8ª FERIA DE SAN ISIDRO

Ureña, mejor cuanto más natural

El murciano cortó la única oreja de una más que aprovechable corrida del Puerto de San Lorenzo

Paco Ureña con la oreja cortada este martes envió Las Ventas | PLAZA 1

Sixto Naranjo Sanchidrian

Publicado el - Actualizado

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Al reclamo de la festividad del Santo Patrón, la plaza de toros de Las Ventas registró su mejor entrada de Feria. Casi se llenó el coso. El tirón de San Isidro. Y la reivindicación desde los tendidos a cuenta de ese 10% de IVA que no llega a los toros por más que los empresarios recurran a argumentos peregrinos para no aplicarlo.

El primero de El Puerto salió embistiendo con ritmo y buen son al capote de El Fandi y se arrancó con alegría en los dos puyazos que tomó. Sin embargo, el toro perdió las manos cuando Paco Ureña abusó en el quite por gaoneras que le tocaba por turno. Después el granadino firmó un discreto tercio de banderillas, marrando el tercer par al violín, uno de sus puntos fuertes. Fandi volvió a mostrar su cara de siempre cuando aparece por Madrid. Mecánico y sin alma alguna. Faltó pulso para llevar más embebidas las nobles embestidas del toro del hierro salmantino mientras le aguantó el motor. Abrevió entre la indiferencia del público. 

El segundo, muy lisardón de hechuras, salió olisqueando el ruedo venteño. Se levantó el runrún en recuerdo de 'Opaco', el manso de Las Ramblas que levantó este lunes tanta polémica por su antirreglamentaria devolución. Éste de El Puerto sin embargo sí acudió a los engaños y tomó bien el capote de Paco Ureña cuando le enjaretó un buen ramillete de verónicas de saludo. Con ese aire trágico que arrastra la figura del murciano, se fue a brindar a los medios. La distancia en el cite y el toro embistiendo con franqueza y clase. A derechas no hubo entendimiento, pero lo encontró Ureña cuando cogió la zurda. Aunque un punto afectado en las formas, hubo naturales de profundo trazo por este pitón. Como después cuando retomó la diestra. Un redondo tornó casi en circular por la largura y cintura que imprimió el torero. Sin terminar de conjuntar una faena maciza pero con la gente en el bolsillo, Ureña se volvió a dejar el posible trofeo por el fallo a espadas. Un talón de Aquiles que en Madrid ya le ha costado más de un disgusto.

Más basto de hechuras fue el cuarto, un toro que no terminó de entregarse en varas pero que después rompió a bueno en la muleta. Se fue hasta terrenos del 5 Alberto López Simón para el inicio de faena. Solo una tanda duró en esos terrenos donde el animal del hierro salmantino embistió con repetición y buen tranco. Depués se lo sacó a los medios, donde el toro siguió embistiendo igual de bien. Un punto amontonado, Alberto supo ligar los muletazos. Y eso llega a los tendidos. Al natural bajó la intensidad del conjunto, que no del toro en sus viajes. Media estocada necesitó de varios de golpes de descabello. 

Con el manso cuarto, El Fandi se entonó en un tercio de banderillas marca de la casa. Se sacó a los medios al del Puerto, que embistió a oleadas y con el que nunca terminó de comprometerse David. Otra tarde más para no recordar nada del granadino en su paso por San Isidro.

Manseó también el quinto en los primeros tercios, pero como suele ocurrir con los toros de este encaste Lisardo-Atanasio, también tuvo sus opciones en el de muleta. A su altura, sin terminar de humillar, el de El Puerto permitió a Ureña levantar una faena en la que esta vez no forzó tanto la figura. Más natural, el de Lorca se pasó muy ceñido al toro por ambos pitones. La emoción la puso el torero cuando al toro le comenzó a faltar gasolina. Y un final de cercanías donde apuró lo que tenía el toro dentro. Una tanda al natural a pies juntos en el epílogo de la faena tuvo su mérito por ajuste y trazo. Como las manoletinas finales. Esta vez Ureña se aseguró la oreja al volcarse sobre el morrillo del toro. Salió volteado el murciano y el toro herido de muerte. La oreja fue justo premio. La naturalidad, esta vez, tuvo premio.

El sexto fue un tío. Cuajo y pitones dentro de unas hechuradas líneas propias de la ganadería charra. Otro buen toro que fue a caer en manos de un desdibujado López Simón, que nunca le cogió la distancia y la altura al toro. Que la faena comenzaba a espesarse y no cogía vuelo se notó en cuanto desde los tendidos se comenzaron a lanzar vivas a San Isidro y a España. Se llevó un achuchó Alberto cuando el toro le apretó en el primer intento de entrar a matar. Le cazó a la segunda aunque tuvo que utilizar de nuevo el verduguillo.

FICHA DEL FESTEJO 

Madrid, martes 15 de mayo de 2018. 8ª de Feria. Casi lleno.

, bien presentados, de distintas hechuras pero todos entipados. Buenos los tres primero por nobleza, clase y ritmo. Manso el cuarto. Manso pero manejable a su altura el quinto. Manejable pero a menos el sexto.

David Fandila El Fandi, silencio y silencio.

Paco Ureña, saludos tras aviso y oreja.

- Alberto López Simón, silencio tras aviso y silencio.