1ª FERIA DE LEGANÉS

El Rafi, una buena mano derecha para torear pero fallona para matar

El novillero francés dio la única vuelta al ruedo ante el mejor novillo de La Quinta en el primer festejo de la Feria de Leganés ante el mejor. Montero y Gutiérrez, de vacío.

Templado derechazo de El Rafi ante el quinto novillo de La Quinta en Leganés

Sixto Naranjo Sanchidrian

Publicado el - Actualizado

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Tras los fastos del Dos de Mayo en Las Ventas llegó el turno de Leganés. Una feria taurina con el planteamiento pre-pandémico que tuvo este viernes una apertura novilleril. Tres jóvenes de diferentes nacionalidades ante un encierro de La Quinta entipado que enlotó un notable novillo, el quinto. El único que sacó casta de la buena y desarrolló nobleza. Ante él, El Rafi, que lo cuajó por el pitón derecho pero que falló a espadas y se quedó sin premio tangible.

Se fue hasta la puerta de chiqueros Montero para recibir a su primero. Dos largas le sopló antes de que el de La Quinta cumpliese sin más en el caballo. La faena de muleta del gaditano navegó entre la voluntad y la falta de estructura y planteamiento. Ahora más desmayado, ahora las enfibrado. El novillo fue poco a poco yendo a menos y con ello, el trasteo. Tardó en cuadrar y antes de meter la mano llegó a sonar un aviso.

El cuarto sembró de desorden la lidia durante los primeros tercios. Muchas precauciones y muchos capotazos sin sentido. El novillo fue incierto pero tampoco desarrolló malas ideas. Montero volvió a mostrarse afanoso con la muleta, demasiado gesticulante, aunque no siempre acertó en llevar con mando las embestidas de su oponente. Tampoco lo vio claro con la espada y fue pitado.

El Rafi jugó con soltura los brazos en el saludo a la verónica al primero de su lote. Después, el cárdeno de la familia Conradi tuvo un comportamiento decreciente por su falta de raza. Tuvo cierta nobleza el utrero, pero siempre hasta el embroque, después salía siempre con la cara alta. La faena del francés tuvo buen aire y temple, especialmente por el pitón derecho. Pero el conjunto nunca rompió. La espada fue letal por su posición caída.

El quinto cantó su encastada y noble condición de salida. Pronto lo vio El Rafi, que firmó un torerísimo inicio de faena por bajo. A derechas llegaron los muletazos más rotundos del trasteo. Ligazón y temple para aprovechar las cualidades del novillo de La Quinta. A izquierdas resultó todo más ligero. Falló el pulso y el acoplamiento. Cualidades que retomó la faena en una posterior serie en redondo, la más completa del trasteo. El fallo a espadas se llevó la posibilidad de un posible premio mayor que la vuelta al ruedo que dio.

Gustó el manejo del percal de Leandro Gutiérrez en el saludo capotero al tercero de la tarde. El colombiano trenzaba su segundo paseíllo como novillero tras su debut el pasado año. Y lo hizo con aplomo y conocimiento de las distancias y alturas ante el novillo más frenado y de menos prestaciones de la primera mitad del festejo. Arrancó muletazos de buen trazo por ambos pitones y lo despachó de un espadazo tendido que necesitó de varios golpes de verduguillo antes de que se echase solo el animal.

El sexto se movió sin exigencias, soltando la cara cuando llegaba a la jurisdicción de la muleta de Leandro. Le duró poco el gas al novillo de La Quinta, apenas un par de tandas. El quehacer del colombiano estuvo condicionado por esa falta de chispa de su oponente. Aún así, quedó la sensación de querer volver a verle con mejor material.

Leganés (Madrid), viernes 7 de mayo de 2021. 1ª de Feria. Un cuarto del aforo permitido.

Novillos de La Quinta, bien presentados, entipados en las distintas líneas santacolomeñas. Destacó el encastado y noble quinto, ovacionado en el arrastre. El resto, bajos de raza aunque manejables en distinto grado.

Francisco Montero, silencio tras aviso y pitos tras aviso.

El Rafi, saludos y vuelta al ruedo tras petición.

Leandro Gutiérrez, saludos y saludos.

Incidencias: Tras el paseíllo sonó el Himno Nacional. Saludó el subalterno David Adalid tras banderillear al sexto.