Madrid - Publicado el - Actualizado
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Para este lunes esta pautada la intervención quirúrgica del diestro tachirense Manolo Vanegas, lo que sería de vital importancia porque se estaría evaluando con exactitud el alcance de los daños ocasionados por la espectacular voltereta sufrida el pasado miércoles cuando toreaba a puerta cerrada un toro en la salmantina Plaza de Toros de Ledesma. Desplazamiento de las vertebras C4 Y C5, con paraplejia de extremidades inferiores y superiores rezaba el parte medico ofrecido por los galenos en la UCI del hospital Virgen de la Vega de Salamanca donde ha estado hospitalizado el mencionado coleta.
Apenas un ligero movimiento de la muñeca, la pierna derecha no la mueve y la izquierda mínimamente, si acaso un poco la rodilla. La inflamación hace ser cautos en todos los pronósticos. "Está totalmente inmovilizado, tiene como una corona de hierros anclados al cráneo que le inmovilizan y le estiran el cuello para evitar que esas vértebras le presionen constantemente la médula", explica el matador Domingo López Chaves, quien fue su “padre” viéndole torear en Táriba hace varios años, llevándoselo a España donde se ha cuajado como novillero y luego como un matador de promisorio futuro, en especial en suelo galo, donde se ha hecho un gran cartel Vanegas.
"La esperanza es que mueve ligeramente un brazo y una pierna, lo preocupante es que no los siente". La cara destrozada por la paliza del toro, totalmente inmovilizado, sin sentir apenas casi ninguna de sus cuatro extremidades, con la incertidumbre de no saber qué va a pasar de ahora en adelante, nada más entrar en la habitación Vanegas le preguntó a su maestro: "¿Cómo estuve con el toro?", señala el Lopez Chaves en completa entrevista en el diario Gaceta de Salamanca.
A López Chaves se le cae el alma a los pies. Suspira en cada una de las frases. Es la mentalidad de los toreros. Mientras escucha las palabras de su discípulo roto: "Yo creo que la temporada se me ha terminado...", le dijo también Vanegas a Chaves, antes de mostrarle otra preocupación: "¿Qué van a pensar mis jefes?".
Y es que Manolito, como le llama Lopez Chaves constantemente por la cercanía y el cariño que le tiene, había comenzado a trabajar hace unas semanas en el campo, en una finca de reses bravas cercana a Ledesma. Los toreros que no torean todo lo que desean tienen que ganarse la vida y que mejor cerca y delante del toro.
Después de ser operado este lunes, le trasladarán al hospital de parapléjicos de Toledo para seguir allí la recuperación, que se antoja larga y en especial con la ilusion que no deje secuelas, las mismas que de remitir le devolverían la ilusion de vestirse de luces.