COPA CHENEL
Molina apuntala su candidatura ante un buen toro de Salvador Gavira en Alalpardo
El albaceteño corta dos orejas en una semifinal de la Copa Chenel en el que también destacó el valor de Parejo.
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Abrió plaza y la segunda semifinal de la Copa Chenel un buen toro de la ganadería de Aurelio Hernando, al que recibió a portagayola Rafael de Julia sufriendo un puntazo en su brazo izquerdo que le dejó mermado de facultades en esa extremidad superior durante el resto de la lidia. El astado del hierro madrileño empujó con riñones en varas y después tuvo nobleza y calidad en sus embestidas. A la faena del torero de Torrejón de Ardoz le faltó algo de limpieza pero dejó naturales de muy buen trazo. La espada emborronó lo hecho.
El cuarto de Salvador Gavira-García fue un toro basto de hechuras que embistió sin ritmo ni entrega. Rafael de Julia se mostró solvente con él.
Molina tuvo la suerte de enlotar como primero de su lote a un notable astado de Gavira-García que tuvo ritmo, profundidad y entregada humillación desde que salió de salida. El torero albaceteño inició la faena de muleta por el pitón derecho, pero aquello solo prendió la llama cuando se echó la franela a la zurda. Fueron dos tandas en las que cogió el pulso a tan buena embestida y cuajó naturales con empaque, largura y expresión. Amarró el doble trofeo con una estocada entera.
El quinto de Aurelio, manso y deslucido, no dejó rematar la tarde a Molina.
Christian Parejo se las vio en primer lugar con un ejemplar de Salvador Gavira-García de buena condición pero al que le costaba rematar en sus embestidas. El gaditano lo toreó con pulcritud y se atascó con los aceros.
Con el sexto, un toro feo de hechuras de Aurelio Hernando, Parejo se la jugó y sacó petróleo de unas embestidas noblonas pero sin humillación. Hubo pasajes interesantes por el sitio que pisó el joven diestro. Pinchó antes de ser volteado dramáticamente tras ser cogido y quedar colgado del pitón por una zona muy delicada. Todo quedó en un susto y pudo rematarlo después.