4ª FERIA SAN PEDRO Y SAN PABLO

Puerta Grande a la mejor versión de El Fandi y López Simón en Burgos

Ambos cortan dos orejas mientras Padilla da una vuelta al ruedo en su despedida del Coliseum.

Alberto López Simón y David Fandila El Fandi en su salida a hombros en el Coliseum Burgos

Javier Fernández Mardomingo

Publicado el - Actualizado

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Llegó Padilla a Burgos a despedirse en su tour de adiós por los ruedos españoles. Una plaza en la que, como en tantas otras, se le venera como a pocos. Con las banderas piratas ondeando en el antiguo y ya inexistente sol del Coliseum, recibió el de Jerez a su primero, un toro bajo y de bella factura de Román Sorando, con dos largas cambiadas de rodillas que hicieron retumbar los tendidos. Nada comparable al de sobra conocido espectáculo en banderillas. Con la bandera jerezana en los palos levantó a la gente del asiento. Un buen par, otro pasado y otro al violín sirvieron de preámbulo a una faena de muleta en la que el toro no quiso ni uno y el torero evitó la pesadez, asunto a agradecer. Media estocada bien puesta fue suficiente para empezar a pensar en el siguiente.

Y el siguiente fue un cuatreño mas abrochado de pitones que su hermano, pero en la línea de toda la feria, de gran presentación. Fandila lo recibió meciendo el capote con gracia y repertorio. Justito el puyazo y tralla en banderillas, marca de la casa. Con la muleta se adornó El Fandi ante un oponente que no puso nada de su parte. Derechazos mirando al tendido y dos redondos para terminar fueron suficientes para arrancar los aplausos de la grada. Media estocada en buen sitio dobló al toro y afloraron los primeros pañuelos de la tarde que se vieron reflejados en la también primera y generosa oreja del festejo.

Derechazo de Alberto López Simón durante su actuación este lunes en Burgos

Derechazo de Alberto López Simón durante su actuación este lunes en Burgos

Con el tercero se explayó a gusto Alberto López Simón. Cuidándole la lidia, aguantó el Sorando tres series extraordinarias por el derecho. Arrastrando el hocico por el suelo. El de Barajas improvisó todo lo que quiso, pases cambiados, redondos profundos y una serie al natural de cualquier manera. La nobleza exquisita del astado hizo que Simón se sintiera como el que torea en el campo. Mató de un estocadón, de los mejores de la feria, para cortar  una oreja, que debieron ser dos, y que recordó a aquel torero que enamoró al gran público hace no demasiado tiempo.

Padilla recibió una placa conmemorativa a su carrera antes de despedirse de Burgos con un cuarto que le puso en aprietos en banderillas. En su primer par resbaló el Ciclón y solo el capote milagroso de Mambrú evitó un susto mayor. Sirvió el quite para que el de azabache recogiera la ovación de los tendidos, alentada por su matador. Con la muleta se vino abajo el de Román Sorando y arriba Padilla, que lo intentó con poco éxito hasta más no poder. Dos pinchazos, el último hondo, hicieron que el Ciclón se despidiera de la afición burgalesa con no más premio que una calurosa vuelta al ruedo de despedida.

Con el quinto, El Fandi sacó todo su repertorio capotero, que pese a lo que muchos piensen, es de los mejores del escalafón. Gaoneras al paso, faroles y chicuelinas ceñidas al muslo valieron para levantar al tendido incluso antes de los cuatro pares de banderillas que terminaron por volver al Coliseum un manicomio.  En el último tercio el morlaco sacó lo mejor de sí por derecho, embistió con nobleza y humillando, cualidades que aprovechó Fandila para poner a todos de acuerdo. Muletazos largos y templados para terminar con manoletinas ceñidas que hicieron que el de Granada cortara una oreja con petición de la segunda. Solo el fallo inicial en la suerte suprema intentado recibir evitaron un premio mayor.

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Al sexto lo recibió López Simón como a su primero, a pies juntos, apostando del todo para abrir la puerta grande del añorado Plantío. Sacó en el último tercio el madrileño todo lo que tenía dentro su oponente. Se pegó un arrimón Alberto a falta de fuerza del toro que vio recompensado con el calor del respetable. La media estocada en buen sitio fue suficiente para arañar la oreja, la segunda de su lote, que hacía justicia a la gran tarde del torero de Barajas y consumaba su puerta grande en la última corrida de a pie de la Feria de San Pedro y San Pablo.

Burgos, lunes 2 de julio de 2018. 4ª de Feria. Tres cuartos largos de plaza.

Toros de 

, de buena presentación y buen juego en general. Nobles y manejables en el último tercio.

Juan José Padilla, ovación y vuelta al ruedo.

David Fandila ‘El Fandi’, oreja y oreja con petición de la segunda.

Alberto López Simón, oreja con petición de la segunda y oreja.

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