JAÉN

El momento de Emilio de Justo y el toreo de Urdiales en Villanueva del Arzobispo

El diestro Emilio de Justo ha dado otro golpe de autoridad en la localidad jienense de Villanueva del Arzobispo. Juan Ortega resultó herido.

Pase de pecho de Emilio de Justo este sábado en Villanueva del Arzobispo

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Los tres toreros actuantes hacían por primera vez el paseíllo en esta localidad jienense, una novedad que cayó muy bien entre los aficionados locales y sus muchas asociaciones y agrupaciones taurinas, que agotaron el papel, cumpliendo estrictamente con las medidas de seguridad impuestas por la Junta de Andalucía.

Por la puerta de chiqueros fueron saliendo los toros reseñados de la ganadería de Santiago Domecq, un sexteto que tuvo una buena presentación, armónicos y con el trapío adecuado (quizás un punto por encima de una plaza de tercera categoría) y un muy buen juego en líneas generales, con la única pega de la escasez de fortaleza en algunas de las reses.

Había interés en ver por primera vez al riojano Diego Urdiales y, aunque no tuvo excesiva suerte con su lote, no defraudó en sus dos turnos. Sus formas clásicas se hicieron presentes desde el primer capotazo, aunque ninguno de sus oponentes lo dejó expresarse en toda su dimensión

Con su primero destacó en el inicio de faena y en una tanda sobre la diestra, aunque todo de manera aislada. Un tanto parecido le ocurrió con el cuarto, en una labor de largo metraje, coronada de un gran espadazo y premiada con una oreja.

Emilio de Justo está siendo el torero del que todo mundo habla en este principio de temporada. Sus dos actuaciones anteriores en Almendralejo y Sanlúcar de Barrameda se saldaron con triunfos en sendas tardes en las que demostró un altísimo nivel

Y no lo bajó tampoco en Villanueva del Arzobispo, donde consiguió un rotundo éxito de tres orejas y dejando una sensación de torero cuajado y en el mejor momento de su carrera.

A su primero, segundo de la tarde, lo cuajó de principio a fin. Con el capote se lució en los lances de recibo y en el posterior quite por chicuelinas, bajando mucho la mano y rematando de excepcional media.

La faena de muleta fue contundente toreando con las zapatillas clavadas en la arena, llevando cosido la noble y repetidora embestida del bravo toro de Santiago Domecq. Al natural le cuajó igualmente soberbias tandas en una labor seguida con entusiasmo por el público.

Mató de estocada muy baja en la suerte de recibir, lo que no fue óbice para que cortara las dos orejas, que paseó después de que el toro recibiera los honores póstumos de la vuelta al ruedo en el arrastre.

Otro trofeo más se llevó del quinto, aunque pudieron ser dos de ho haber pinchado hasta en dos ocasiones. Recetó la misma fórmula, destacando sobre todo en la parte final, relajado de planta, en una soberbia tanda sobre la diestra y otra más sin la ayuda que puso la plaza en pie. Una pena lo de la espada.

El tercer espada de la tarde fue el sevillano Juan Ortega que paró el reloj por sus formas clásicas, toreando al ralentí en sus dos oponentes.

Brilló con el capote en su primero. La media de remate fue de locura. Su inicio portentoso con un cambio de mano duró una eternidad. Faena llena de detalles, toreando tan despacio que no se acababan nunca los muletazos, una belleza de faena que no tuvo la rúbrica con la espada.

En el primer evite sufrió una fuerte voltereta de la que salió con una cornada envainada. Saludó una fuerte ovación tras un aviso.

Con el sexto de la tarde, un toro de noble condición y escasez de fortaleza, de nuevo sacó el tarro de las esencias, deleitando con esa sensibilidad y el gusto que atesora. Cortó una oreja tras pinchazo y estocada. Pero fue lo de menos. Lo importante fue la dimensión que dejó entre los aficionados.

Villanueva del Arzobispo (Jaén), sábado 24 de abril de 2021. Lleno sobre el aforo permitido.

Toros de

, bien presentados, nobles y justos de fuerza. El segundo, premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre.

Diego Urdiales, ovación y oreja tras aviso.

Emilio de Justo, dos orejas y oreja.

Juan Ortega, ovación tras aviso y oreja.