BILBAO
Román va muy en serio
El valenciano corta una oreja de peso con un bravo ‘miura’ en el cierre de las Corridas Generales.
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La corrida de Miura había salido tan desigual de hechuras como voluminosa. Una media de más de seiscientos kilos y un sexto que aparecía por chiqueros anunciando los 657. Precioso el toro de la ‘A con asas’ que cumplió con creces en el caballo y que después rompió a embestir con casta y nobleza en la muleta. Todo lo que hizo Román tuvo la importancia del oponente que tuvo enfrente. El valenciano llegaba a Bilbao tras su triunfo en Madrid el pasado 15 de agosto y volvió a demostrar que viene muy en serio. Que pese a su aparente fragilidad, es un torero de gran valor y concepto y que ha explotado en el momento justo.
Con ese sexto lo bordó al natural. Con una sutilidad exquisita al echar la muleta, imperceptibles los toques, dando la distancia que pedía el cárdeno de Miura y llevándolo muy toreado. Ese era el pitón del toro y por ahí el valenciano supo sacar lo que tenía. Por el derecho el toro exigía y reponía más. Aquí surgió el valor seco y el sitio de Román. Y la estocada, en el mismo hoyo de las agujas. La estocada de la feria. El toro se resistió a caer, pero estaba rodado. La oreja premió al presente y a la proyección de Román.
Negro de capa fue el tercer ‘miura’, el primero del lote de Román. Largo y alto como él solo. Pese a su gran corpulencia, el toro tuvo movilidad y a derechas quiso coger con cierto celo las telas. El joven diestro firmó una faena muy seria, de torero en sazón. Supo entender las distancias y alturas del toro para trenzar un par de tandas en redondo en las que condujo perfectamente la embestida. A izquierdas el toro era más probón en los cites y violento en los embroques. Tras un pinchazo y una estocada habilidosa, el valenciano saludó una ovación.
Más cuerpo que cabeza tuvo el primer toro de Miura. Sin emplearse en varas, el toro tuvo al menos la virtud después de embestir de forma templada por el pitón izquierdo. Fortes supo cogerle la distancia y el temple y por ese lado surgieron un par de tandas en el que fueron fundamentales el mando y la firmeza. El toro tendía a salir distraído, pero el malagueño fue paciente para llevarle metido en la muleta. Un pinchazo previo a una estocada caída dejaron el resultado final en una ovación de reconocimiento.
Se protestó en los primeros tercios la justeza de fuerzas del cuarto toro de Miura. Tuvo cierta nobleza el toro, pero siempre lastrado por esa falta de fortaleza y la sosería que tuvieron sus viajes. De nuevo Fortes dejó una buena sensación. Siempre muy atalonado, perfecto en los toques y corriendo la mano con la suavidad que demandaba la endeble embestida del toro. Faena de más fondo que forma. Pero dos pinchazos previos a la estocada letal enfriaron aún más a los tendidos de Vista Alegre.
El primero del lote de Juan Leal fue un animal con más seriedad por delante y que se movió con buen aire en los primeros compases de su lidia. Sin embargo, el francés, y como ya le vimos el pasado día de La Paloma en Madrid, decidió acortar distancias incomprensiblemente en la segunda tanda. Mucho valor, sí. Nadie lo duda. Pero un valor que no vino acompañado después de toreo. Sólo hubo trallazos por arriba haciendo pasar al toro sin ningún mando. Algo que no admiten los toros de Miura. Y no le perdonó éste, que lanzó por los aires al diestro galo. Media estocada dio paso a una petición de oreja que el palco no consideró que fuese mayoritaria. La vuelta al ruedo recompensó a Juan Leal.
Cambió el chip el torero francés con el manejable quinto. Le dio la distancia que requería para hilvanar tandas de intensidad creciente, ganando en limpieza también según fue transcurriendo el trasteo. El valor como base, pero esta vez al servicio del toreo. Fueron más rotundas las series por el pitón derecho, ya que por el izquierdo el toro se metía más por dentro. Pinchó antes de dejar una estocada en la que el toro se le venció. Tremendo el topetazo del que salió el toro muerto y el torero dolorido. Esta vez, la vuelta al ruedo tuvo peso.
Bilbao (Vizcaya), domingo 27 de agosto de 2017. 9ª de Feria. Un tercio de plaza.
Toros de
, correctos de presentación pero de desiguales hechuras y en la seriedad de sus cabezas. Manejable por el izquierdo el primero; con clase el noble segundo; manejable por el derecho el tercero; un cuarto con nobleza pero flojo; manejable en su altura el quinto; bravo el 6º, el mejor del conjunto.
Fortes, saludos y silencio.
Juan Leal, vuelta y vuelta.
Román, saludos y oreja.