4ª FERIA DE MÁLAGA

Rafaelillo, Escribano y Orozco, a oreja por coleta en La Malagueta

Una oreja cortó cada diestro en la cuarta de abono ante un buen encierro, en líneas generales, de Murteira Grave.

Manuel Escribano ante el quinto toro de Murteira Grave este sábado en Málaga

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Rafaelillo se la cortó al primero de la tarde después de una faena a un complicado toro, Manuel Escribano a su segundo de la tarde, al que se le llegó a pedir la segunda oreja, y Javier Orozco a su primer oponente después de una destacada labor.

El diestro murciano Rafaelillo lidiaba en primer lugar a un bonito toro de Murteira Grave al que recibió con una larga cambiada en el tercio y un ramillete de verónicas. El animal salía muy suelto, no quería acudir a los cites y después de acudir al caballo, en ambas ocasiones, salió huyendo.

Brindó al cielo, recientemente falleció su madre, y comenzó la faena de muleta por bajo, con la rodilla genuflexa y saliéndose al tercio. Tenía ante si a un animal complicado, que igual te pegaba una embestida buena como a la siguiente se te iba al pecho.

Era algo más claro por el izquierdo y ahí, el murciano, aprovechó para arrancarle naturales de categoría. Al final de la faena, cuando se sintió podido, huyó a tablas y se puso complicado para entrar a matar.

No pudo terminar de estirarse con el capote Rafaelillo en su segundo animal, un toro que salió algo abanto. Después del segundo encuentro con el caballo, Escribano le realizó un quite de dos chicuelinas y una media.

Brindó el murciano al público y comenzó sobre la mano izquierda pero era imposible, el Murteira no pasaba, acortaba el recorrido a menos de la mitad del muletazo. Por el pitón derecho ocurría más de lo mismo pero el diestro se empeñó en hacerle embestir, bajándole mucho la mano y tirando de él. La persistencia de Rafaelillo se impuso a la condición del animal.

Manuel Escribano recibió con una larga cambiada en el tercio a su primer oponente, para seguir por verónicas y rematar con una media que ovacionó mucho el público. Desde su paso por el caballo se vio la muy buena condición del Murteira que salió humillando del caballo en el capote del banderillero. Hay que destacar la labor de Juan Francisco Peña a caballo que hizo de forma extraordinaria la suerte.

Buen tercio de banderillas del sevillano que le brindó la faena a su compañero Rafaelillo. Labor importante la del sevillano que cuidó mucho al animal, dándole sus tiempos, aprovechando la buena embestida del animal. Cerró por manoletinas y se metió al público en el bolsillo. Si no llega a caer mal la espada, la petición de oreja hubiera sido concedida.

A portagayola se fue Manuel Escribano en el quinto toro de la tarde y se pasó un mal rato ya que el animal salió andando, distraído y sin hacer caso al sevillano que no se movió más allá que para ponerse de frente al toro y darle la larga cambiada.

Importante tercio de banderillas el de Manuel Escribano ante un toro que se venía muy fuerte y le recortaba camino en cada par, el último, sentado en el estribo y al quiebro fue de susto importante, Manuel se chocó contra las tablas y el capote milagroso del banderillero fue determinante.

Brindó al público y cuando estaba terminando se preparar la muleta para citar se encontró al Murteira encima y lo pasó por alto y por detrás en varias ocasiones, levantando al público de sus asientos y haciendo arrancar a la música.

Cogió la mano derecha y se puso a templar al noble y buen Murteira, consiguiendo arrancar los olés del respetable. Por el izquierdo el toro no era el mismo, se quedaba más corto y entraba andando por lo que decidió volver al buen pitón derecho. Lo exprimió por ahí y después de entrar a matar, se le concedió una oreja, llegándosele a pedir la segunda.

El rondeño Javier Orozco hacía su debut como matador de toros en La Malagueta, volvía nueve años después de su paso como novillero y se le notó algo nervioso, con muchas ganas pero consciente de la responsabilidad y lo que impone torear en Málaga.

Aun así, quiso dejar una muy buena carta de presentación, toreando por verónicas. Brindó al público, muchos de ellos venidos desde la misma ciudad del Tajo, y, tras una primera tanda de tanteo, se echó la muleta a la mano derecha, el pitón más potable, y fue haciéndole la embestida al animal, que tampoco era un derroche de virtudes. La última tanda con la derecha fue la mejor y la más jaleada por el público.

El sexto y último toro, de la ya noche, salió con muchos pies, sin querer acudir al capote del rondeño que cuando ya lo sujetó le enjaretó unas verónicas a pies juntos, rematando con una media. Brindó a Borja Ortiz, Director de Asuntos Taurinos de la Diputación de Málaga, y comenzó sobre la mano derecha, el pitón más potable del animal.

Orozco puso muchísima voluntad por arrancarle cada muletazo, no dejó de insistir, uno tras otro, pero al final de faena el de Murteira pegó una espantada a tablas.