BADAJOZ
El Juli de siempre y el mejor Talavante salen a hombros en Olivenza
Dos orejas cortaron El Juli y Alejandro Talavante este sábado en Olivenza. Tarde sin lote ni suerte de Emilio de Justo.
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Once minutos pasaban de la hora establecida cuando asomó el primer toro del festejo. Olivenza siendo Olivenza los días de figuras y reventón. Las entradas a los tendidos colapsadas y las escaleras ocupadas por los que desembarcan en la plaza a última hora. Hay cosas que no cambian, como él ya famoso y concurridísimo callejón de Olivenza. Incluso con nuevos inquilinos como Moritz Roever, el mandamás de Mundotoro TV, o un Morante que este año solo ha pisado Olivenza de paisano, sin su clásico paseíllo en esta plaza para abrir temporada.
Como también fue clásico el trámite que supuso el paso por el caballo del primer ‘garcigrande’. Un toro cogido con alfileres como bien se demostró en el inicio de faena de Juli, viniéndose abajo con todo el equipo puesto. Veinticinco años de alternativa y de sapiencia que fueron receta suficiente para sostener al toro primero y mostrar después la nobleza y clase que traía de serie. No hubo excesivo ajuste en los embroques, pero sí un largo y limpio trazo en las series en redondo, por donde fue más claro el animal. Un arrimón final con el toro ya en rendición elevó la temperatura en los tendidos. La estocada viajó trasera y caída y fue más que suficiente para tumbarlo. La oreja cayó con méritos suficientes.
El cuarto fue un animal corretón y sin fijeza en los primeros tercios. Pero si hay una muleta de látigo y seda, esa es la de Julián. Se sabe de carrerilla la lección a aplicar ante estos toros. Toque fijador y suavidad en los muletazos para ir haciéndolos entrar en vereda para después hacerlos romper a embestir. Hubo un par de tandas mediado el trasteo modélicas con esta receta. Pero hasta ahí llegó el toro, que buscó refugio en las tablas de sol. Y hasta ahí se fue Julian para terminar de cuajarlo y exprimirlo en la distancia corta. Tardó un mundo en poder cuadrar y entrar a matar, y cuando lo hizo, dejó media estocada muy trasera que resultó letal. Una nueva oreja para la decimotercera salida a hombros de Julian López “El Juli” en su plaza de Olivenza.
El primero de Talavante lució el hierro de Domingo Hernandez. No fue toro fácil este segundo. Huidizo y haciendo hilo a los plata en los primeros tercios y pegajoso y sin soltarse cuando le planteó batalla el torero más allá de las rayas del tercio. A punto estuvo de llevarse por delante tras una colada de infarto. La raza la puso Talavante al intentar robarle una postrera al natural. Tarea casi imposible. Una estocada tendida y atravesada tuvo poca muerte. Cuatro golpes de verduguillo dejaron todo en una ovación final.
El mejor toreo de capote de la tarde brotó de los brazos y muñecas de Talavante con el estrecho quinto. Verónicas a compás, meciendo el engaño, llevando templada la embestida del toro. Una tijerilla sabrosa antes de rematar con una larga a una mano. Una delicia que sin embargo se acogió con excesiva frialdad desde los tendidos. Para revertir el ambiente, de rodillas fue el inicio de faena. Rotundo, despacioso el toreo de hinojos. Ya incorporado llegó una versión del mejor Talavante que creíamos ya lejana. A golpe de inspiración y de amor propio. Al natural pasándoselo por la faja al ralentí, bordando los remates. A derechas, tragando para después dotar de largura a los redondos. Y un final por bernadinas de asfixiante cercanía. Al segundo encuentro entró la espada. Arriba pero un punto atravesada que ralentizó mucho la muerte del toro. Se pidieron y concedieron las dos orejas.
No valió un duro el primer toro de Emilio de Justo. Con peligro de inicio, viniéndoselo siempre al cuerpo y buscando presa. Huyó a tablas nada más cambiarse el tercio de muleta y ahí intentó plantearle faena el cacereño. Imposible. Un muletazo y huida. Y vuelta a empezar. Se lo llevó a los medios y hubo un conato de tanda más ligada. Un espejismo. El toro puso rumbo ahora hasta la puerta de la enfermería. Allí cayó el de Garcigrande tras una estocada caída.
La ‘aplatanada’ cornenta del sexto no fue digna ni de la amable Olivenza. Que es plaza de segunda, por si alguno sigue olvidándolo. La escasa fortaleza que pareció tener en los primeros tercios se la dejó en un volantín tras un natural de Emilio en el prólogo muleteril. Lo cuidó a media altura el de Torrejoncillo, pero así era complicado prender la mecha. Se puso al natural, dejó algún muletazo largo y profundo. Se puso a sonar la música ya mediado el festejo y por querer justificarse el torero, a punto estuvo de llegar la desgracia. El toro le levantó los pies del suelo y Emilio cayó con todo su peso sobre el cuello. Recuerdos del infausto Domingo de Ramos venteño. Afortunadamente lo de este sábado en Olivenza solo fue un susto. Se volvió a poner el diestro, pero todo lo echó por la borda con un feo espadazo en el costillar.
Olivenza (Badajoz), sábado 4 de marzo de 2023. 2ª de Feria. Lleno.
Toros de
(2º y 6º con el hierro de Domingo Hernández), cómodos de cabeza y de desiguales hechuras y remates. Conjunto bajo de raza. Destacó el fondo de nobleza de primero y cuarto.
Julián López “El Juli”, oreja y oreja.
Alejandro Talavante, saludos tras aviso y dos orejas tras aviso.
Emilio de Justo, saludos tras leve petición y ovación.