MADRID

Jorge Martínez y una vuelta al ruedo de las de toda la vida

El novillero murciano dejó los momentos más lucidos de una novillada deslucida con los hierros de Valdellán y López Gibaja.

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Sixto Naranjo Sanchidrian

Publicado el - Actualizado

4 min lectura

La segunda novillada de la Feria de Otoño anunciaba a dos de los destacados del inicio de temporada junto un debutante. Regresaban a Las Ventas Diego García tras su discutida Puerta Grande el 1 de mayo, y Jorge Martínez, al que le birlaron una oreja en la pasada Feria de San Isidro y este viernes otra tras no atender el desnortado palco venteño una petición que pareció mayoritaria desde el tendido. Otra cuestión es dónde está el listón para otorgar premios en Madrid. Porque el premio final para el murciano, una vuelta al ruedo, recordó a las vueltas al ruedo de toda la vida en Las Ventas. Una faena entonada aunque sin terminar de ser rotunda que no valía para la oreja, pero que sí servía para el reconocimiento de recorrer el anillo venteño de forma unánime. También la falta de rumbo y exigencias en los tendidos se hacen patentes un día sí y otro también en el coso madrileño. Al balance final del festejo tampoco ayudó una novillada descabalada y muy terciada de Valdellán que fue remendada por dos ejemplares de López Gibaja tras un baile de corrales que no auguró nada bueno después.

Quien no tuvo suerte ni dejó una imagen solvente en la tarde de su presentación en Las Ventas fue Yon Lamothe. Se protestó con razón el liviano primer novillo, un ejemplar de un trapío muy justo para Madrid que se comportó de forma correcta sin más en el tercio de varas. El francés estuvo correcto, pero algo amontonado. Sumó muchos pases, pero dijo muy poco, incluso se le vio superado por la movilidad del ejemplar del hierro leonés. Se lo quitó de enmedio de una estocada caída y baja.

El cuarto, con más seriedad por delante y más cuajo por detrás, fue otro utrero de escasa entrega con el que Lamothe estuvo más firme de plantas, pero sin terminar de redondear nada en una labor anodina y de escasa sustancia. Lo despenó de una estocada casi entera desprendida.

El segundo, primero del lote de Diego García, resultó otro novillo impropio de Madrid. Sin perfil ni cuerpo para la exigencia mínima de la plaza y además con una justeza de fuerzas que le hizo tambalearse en el alambre de la devolución tras su paso por el caballo. Después de movió de forma informal en la muleta del novillero madrileño, que lo probó en una faena demasiado larga para las prestaciones de su oponente. Lo avió de una estocada caída casi entera.

El quinto lució el hierro de Antonio López Gibaja y se comportó de forma correcta en todos los tercios. Cumplió en varas y se desplazó con largura en el de muleta. Se midió mucho al novillero de Sanse, que estuvo pulcro en las formas aunque faltó un punto más de apuesta en la colocación, algo que en Madrid no se perdona. Como tampoco el apagón que sufrió cuando montó la espada en reiteradas ocasiones sin resultados toricidas. Con el tercer aviso cerniéndose ya de forma apremiante, lo cazó con el descabello a la desesperada.

El novillo de más entidad de la primera mitad del festejo fue el tercero, un novillo con calidad en sus embestidas pero que estuvo lastrado por su justeza de fuerzas. Jorge Martínez tiró de temple para primero sostener al utrero de Valdellán y después, apretarle en un final de faena de mucho pulso al natural de gran tacto y profundidad. Fueron dos tandas, pero que resultaron de gran calado en los tendidos por el trazo y la dimensíon de los muletazos. Una coda final por ayudados y una estocada baja que resultó letal dispararon una petición de oreja que pareció mayoritaria, pero que el palco no atendió. La vuelta al ruedo, como deciamos al principio, fue premio cabal a esas dos series de tan buen concepto.

Hasta tres animales de López Gibaja tuvo que parar Martínez en sexto lugar. Y a cuál más inválido. Se devolvieron el sexto y el primer sobrero y buen pudo correr la misma suerte el segundo sobrero. Éste aguantó a duras penas, pero se movió sin gracia ni clase. El novillero porfió con oficio pero la faena no cogió vuelo en ningún momento.

Madrid, viernes 6 de octubre de 2022. 3ª de Feria. Un tercio de plaza (12.216 según la empresa)

Cuatro novillos de

, de variadas hechuras aunque varios por debajo del mínimo exigido en Madrid. También de juego desigual. Sin entrega los dos primeros y el cuarto. Con clase aunque de contado poder el tercero. Dos novillos de

(5º y 6º tris), bien presentados aunque de desiguales hechuras. Manejable el quinto y flojo y sin clase el sexto tris.

Yon Lamothe, silencio y silencio.

Diego García, silencio y silencio tras dos avisos.

Jorge Martínez, vuelta tras petición y silencio tras aviso.

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