ALBACETE
Asprona, demasiada mediocridad
Cayetano y López Simón cortaron una oreja por coleta. El rejoneador Pablo Hermoso falló con los aceros.
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Con la máxima de que lo que mal empieza, mal acaba, no se fallará demasiado el tiro si concluimos que lo que regular empieza, regular termina. Y es que el festejo de la 48 edición de la Corrida de Asprona fue eso, un cartel atípico pero de poco relumbrón y con un difícil encaje que, como ya apuntaban las predicciones, no pasó de una entrada discreta pese al esfuerzo en promoción y difusión de la entidad. En lo artístico, poco que recordar por parte de los diestros, y en lo ganadero, salvo un toro con opciones, la corrida de Las Ramblas defraudó. Al hilo de esto, sobre el aforo cubierto, es pertinente sacar el tema del beneficio finalmente obtenido. Hasta la saciedad se ha repetido: las especies no pueden costar más que el guiso, esto es, hablando en plata, la partida de beneficios para Asprona y sus usuarios debe ser la mayor partida con mucha diferencia. Ni los honorarios de los toreros, ni tampoco de los ganaderos, deben ser una sangría para los ingresos, siendo necesario darle una vuelta al fin -y los medios- de este festejo. Que cada palo aguante su vela. Y que arda la vela mientras cera quede, que esperamos y deseamos sea para mucho tiempo.
Entrando en la parte estrictamente artística, comenzó la tarde con la suavidad en el recibo a caballo por parte de Pablo Hermoso, limpieza en general en los quiebros aunque el rejón de castigo quedó algo caído y delantero. Ya con las banderillas, la faena siguió por los mismos derroteros de temple y algunos momentos de ajuste destacables. Con “Brindis” bajó un punto su labor al partirse la banderilla y apuntar algún topetazo y toque de montura. Con las cortas, le pilló el tercer par en el cambio de tercio. Mató de rejonazo muy trasero y casi se descabelló solo el toro, lo que enfrió todo. Fue ovacionado el rejoneador estellés.
En el cuarto, recibió con “Barrabás” nuevamente con pausa y poso, continuando con “Disparate” en banderillas, haciendo un esfuerzo ante un toro con menor movilidad. Hubo adornos con “Dalí”, también un fallo con la banderilla, , las cortas con “Jabugo”, con susto y toque incluido, y colocando un rejón de muerte muy trasero, tres fallos más, y otro bajísimo.
Con el segundo de la tarde, hubo más ruido que nueces en el recibo de capa por parte de Cayetano. En varas, tardeó una barbaridad hasta que se arrancó cuando el picador giraba la montura, estando a punto de derribarle. Salió despavorido y la verdad es que apretó con fruición en el picador situado en la puerta de cuadrillas. Se dolió en banderillas, especialmente en el segundo par, arrancándose con cierta prontitud aunque en algún momento con embestida algo informal.
Ya en la muleta, hubo doblones por bajo como prólogo, continuando con un par de series intercaladas por ambos pitones con poco mando. Luego más series al natural despegado y a media altura, de poco contenido en general. Lo mejor llegó con una serie final en redondo a derechas más entonada. Se tiró a matar de forma muy defectuosa, saliéndose y pinchando trasero, aunque lo enmendó con otra entera de rápido efecto que le valió el primer trofeo de la tarde.
Poco que recordar del recibo capotero al quinto por parte de Rivera, siendo lidia con pies en movimiento casi en tablas del tendido 1. La doble vara atípica en el tendido 7 fue un trámite en todos los sentidos, igual que las banderillas. Tras el brindis al palco ocupado por Asprona y sus usuarios, la rajada condición, parada y a la defensiva, huidiza, Cayetano nada pudo hacer. Mató tras tres pinchazos, estocada habilidosa y dos descabellos.
El tercero no fue como su predecesor. Resultó parado, muy parado de salida. Nada más notar la puya, salió suelto, siendo picado por el otro picador en una vara donde no llegó a cumplir. En banderillas, se pusieron como se pudieron, dejémoslo ahí. Es decir, con varias pasadas en falso, algunas de una en una, etc. Ya con la muleta, López Simón, tras brindar al respetable, trenzó una faena con algunos pasajes templados pero poco emotivos por la escasa transmisión y menor casta del astado, las intermitencias en los pases y series, y la deficiente colocación inicial del diestro. Salvo una de circulares a diestras aprovechando la inercia de la embestida que fue más hilvanada, no se alcanzó una obra maciza. Mató de media atravesada y delantera, y un descabello, cortando una oreja.
Y en el sexto y último, sin entrega en capotes y haciendo sinfonía en el estribo al notar el roce de la puya, saliendo suelto, y luego empujando sin clase ni fe y con un solo pitón. En banderillas, vulgaridad. Así, no había nada que rascar con la muleta por lo que López Simón abrevió, cosa que se agradeció.
Albacete, 16 de junio de 2018. 48 edición de la Corrida a beneficio de Asprona. Media plaza.
Dos toros de
para rejones correctos de presentación. 1º, encastado y con movilidad; 4º, venido a menos. Cuatro de “Las Ramblas”, mal y desigualmente presentados, de feas hechuras. 2º encastado; 3º parado y descastado; 5º manso y rajado; 6º manso de nulo juego.
Pablo Hermoso de Mendoza, ovación y silencio tras aviso.
Cayetano, oreja y palmas.
López Simón, oreja tras aviso y silencio.
Incidencias: Se guardó un minuto de silencio en memoria de Dámaso González.