10ª SAN ISIDRO

Jarocho, al natural, debuta en Las Ventas abriendo su primera Puerta Grande

Oreja también para Alejandro Peñaranda e Ismael Martín con una compleja y exigente novillada de Fuente Ymbro.

Roberto Martín 'Jarocho' en su salida a hombros este lunes en Las Ventas

Sixto Naranjo Sanchidrian

Publicado el - Actualizado

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Tarde de primavera revuelta en Las Ventas tras el parón del lunes. Lluvia antes de la novillada aunque no sopló el viento como si azotó la pasada semana. Y en los chiqueros una novillada de Fuente Ymbro tan desigual de hechuras como uniforme en su comportamiento. Novillada compleja. Por momentos encastada, pero casi siempre tendente más al genio que a la entrega. Emotiva siempre.

Y un debut con gloria. El de Roberto Martín Jarocho, alumno de la Escuela Taurina Yiyo de Madrid, que cuajó una tarde ilusionante por lo realizado y por el margen de mejora que aún tiene por delante.

Fue en el sexto, un animal serio y ofensivo que fue una dura prueba para Jarocho. Un francotirador el de Fuente Ymbro. Por dos veces se le vino al cuerpo al novillero. Pero ni por esas se arredró el burgalés, que en un ejercicio de valor y torería, llegó hasta a correr la mano con temple, expresión y buen aire al natural. Hubo uno extraordinario por el compás que tuvo el muletazo y lo profundo que fue. Hizo rugir Madrid de verdad. Dejó una estocada atravesada de la que salió el novillo muerto. Las dos orejas se pidieron y el palco las concedió. Bienvenido sea el premio por el futuro que representa, ya habrá tiempo de exigir.

Antes, el novillo preparado para su debut en Madrid volvió rumbo a los corrales tras evidenciar una alarmante falta de fortaleza. Como sobrero salió un ejemplar de Villanueva, ofensivo por delante y que tuvo un comportamiento a más durante su lidia. El burgalés confirmó los ecos que traía en su todavía corta andadura. Muy asentado, primero templó con mandó las descompuestas embestidas del utrero para después apretarlo por abajo. Lo más destacado llegó al natural, con el novillo moviéndose con mejor estilo gracias a la muleta del novillero. Buen concepto de Jarocho, que mató de una estocada corta en buen sitio. Hubo una leve petición que dio paso a una vuelta al ruedo.

Quien firmó una tarde muy seria fue Alejandro Peñaranda, ya muy cuajado y preparado para metas más altas. El novillo que abrió plaza, estrecho de todo, cumplió en el medido castigo en varas y se dejó hacer las cosas con nobleza, sobre todo por el pitón derecho. Peñaranda volvió a dejar patente su notable concepto del toreo. Muy asentado, limó la tendencia del de Fuente Ymbro a puntear los engaños para firmar una templada tanda a derechas y después, otra más muy profunda al natural. Pero ahí se desgastó mucho el novillo, que rebajó la intensidad de sus embestidas. Faena medida y muy seria del conquense, que remató el trasteo por arlesinas. Respondieron los tendidos, que hasta ese momento se habían mostrado muy fríos con el joven novillero. Pinchó ante de agarrar una gran estocada en toda la yema.

Mejoró la nota media de su tarde la actuación con el encastado y exigente cuarto. Se vino con fuerza el pupilo de Ricardo Gallardo y le rebajó humos a base de bajarle la mano. Con la emoción presente, el novillo le echó mano volteándole con violencia. Se repuso Peñaranda que después, al natural, le terminó de domeñar en tandas vibrantes y ligadas. Y de nuevo la estocada volcándose sobre el morrillo. La oreja premió el conjunto. Cumplió el novillero, en el ruedo. Que tomen nota los que no cumplen…

No se vio a gusto en ningún momento a Ismael Martín con el temperamental y geniudo segundo. Cuajó un desigual tercio de banderillas el salmantino antes de una faena con más voluntad que réditos. Lo despenó de una estocada baja.

Con el quinto, Ismael remontó su actuación con una labor vibrante en todos los tercios. Mejoró con los palos aprovechando la movilidad de su oponente y se la jugó después muleta en mano ante unas embestidas con más genio que entrega. La estocada, volcándose aunque la espada cayese dos dedos desprendida. La oreja se pidió en los tendidos y se concedió desde el palco.