Juan Pablo Sánchez corta una oreja en el regreso de los toros a La México

Después de veinte meses y catorce días se reabrió la Monumental Plaza de Toros México, con la Corrida Nocturna de las Luces precedida con la Procesión de la Virgen del Rosario. Los matadores y las cuadrillas partieron plaza desmonterados en homenaje a las víctimas de la pandemia.

Abrió el festejo el tlaxcalteca Uriel Moreno «El Zapata» (purísima y oro) con «Rafio» de Rancho Seco, número 138, berrendo en cárdeno obscuro bragado meano caribello y cornipaso con 492 kilogramos, lo recibió con verónicas, llevó hacia el caballo por chicuelinas y quitó por gaoneras. Banderilló, dejando su par «El Monumental» dando glamorosa vuelta al ruedo. Le brindó al cónclave capitalino que casi llenó el numerado, para ejecutando un péndulo en los medios, derechazos, un molinete y el de pecho, naturales no de igual manufactura, por lo que volvió a muletearlo con la diestra, con la toledana dejó una estocada para escuchar palmas y silencio al toro en el arrastre.

El mexiquense Ernesto Javier Tapia «El Calita» (azafata y oro) con «Resplandor» de La Joya, número 289, colorado ojos de perdiz bragado y cornidelantero con 537 kilogramos y nacencia en enero de 2017, verónicas y una media para cartel de recibo, llevó hacia el caballo por chicuelinas andantes y tumbo al picador Omar Morales. Brindó a todos para ejecutar un péndulo en los medios y derechazos dándose un arrimón estocada en los terrenos cambiados para escuchar silencio y palmas al toro.

El aguascalentense Juan Pablo Sánchez (malva y oro) con «Acitrón» de Jaral de Peñas, número 147, burraco botinero bragado meano y bien puesto con 502 kilogramos y nacencia en julio de 2016, verónicas de recibo, quitó por estatuarias gaoneras e invitó a Sergio Flores a quitar por entreveradas chicuelinas y tafalleras. Le brindó a su apoderado Alfredo Gutiérrez, para dar derechazos de hinojos y después una faena con muletazos de todas marcas, coronada con una certera estocada para cortar una merecida oreja, que le otorgó el Juez de Plaza Don Enrique Braun y su Asesor Don Juan Vázquez y le entregó el alguacilillo Arturo Ramos. Palmas al toro en el arrastre.

El tlaxcalteca Sergio Flores (azul rey y oro) con «Don Raúl» de Los Encinos, número 45, negro bragado meano y paliabierto con 495 kilogramos y nacencia en julio de 2017, verónicas de recibo. Brindó al Cielo por los ganaderos Muñoz Cano de la ganadería de Caparica. Con la pañosa poco pudo hacerle a un toro engatillado que le embistió a regañadientes y finiquitó de una estocada caída para escuchar silencio y pitos al toro.

El aguascalentense Luis David Adame (albo y plata) con «Suspiro» de José María Arturo Huerta, número 422, cárdeno obscuro listón bragado meano y cornivuelto con 492 kilogramos, protestado por el público por su escaso trapío, capotazos e invitó a Leo Valadez a quitar por chicuelinas al unísono. Sin brindar, muletazos abucheado por el tendido por lo que cortó por lo sano, pinchazo y media estocada, para ser pitado, escuchando un aviso y pitos al toro.

Cerró el festejo el aguascalentense Leo Valadez (gris perla y oro) con «Barbacana» de Pozo Hondo, número 52, cárdeno obscuro facado bragado meano y cornivuelto con 517 kilogramos y nacencia en noviembre de 2016, decidido se fue a esperarlo de hinojos en los medios, dándole una larga cambiada y de pie, caleserinas ; quitó por chicuelinas rematadas con una luminosa revolera. Banderilló, dejando tres pares al cuarto. Brindó al Cielo, para muletearlo a media altura, un trincherazo y nada más que contar, cortó por lo sano, pero mal con el acero: cuatro pinchazos con un entreverado aviso, para escuchar conventual silencio y pitos al toro.

Ciudad de México (México), sábado 30 de octubre de 2021. 1ª de la Temporada. Corrida Nocturna de las Luces. Casi lleno en el aforo numerado.

Toros, por este orden, Rancho Seco, La Joya, Jaral de Peñas, Los Encinos, José María Arturo Huerta y Pozo Hondo, destacando segundo y tercero.

Uriel Moreno «El Zapata», palmas.

Ernesto Javier Tapia «El Calita», silencio.

Juan Pablo Sánchez, oreja.

Sergio Flores, silencio.

Luis David Adame, pitos tras aviso.

Leo Valadez, silencio tras aviso