FRANCIA

La Quinta en Arles, un acontecimiento que rompió moldes

El empresario Juan Bautista y el ganadero Álvaro Martínez Conradi reflexionan sobre la corrida lidiada el sábado en el Coliseo

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Fue una tarde muy emocionante. Lo fue para mí como empresario y como torero por lo que significa esa ganadería para mí. La tenía mucha fe como torero y la sigo teniendo, además de mi relación personal con los ganaderos. Fue un día precioso, una corrida muy importante con cuatro toros de gran categoría”. Son palabras del empresario Juan Bautista sobre la corrida de La Quinta lidiada el sábado en el Coliseo. Un acontecimiento. Una huella.

“Sobre todo fue un cúmulo de emociones, hubo cuatro toros realmente buenos. El triunfo de Pablo Aguado fue redondo, Máxime Solera estuvo a un muy nivel y la pena fue que no embistieran los dos toros de Morante que vino con una predisposición tremenda y nos regaló unos lances bellísimos”, subraya Juan Bautista.

Arles y La Quinta, una sinfonía especial. El arranque de una historia que a buen seguro tendrá continuidad en un futuro. En la misma sintonía que Juan Bautista se pronuncia el ganadero Álvaro Martínez Conradi: “Para nosotros era una responsabilidad. Qué toreros como Morante o Pablo Aguado dieran el paso de anunciarse con una corrida nuestra, tan seria, cinqueña, es algo importante”.

La corrida tuvo la virtud de la fijeza y los finales”, recuerda el ganadero. “Los toros tuvieron entrega, empujaron en varas con mucha verdad. Los cuatro toros que embistieron tuvieron fondo y duración, algo que siempre se le ha achacado al toro de Santacoloma, que se decía que no tenía finales”, explica.

Sobre el comportamiento de los toros, uno por uno, el ganadero reconoce: “Destaco la clase y bravura entregada del quinto; Y la alegría, la humillación, el ritmo del sexto, muy importante, muy completo. Hubo dos toros más realmente buenos por su calidad y su clase, el primero y el tercero. Y sí me gustaría destacar el nivel de los toreros, los toros buenos necesitan precisión y hacer todo muy bien y el sábado lo hicieron todos, cuadrillas incluidas, perfecto”.