Daniel Luque resuelve con pundonor una deslucida "victorinada" en Valencia

El diestro sevillano Daniel Luque, que paseó la única oreja de la tarde, tiró de pundonor para salir airoso de la deslucida corrida de Victorino Martín lidiada este domingo en Valencia, en la que sus compañeros de terna no aprovecharon toros con mayores opciones.

Luque se llevó ese único trofeo de un sobrero de 615 kilos, que sustituyó a un hermano de camada que fue devuelto por sacar menos fuerzas aún que los otros dos toros lidiados en la primera parte de la corrida.

Ese sustituto amagó rajarse ya en cuanto el sevillano se le enfrentó con la muleta, por lo que todo lo tuvo que poner el matador, atacando en todo momento y fajándose con sus cortas embestidas hasta crear una faena impensable y que remató con una estocada algo contraria pero de perfecta ejecución.

Oreja merecida, por tanto, como lo hubiera sido la que Luque habría cortado también al quinto de no haberlo pinchado, pues con este también tiró de pundonor para, de mitad de trasteo en adelante, meterse entre los pitones y transmitir al tendido una emoción que no logró al torear de forma liviana al de Victorino por el más que potable pitón derecho.

En cambio, el lado bueno del cuarto de la tarde, por la clase y la profundidad con la que embistió, fue el izquierdo, hasta el punto de ofrecer una clara oportunidad de triunfo que Antonio Ferrera, despegado, sin mando y sin fibra, no terminó de aprovechar.

El diestro extremeño, que como dato anecdótico sacó un singular capote de brega de seda azul añil y vueltas celestes, tuvo una actuación algo desconcertante, no tanto con el flojo y descastado primero, con el que abrevió, sino con ese excelente cuarto al que pasó con una incoherente superficialidad, aparente en las formas pero sin apuesta real en ningún momento.

Roman, por su parte, dio una preocupante impresión ante sus dos toros, pues, con una clara falta de ideas, obligó de más y sin sentido a su primero, un animal noble pero derrengado de cuartos traseros, y se vio totalmente desbordado por el avacado sexto, que sacó temperamento y le tuvo a su merced en varias ocasiones.

El valenciano quiso hacer un esfuerzo con este, solo que sus buenas intenciones se diluyeron a medida que se vio incapaz de asentarse y de llevar medianamente sometidas esas fuertes arrancadas, que, casi tres horas después del paseíllo, pusiern punto final a otra corrida plomiza y de excesiva duración.

Valencia, domingo 13 de marzo de 2022. 2ª de Feria. Más de un tercio de plaza (unos 3.500 espectadores)

Toros de Victorino Martín, todos cinqueños, (el 2º lidiado como sobrero, sustituto de un titular devuelto por inválido), de buena y seria presentación, aunque desiguales de cuajo y alzada. Los tres primeros resultaron descastados y afligidos, mientras que los tres últimos dieron opciones de triunfo, especialmente el cuarto, por su clase y entrega.

Antonio Ferrera, silencio y silencio tras aviso.

Daniel Luque, oreja tras aviso y ovación tras aviso.

Román, ovación tras dos avisos y silencio tras dos avisos.