EL PUERTO (CÁDIZ)
El Juli y Alejandro Talavante salvan la tarde "torista" de La Quinta
La esperada corrida de La Quinta defraudó aunque enlotó un buen toro, el cuarto, premiado con la vuelta al ruedo.
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Segunda del abono en El Puerto y, por segundo día consecutivo, solo media entrada con un otro cartel de figuras y con el aliciente "torista" de ver anunciada por primera vez en esta plaza a la ganadería de La Quinta, que venía supuestamente en un momento dulce y llegaba, además, con el reciente indulto de uno de sus toros en la feria de Santander. Lástima que hoy no fuera igual...
"Santacolomas" en el albero y mucho cemento en el tendido con un cierto desencanto de una empresa que para el poco tiempo que ha tenido para montar una temporada lo ha hecho con nota alta. El público, que es el que sostiene el espectáculo, no debe de haber pensado lo mismo.
El primero de la tarde ya exhibió mucha clase en las verónicas que le ejecutó El Juli. Se rebosaba y se desplazaba con buen son. Llegó después al último tercio con mucha bondad y ahí estaba la muleta del madrileño para desplazarlo con temple y sin atacarle mucho, en una faena conservadora, aunque medida y muy inteligente, y con pasajes de cierta estética. Cortó una oreja.
En el cuarto firmó Juli un gran saludo capotero, además de un quite por ajustadas chicuelinas. Brindó al público el madrileño y el runrún en la plaza hacía presagiar lo que luego ocurrió: una gran faena de principio a fin.
Desmayado y por redondos arrancó Julián su actuación ante un toro que tendía a salirse suelto. Pero lo supo meter en la muleta al torero llevándolo muy templado y, sobre todo, muy tapado, que solo viera tela el "santacoloma", al que acabó "crujiendo" al natural, sobre todo con un muletazo tan largo que se transformó en un redondo entero.
Toreo al ralentí, paladeando cada embestidas del animal, que acabó rompiendo a bueno en la muleta de Julián López, que, tras una certera estocada, cortó dos orejas. Lo que ya se explica menos fue la vuelta al ruedo al toro teniendo en cuenta esa tendencia a mirar siempre de reojillo las tablas.
Lo mejor y más destacado de la primera labor de Manzanares al segundo fue el recibo por lentas y arrebujadas verónicas. Pero no hubo más "santacoloma" echó el freno y el alicantino, siempre al hilo del pitón, no sacó nada lucido, de ahí que optara por desistir después de que también el público se lo pidiera. Gran estocada final y ovación desde el tercio.
Su segundo también fue muy protestado por el sector duro de la plaza. El toro se quedaba muy cortito y no decía absolutamente nada; Y Manzanares anduvo nuevamente perfilero en un trasteo ayuno de lucimiento y emoción. Para colmo esta vez no anduvo nada acertado con los aceros.
Talavante tampoco tuvo tela para cortar en su primero, un toro que muy justo de todo, de fuerzas y de raza, y que llegó a la muleta totalmente desfondado. El extremeño lo muleteó pero sin decir gran cosa a lo largo de un trasteo horrorosamente abrochado con la espada.
En el sexto, en cambio, se redimió Talavante para, tras un vistoso quite por chicuelinas, llevar a cabo una faena muy lucida ante un toro que tampoco fue un dechado de bravura. Después de un prólogo muy torero, las primeras tandas por el derecho -cortas obligatoriamente- tuvieron sabor, como también el toreo por naturales, hondo y muy templado. Cortó dos orejas tras un efectivo espadazo.
El Puerto de Santa María (Cádiz), domingo 31 de julio de 2022. 2ª Temporada. Media plaza.
Toros de La Quinta, desiguales de presentación y muy bajos de raza en general. Solo se salvó de la quema el cuarto, "Aventurero" de nombre, número 30, cárdeno, de 520 kilos y nacido en octubre de 2017, premiado con la vuelta al ruedo.
Julián López "El Juli", oreja y dos orejas.
José María Manzanares, ovaicón y división tras aviso.
Alejandro Talavante, silencio y dos orejas.