2ª FERIA VIRGEN ROSARIO
Juan de Castilla se reivindica en Cuéllar ante los toros de Partido de Resina
El torero colombiano sale a hombros en la localidad segoviana tras cortar una oreja de cada toro de su lote.
Madrid - Publicado el - Actualizado
3 min lectura
Abrió plaza una pintura del hierro de Partido de Resina, de nombre “Ermitaño”. La verdad que no hizo honor a su nombre. “Ermitaño”fue un buen toro de la mítica divisa. Y Juan del Álamo lo en tendió a la perfección. Saludó con el capote con templanza por ambos pitones. Hizo todo sin prisa, con la paciencia del poso del correr los tiempos. Y así fue también en la muleta. Si nada que poder hacer al natural, fue la mano derecha la que dibujó con una suavidad de torero añejo tandas largas, tapando todos los defectos que tenia el toro cárdeno claro de capa, del hierro Sevillano. Siempre la franela por delante, como escudo para poder ligar la series a media altura. Mato de pinchazo y estocada. Oreja de ley.
El segundo del lote del salmantino, de nombre “Notario” no tuvo el celo ni la clase para poder ver en plenitud a del Álamo. Lo intentó por ambos pitones, pero siempre salía con la cara suelta. Probón, mirón y sin ningún tipo de fijeza. Algún listillo del tendido gritó “eres muy malo” pero no era cuestión de malos ni buenos y si de que el ignorante de turno se hubiera quedado en su casa echando eso tan español que es la siesta. Mal con la espada
“Gitano” el toro, Juan de Castilla el torero. Vimos al colombiano en plenitud, en esta feria de las naciones. Toreros de todas las partes del mundo. Dos veces acudió al caballo el toro que fue aplaudido de salida. Buen toro en todos los tercios. El genio quizá le apabulló en algún momento de la lidia. Embestida franca, bien embarcada en la muleta del torero de Medellín. Por ambos pitones largo, muy largo. Pero siempre con la cualidad de andar muy seguro delante de el. Sobró el epílogo que intentó por circulares, quedándose por debajo del palillo. Un princhazo precedió a la estocada. Otro apéndice.
El quinto de la tarde de nombre “Tijera” se le concedió al final de su lidia la vuelta al ruedo. Una vuelta sin mérito, como quien sube a un niño a los caballitos de la feria para que deje de “dar la turra. Un toro sin mérito, al cual le dio importancia Juan de Castilla. Muy serio el colombiano, sacando agua de un pozo seco. Aun así Juan de Castilla estuvo importante, reivindicándose y queriendo ocupar un hueco en las grande ferias. Gran dimensión en este quinto al que mató de una muy buena estocada. Oreja que le asegura la puerta grande
Excelente tercio de varas vimos en Cuellar en el tercero de la tarde, protagonizado por Israel de Pedro. Dos veces acudió al caballo de largo y empujando por debajo del estribo. Jesús Enrique Colombo estuvo poderoso con las banderillas donde también se le exigió mucho a “Procurador” que así se llamaba el de Partido de Resina el cual también fue aplaudido a la salida de chiqueros. Lástima pero lo notó en la muleta los esfuerzos que hizo en los anteriores tercios. De otra condición que sus hermanos anteriores, brutote a la hora del embroque. Colombo anduvo sobrado en una faena que brindó al respetable. Se quedo corto por ambos pitones y echó la cara arriba. Dos pinchazos pasaportaron al animal.
Devuelto el segundo del lote de Colombo fue sustituido por un 6º bis del mismo hierro y este a su vez por un 6º tris de nombre “Aviador” también de Partido de Resina. No hizo el avión aun llamándose como se llamaba por ninguno de los dos pitones. Oficio, entrega y corazón del venezolano, con un toro que se quedaba corto por ambos pitones. Avisó en los capotes de quedarse en los vuelos y en la muleta, se comportó de igual manera. Siempre en los medios, Colombo, pudo sacar muletazos con calidad por el pitón derecho, de uno en uno. Al natural igual de brusco y saliendo de la muleta echando la cara arriba. Estoconazo en todo lo alto. Oreja.