El maestro Paco Camino cumple sesenta años de su alternativa en Valencia

Paco Camino ecibió los trastos de manos de Jaime Ostos y en presencia de Mondeño, mientras que los toros pertenecían al hierro de Urquijo y el neófito cortó un trofeo de cada uno de sus enemigos.

Camino nació en Camas el 15 de diciembre de 1940 y desde muy pequeño se familiarizó con el ambiente taurino, ya que su padre había llegado a torear como novillero bajo el apodo de Rafaelillo de Camas antes de acompañarle en calidad de banderillero en sus primeros escarceos toreros.

Vistió su primer traje de luces en la localidad onubense de Cumbres Mayores en 1954 junto al que luego sería su compadre y compañero de tantas y tantas tardes, el diestro sevillano Diego Puerta.

El gran lanzamiento de Paco Camino llegaría después de su debut con picadores en la plaza de Zaragoza, el 7 de septiembre de 1958, abriendo una meteórica y sobresaliente trayectoria como novillero.

Esos éxitos novilleriles son los que le pusieron a las puertas de su alternativa valenciana celebrada en la inusual fecha del 17 de abril de 1960 -Domingo de Resurrección aquel año- al calor del alboroto montado por sus triunfos.

Paco Camino, junto a diestros como El Viti o Diego Puerta será uno de los puntales imprescindibles de una nueva era del toreo que estaba empezando. Se instaló pronto en las ferias y la crítica del momento le definió como un virtuoso en el manejo del capote y de la muleta además de un as de la espada.

Un año después de la alternativa, el 19 de abril de 1961, llegó su presentación en la Maestranza sevillana actuando junto a su admirado Antonio Ordóñez y Mondeño. Aunque cortó una oreja en aquella Feria de Abril, Camino nunca llegó a entrar por completo en el coso sevillano.

Ese mismo año, el 12 de mayo, confirmó su alternativa en Madrid de manos de Julio Aparicio y en presencia de José María Clavel, pero la plaza de Las Ventas, que con el tiempo se convertiría en uno de los escenarios fundamentales de su carrera, se le acabó resistiendo.

En 1961 fue su primera temporada completa como matador, que fue especialmente sangrienta pero certificó una de las cualidades del torero: su valor a prueba de cornadas.

En 1962 instrumenta una de las mejores faenas de su vida al toro ‘Traguito’, en México, creando un estado de conmoción muy similar a la presentación de Manolete.

La década comprendida entre 1967 y 1977 puede considerarse la de su gran plenitud. En 1970 se encerró con seis toros en Las Ventas cortando ocho orejas con una absoluta superioridad profesional que terminó por consagrarle como figura histórica.

En aquellos años viviría uno de los mayores reveses de su vida, la muerte de su hermano Joaquín, banderillero en su cuadrilla, que resultó herido de muerte en Barcelona.

Su carrera está salpicada de graves cornadas, y fue la más grave la recibida en 1980, recién reaparecido, en el ruedo de Aranjuez.

Camino cerró su andadura como profesional del toreo alternando con Capea y el Soro en Valladolid el 23 de septiembre de 1983, pero aún se vistió de luces una vez más junto a Miguel Báez Litri para dar la alternativa a sus respectivos y famosos hijos, el 28 de septiembre de 1987 en Nimes.