PAMPLONA

Javier Castaño y Pepe Moral, cuestión de espada

Castaño cortó una oreja a su primer toro mientras Moral se dejó el triunfo por pinchar antes de las estocadas. Tres toros con posibilidades de Escolar.

Javier Castaño con la oreja cortada este martes en la plaza de toros de Pamplona

Sixto Naranjo Sanchidrian

Publicado el - Actualizado

3 min lectura

Volvió el calor y el color a Pamplona después del chaparrón y la suspensión del lunes. Y ese color vino matizado por el gris cárdeno de los toros de José Escolar. Un encierro de gran trapío y astifinas defensas que tuvo tres toros con posibilidades en el último tercio. El más completo fue el segundo, mientras tercero y sexto también se desplazaron con nobleza.

El toro que abrió el festejo pese a sus 520 kilos imponía por sus dos pitones y su alzada. Le quiso lucir en el caballo Fernando Robleño poniéndolo de largo. Pero no se entregó el de Escolar ni embistió el caballo ni después en la muleta. Muy firme el madrileño, se puso pronto al natural por donde parecía desplazarse algo más largo el astado. Pero siempre a media altura y reponiendo mucho entre pase y pase. Por la derecha era aún más viva y orientada la embestida. Robleño lo lidió con profesionalidad y lo avío de un espadazo habilidoso.

El segundo fue un toro ancho de sienes que abrío la cara con amplitud. Javier Castaño siempre se caracteriza por llevar una notable faena. Así lo demostraron con este animal Pedro Iturralde a caballo, Marco avalan en la brega y Joao Ferreira y Fernando Sánchez con los palos. Un espectáculo para reivindicar los tercios de varas y banderillas. El toro se desplazó con  nobleza por ambos pitones y, cuando Castaño le cogió el aire de mitad de faena en adelante, los muletazos fluyeron con mayor limpieza y largura. Trasteo de torero maduro que concluyó de un perfecto volapié. La oreja reconoció lo hecho por el leonés.

Más reunido de hechuras y cara fue el tercero, otro toro con grandes dosis de nobleza en el último tercio con el que vimos la mejor versión de Pepe Moral en lo que llevamos de temporada. Muy centrado y firme, el sevillano tiró mucho de la embestida del toro. A derechas, siempre llevándolo templado y dotando de largura a los muletazos. Hasta por el pitón izquierdo, por dónde le costaba más rebosarse en sus viajes al toro, le dio fiesta Pepe con una tanda bien trenzada y ligada. Pero un pinchazo previo a una estocada casi entera dejó todo en una ovación de reconocimiento.

El cuarto descabaló la corrida por arriba. Seiscientos kilos, alto de cruz y dos puñales de infarto. Después fue un toro agrio que nunca se entregó y con el que Robleño solo pudo mostrar una vez más su faceta lidiadora. Se impuso a base de firmeza y valor. Lo cazó de una estocada al encuentro muy habilidosa.

Castaño no pudo redondear su tarde con el veleto quinto. Un toro duro de patas y correoso que además siempre se venía por dentro por el pitón izquierdo. Se lo quitó de enmedio con un espadazo casi entero en el rincón que fue más que suficiente. Antes, su cuadrilla se había vuelto a lucir.

El sexto trajo otras hechuras más armónicas al que zumbaron de lo lindo en el caballo. Y, aunque le costó al principio, rompió a embestir con buen son y fondo aunque con el defecto de salir con la cara a media altura. Pepe Moral tiró de nuevo de temple y mando para hilvanar notables series por el pitón derecho. Entendió muy bien el de Los Palacios la altura y la distancia que demandaba el toro. Pero un pinchazo antes de un perfecto estoconazo en todo lo alto le alejaron de nuevo del trofeo.

Pamplona, martes 9 de julio de 2019. 5ª de Feria. Lleno.

Toros de 

, bien presentados aunque de desiguales hechuras y juego. Noble y de buen juego el segundo. Manejables en su media altura tercero y sexto. Más complicados el resto.

Fernando Robleño, silencio y silencio.

Javier Castaño, oreja y silencio.

Pepe Moral, saludos y saludos.