Pablo Aguado y Jandilla, una combinación infalible y triunfal en Ubrique

La temporada 2021 se iniciaba este sábado en Ubrique para poder cerrar lo que quedó inconcluso el año pasado, la llamada Gira de Reconstrucción. Un año ha pasado desde que se decretó el Estado de Alarma por culpa de la pandemia de la Covid-19 y un año en el que el toreo y sus gentes poco o nada han trabajado para dotar a este espectáculo de un plan de viabilidad de cara al futuro.

A la espera de una normalidad que tardará en llegar, y con un 2021 taurino al que todavía se le atisban más sombras que luces, Pablo Aguado descorchó la temporada con un triunfo que nos trajo aromas de ese toreo tan personal que estremeció a la afición maestrante con los toros de Jandilla en esa inolvidable primavera de 2019.

Trajo buenas hechuras el primero, un toro al que Pablo Aguado recibió con notables lances a la verónica por ambos pitones. Se dejó mucho el animal en el último tercio, al que el sevillano hilvanó una faena liviana en mando, sin terminar de meterse con un toro que fue a más en la faena de muleta, con prontitud y humillación en sus embestidas. Hubo algún detalle suelto dentro de un conjunto que no rompió nunca. Desprendida la estocada y muerte de bravo del ‘jandilla’. Asomaron un puñado de pañuelos para premiar al torero, que después fue silenciado.

Más anovillado de cuerpo y cara fue tercero, un astado que rompió a embestir con temple y entrega. Aguado esta vez tuvo otra actitud. Se vio ya en el quite por chicuelinas que firmó tras el tercio de varas y un en un inicio de faena muy torero por bajo. Se explayó en series de gran limpieza y esa naturalidad tan suya. A derechas acompañando con pecho y cintura, y al natural, con una despaciosidad que ralentizaba la embestida del de Jandilla. Una tanda a pies juntos reunió ajuste y armonía en el trazo a partes iguales. Media desprendida necesitó de un golpe de descabello. Las dos orejas premiaron lo realizado por Pablo Aguado mientras ‘Jaramago’ tuvo como premio la vuelta al ruedo póstuma.

Rafael Serna se las vio como primero de su lote con un toro de buena condición con el que estuvo frío y mecánico. Sumó muchos pases el hispalense, pero dejó escaso poso lo que realizó. Pero como la estocada, que cayó contraria, fue efectiva, fue recompensado con una oreja de poco peso.

El cinqueño que cerró el festejo fue el ejemplar más destartalado del envío de Jandilla. Un toro que se fue protestado por sus movimientos desacompasados en los primeros tercios. Serna sostuvo a base de temple al toro para después aprovechar el notable pitón izquierdo que tenía el astado. Tuvieron largura y profundidad los naturales que firmó el joven diestro sevillano. El fallo a espadas le alejó de redondear el triunfo.

Ubrique (Cádiz), sábado 13 de marzo de 2021. Gira de Reconstrucción 2020. Lleno de ‘No hay billetes’ sobre el aforo permitido.

Toros de

, de correctas aunque desiguales hechuras, poco ofensivos de pitones y de buen juego en conjunto. Noble y a más el primero; un segundo manejable; con profundidad y clase el tercero, ‘Jaramago’ de nombre premiado con la vuelta al ruedo; con un buen pitón izquierdo el limitado cuarto.

Pablo Aguado, palmas tras leve petición y dos orejas.

Rafael Serna, oreja y silencio.