CORRIDA DE LA CULTURA

Revista de prensa: El Juli y 'Licenciado' copan los titulares

Consulta en cope.es las principales publicadas sobre la Corrida de la Cultura celebrada este jueves en la plaza de Las Ventas.

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Redacción Toros

Publicado el - Actualizado

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"La cátedra de El Juli con 'Licenciado' en la Corrida de la Cultura", por Sixto Naranjo (COPE.ES)

Se presintió su calidad en el capote y todo se confirmó en el inicio por bajo de El Juli. Ya erguido, dos tandas en redondo plenas de temple y ligazón. Al natural todo estalló en una tanda soberbia de gran profundidad. Y el toro respondiendo al mando de Julián. Otra tanda a derechas cumbre, que resolvió con un natural que acabó en circular. Los doblones finales desprendieron cara torería.

"El Juli, en plenitud, con un gran «Licenciado»", por Andrés Amorós (ABC)

Los doblones levantan el primer clamor. Lo lleva imantado a la muleta, manda mucho, liga; se lo enrosca a la cintura en un circular completo: la Plaza entera se rinde a este Juli, en su mejor versión. Si hubiera matado bien, le habrían pedido con fuerza las dos orejas; se queda en una y el gran toro recibe una fuerte ovación. 

"El Juli y 'Licenciado': el profundo torrente del toreo", por Zabala de la Serna (EL MUNDO)

Un tacazo, un zapato. Pleno de bravura. Como cantaba su armada expresión. Sin hacer ruido en los tercios previos, rompió en las sabias manos de El Juli. Rodilla en tierra, el prólogo caló como viejos carteles. El cambio de mano, la trincherilla en pie, el pase del desprecio, el lío. Rugió Madrid. Y ya no cesó. 

"El Juli reconquista Madrid y se abandona", por Patricia Navarro (LA RAZÓN)

 «Licenciado» nos devolvió la vida. Al mejor Juli. Otra vez. Qué manera de torear. De hacer el toreo. De soñarlo. Bor-dar-lo. Y en Madrid. Eso son cosas que sueñas y un día ocurren. Regalos. Ya el prólogo al toro de Alcurrucén fue un canto al toreo grande, profundo, una alegría, por bajo, atenuando la embestida para que después viniera la fuerza de la tauromaquia con toda su integridad.

"‘Licenciado’, hermano de ‘Orgullito’", por Antonio Lorca (EL PAÍS)

Otra vez un toro de ensueño, nobilísimo, y un torero de la posmodernidad. Fue allá por la cuarta tanda, la muleta en la derecha, cuando El Juli toreaba al hilo del pitón, decidió el torero cambiarse de mano el engaño y dibujó un natural tan profundo y largo que aún no ha terminado en la memoria de quienes tuvieron la suerte de contemplarlo.

"Un gran toro de Alcurrucén permite a El Juli congraciarse con las Ventas", por Paco Aguado (EFE)

Ese precioso ejemplar, colorado de capa y con las hechuras típicas y más finas de la mejor versión de su sangre Núñez, fue primordial para que el torero del barrio de San Blas pudiera mostrarse sin presiones en la plaza de su "pueblo", donde ni siquiera en su gesta de novillero de hace ya veinte años se le trató con demasiadas simpatías.

"El Juli cuaja a 'Licenciado' y seca la revolución", por Juan Diego Madueño (EL ESPAÑOL)

Licenciado no lo ponía fácil, exigente por la calidad. Juli lo cuajó. Viendo que decaía el último tramo apretó para cerrarse en tablas, el doblón, el de pecho llegándole hasta el hocico. La atmósfera de triunfo rotundo mojaba los tendidos. Tenía las dos orejas en la mano. Y perdió una por la estocada, que quedó a cinco centímetros de partir en dos al gran toro.

"El Juli rotundo y un gran Alcurrucén", por Carlos Ilián (MARCA)

Luego Licenciado derramó lo mejor de su procedencia Núñez para que El Juli fuera tejiendo una faena rotunda en la que ligó de lujo por el pitón derecho y consiguió luego sacar lo mejore del toro por el arisco pitón izquierdo. Puso en pie a la gente al ligar un redondo y un natural de antología.

"El general en su laberinto", por Carlos Ruiz Villasuso (MUNDOTORO.COM)

A la profundidad de un toro que sólo hallaba final en el infinito, había respondido el torero con una faena para el infinito. Cumbre en el sentido más cumbre de la palabra. Entrado Madrid en la locura intensa de apenas diez minutos de ronquera, el general entró en su laberinto de acero. Tiene el toreo la pócima contra el fallo, el recuerdo.

"El Juli cuaja la faena de la Feria", por Gonzalo I. Bienvenida (APLAUSOS.ES)

La exigencia, como la entrega, de los dos protagonistas fue absoluta. Al natural costó más el acople por la fuerte arrancada del gran toro de Alcurrucén. Juli le cogió el son perfectamente en un cambio de mano por detrás que desembocó en un natural eterno. El faenón iba camino de las dos orejas. El final antes de coger la espada tuvo torería, sentimiento y ritmo. 

"El peldaño de mandar", por Marco Antonio Hierro (CULTORO.COM)

Lo que sí tenía era humillación entregada, ralentí templado y una forma de colocar la cara en la muleta de Juli que nadie hubiera apostado sólo unos minutos antes. Y se la colocó en el inicio de doblones imperiosos, trincheras gráciles y un soberbio cambio de mano de tres toques sin tocar. Prodigioso Julián, que ya no dejó que escapase Licencioso del calor de su muleta.

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