se dice pronto, un chaval de 16 años hizo doblete en las Fallas de Valencia. Se presentó Julián en Valencia como matador de toros con un crema y oro, o barquillo, con cabos negros. La segunda tarde, de rosa y oro, salió a hombros. El Juli estuvo apagado ayer, más allá de llevarse el peor lote. Julián estaba visiblemente afectado. Tocado anímicamente.

El primer jandilla, bajo y hondo, tuvo poca fuerza y feo estilo. Soltó mucho la cara, incómodo. Quizá acusó mucho un puyazo. Sangró. Brindó al cielo el maestro madrileño. El Juli no logró acoplarse -¡noticia!- y el trasteo apenas pasó de muletazos de tanteo y sobe. El cuarto hizo cosas bien de salida. Brindó Julián al público y los presagios eran de faena de triunfo. Hubo pasajes de lucimiento pero el trasteo no prendió.

El jabonero segundo repuso en el capote de Manzanares. El viento molestó toda la tarde. Y si delante hay un toro bravo, molesta más. Temperamental y encastado. Picante: guindilla de Jandilla. Bravo tela. “Tirano” fue toro que tuvo y exigió autoridad. Eléctrico el prólogo por abajo de José Mari. Trallazos. Más que de reducción violentaron más al toro. Molestó mucho el viento y el carácter indómito del jandilla. Un toma y daca. La plaza, muy receptiva. A plaza llena el contexto emocional empuja mucho a favor de obra. Y más con las figuras. Al final hubo una serie a derechas más intensa y más reunida, y con su tensión también. La espada manzanarista, tapabocas, hizo de las suyas. Oreja para el torero, palmas para el toro.

El quinto fue toro fino y de buenas hechuras. Arreó en banderillas. Tuvo pólvora el de Jandilla, arreció Eolo. Exigente. Fue mayor el esfuerzo que el lucimiento del alicantino. Pocos olés y muchas voces, de fijación. Toro agrio, sin ritmo, de difícil trato. Por extraño e inusual, mal Manzanares con la espada, su suerte y su aval.

Extraordinario fue el tercer toro. Bravo, noble, pronto, con profunidad. Tomás Rufo ya lo gozó con la capa. Por mandiles hasta los medios y dos medias en la boca de riego. Ahí, en los medios, fue donde se desarrolló la faena. Donde pesan los toros, donde quiere el toro bravo y traga el torero macho. La faena tuvo altibajos, intermitencias, molestó mucho el viento. Y se reitera la circunstancia intencionadamente. El viento es el peor enemigo de los toreros. Cortó una oreja a un toro, en otras circunstancias, de dos. “Ilusionista” fue toro de escándalo.

De rodillas en el tercio comenzó Rufo con una larga cambiada. Casi en el mismo sitio, de rodillas también, fue un inmenso comienzo toreando en redondo. Vibrante. Los riñones encajados como si estuviera derecho. Se puso la gente en pie. Noble el de jandilla y muy dispuesto el toledano. Los pases de pecho, a la hombrera contraria, fueron soberbios. Hubo una serie en redondo muy maciza. Templadísima, con un muletazo eterno ligado al de pecho. Reunido y enroscado. Perdió la oreja y la puerta grande con los aceros. Rufo abandonó la plaza ante una clamorosa ovación y gritos de torero, torero, torero…

Valencia, sábado 18 de marzo de 2023. 8ª de Feria. Lleno.

Toros de

, desigualmente presentados y de variado juego. Deslucido el primero, bravo el segundo, excelente el tercero, a menos el cuarto, temperamental el quinto, manejable y franco el sexto.

Julián López El Juli, silencio y ovación tras aviso.

José María Manzanares, oreja y silencio tras dos avisos.

Tomás Rufo, oreja tras aviso y ovación.