LOGROÑO

A hombros la torería de Diego Urdiales y la gracia de Pablo Aguado

La cuarta de abono en San Mateo dejó la puerta grande para Urdiales y Aguado pese a la falta de casta y fuerza de los toros de Victoriano del Río.

Pablo Aguado y Diego Urdiales en su salida a hombros este martes en el coso de La Ribera

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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El Juli, en el primero, prácticamente no pudo ni estirarse. Fue un toro muy parado, que tan solo cumplió en varas y donde lo único aplaudido fue un quite por chicuelinas a cargo de Diego Urdiales. Fue una faena muy corta, que finalizó con un pinchazo hondo y un golpe de verduguillo.

Urdiales se aseguró la puerta grande en el primero de su lote, con un toro noble y algo tardo. El inicio fue muy torero, con pases ayudados por alto, con trincheras y pronto ya todo se hizo en los medios. Dejó series por ambos pitones sin obligar y, aunque no hubo la rotundidad de otras tardes, el público siempre estuvo de su parte. La estocada, arriba, debió ser determinante para que el palco sacase el segundo pañuelo.

"Gorrión" era el nombre del tercero, que fue protestado en varas. El palco lo aguantó en el ruedo y pareció venirse arriba. Aguado lo hizo todo con mucho tiento y sin quebrantar, andando en torero y dando mucho tiempo entre series.

La plaza rompió en una serie en redondo con gracejo y arte, y una serie al natural. La estocada fue de efecto fulminante, lo que motivó que el palco le concediera excesivo premio.

El cuarto ha sido un toro disperso, un manso con fondo, pero toreable, que encontró la técnica poderosa de "El Juli". La raza del torero madrileño presagió no querer quedarse sin salir a hombros, empresa que ha habían conseguido Urdiales y Aguado.

"El Juli" tiró de técnica y continuidad jugando perfectamente los terrenos. Dominado el rajado animal, le sacó series por ambos pitones, pasándoselo muy cerca. A base de insistir, se ganó al aforo logroñés. Todos empujaron el estoque que, hasta por dos veces, se negó a entrar. Cuando "El Juli" agarró la estocada ya se había esfumado el premio y, con todo, recibió una gran ovación.

Los dos últimos de Victoriano fueron dos auténticos inválidos. En el apartado de Diego solo se puede destacar dos buenos pares de El Víctor para, luego, ser todo un querer y no poder. Toro protestón y que no pasa, con lo que Diego desistió, dejando después otra gran estocada. Silenciada su labor y pitado el astado.

Del último de Aguado, igualmente, dos grandes pares de Iván García, quien tuvo que saludar y, el resto, fue más del condicionante de la tarde.

Un Aguado que intentó consentir a un animal claudicante y de complicada empresa. Nunca pudo ligar dos pases y fue invitado a desistir. Desafortunado con los aceros, dejó un pinchazo hondo y varios desabellos. El de Guadalix también fuertemente pitado.

Logroño, martes 24 de septiembre de 2019. 4ª de abono. Tres cuartos de plaza.

Toros de 

, faltos de casta y fuerza en general. Deslucido y sin casta el primero; nobles y tardos el segundo y tercero; manso con fondo el cuarto; y dos auténticos inválidos el quinto y sexto.

El Juli, silencio y saludos.

Diego Urdiales, dos orejas y silencio.

Pablo Aguado, dos orejas y silencio.

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