HUELVA
Pablo Aguado y Argentina, la magia del toreo y el flamenco inundó Huelva
El diestro sevillano y la cantaora onubense fusionaron toros y flamenco en el Gran Teatro como previa a las Colombinas.
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Fue de esas veces en las que surge el duende y se adueña del escenario y del ambiente. La conversación sobre toros y flamenco, sobre el arte en definitiva, que mantuvieron anoche el torero Pablo Aguado y la cantaora Argentina inundó el Gran Teatro de la capital onubense de auténtica magia al demostrarse los numerosos puntos que tienen en común toreo y cante. No se conocían, pero la complicidad surgió pronto entre torero y cantaora al comprobar ambos que manejaban un lenguaje común.
El acto, organizado por la empresa de la Plaza de Toros 'La Merced' de Huelva, con José Luis Pereda López a la cabeza, estaba enmarcado en las actividades culturales previas a las Colombinas y resultó ser una valiosa aportación a la vida cultural estival de la ciudad. Contó con la colaboración del Ayuntamiento de Huelva y Caja Rural del Sur.
Con el título genérico de 'Unidos por el arte', la conversación fue conducida por el periodista José Enrique Moreno y comenzó por destacar el esfuerzo y la dedicación como canalizadores del arte. Lo expresó muy bien Argentina: "Los sueños se cumplen si se trabajan. Hay que trabajar mucho y luchar y aprender mucho, y tropezar, caerte y aprender de esas caídas". Pablo Aguado estuvo de acuerdo: "Ambas son profesiones muy vocacionales, las tienes que sentir. Tienes que nacer con ciertas virtudes pero lógicamente esas virtudes no florecen solas sino que se tienen que trabajar, requieren de un esfuerzo y un sacrificio".
Ambos artistas coinciden en beber de las fuentes clásicas: "Tienes que ir a la base del flamenco, a escuchar y aprender de los que hicieron historia", señaló Argentina, a lo que Pablo añadió: "Con el tiempo aprecias más a los toreros del pasado, te das cuenta de la grandeza que tenían lo que hacían en aquel tiempo", en referencia a toreros de la Edad de Oro.
Pronto la conversación empezó a indagar en conceptos y términos que unen toreo y flamenco. El primero de ellos fue el temple. Argentina dijo buscarlo siempre: "Hasta los cantes más festeros tienen su temple, pero sobre todo la soleá o la seguiriya son más para saborearlos, para decirlos". Aguado citó a Corrochano para explicar que "el temple se suele confundir con la velocidad y no es así, torear templado no es igual que torear despacio. El temple es torear al ritmo del toro, en consonancia con su velocidad. El temple estaría mas cerca del compás que de la velocidad", a lo que añadió: "Me llena cuando el toro pasa despacio alrededor tuyo".
Argentina explicó de forma magistral y práctica -iniciando un fandango- otro concepto y término que comparten toreo y flamenco: "Cuando voy a una charla y quiero explicar qué es mecer el cante siempre lo digo: cantar por Huelva es como se mece una barca en la ría, estas meciendo el temple". Pablo apostilló que en el toreo también se dice que un torero se mece a la verónica cuando está bordando esta suerte.
Los dos protagonistas de este acto tienen importante presencia en Colombinas. Aguado torea en la tarde inaugural de la Feria en un cartel de lujo con Morante y Daniel Luque y toros de Juan Pedro Domecq; y Argentina canta en el Escenario Foreño el próximo 3 de agosto, día grande de Huelva. Coincidieron en señalar el carácter especial de esta cita: "Huelva es una plaza a la que van a disfrutar, que tiene sensibilidad, en la que hay algo... Cuando vienes a torear sabes que no vas a hacer el paseíllo para ser juzgado y eso predispone". Argentina lo tiene claro: "Me siento profeta en mi tierra, cuando he venido aquí siempre se ha llenado el Gran Teatro. Salgo más nerviosa que en otros lugares porque le canto a mi gente, que me conoce desde pequeñita y escucharlos jalearme me encanta. En mi tierra estoy en la gloria". Aguado recordó su tarde de 2019 en La Merced como "uno de los días más felices de mi vida delante de un toro, una de las tardes más redondas y de mejor recuerdo de mi carrera".
La conversación dio para mucho más. Se habló de la personalidad de los artistas, de la conexión con el público, del respeto que le tienen, de la importancia de escuchar a los maestros y hasta de los miedos del torero y los de una cantaora. Y todo en una velada mágica que contó con la generosidad y grandeza artística de Argentina, que de forma natural fue salpicándola con su voz desnuda, sin acompañamiento, con unos cantes que llenaron el alma de los presentes. Una noche histórica.