7ª FERIA DE SAN ISIDRO
Revista de prensa: Ni toros, ni toreros... ni palco
Consulta en cope.es las principales crónicas publicadas sobre el séptimo festejo de la Feria de San Isidro.
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"Cuando la cantidad no es sinónimo de calidad", por Sixto Naranjo (COPE.ES)
El cuarto salió sin querer ganas de pelea. Cuál buey asustadizo cuando le plantas cara. Así reaccionó cuando la cuadrilla de David Mora le presentó los engaños cuando salió de chiqueros. El palco, contraviniendo el reglamento, lo devolvió sin argumentos a los que agarrarse. El sobrero lució el hierro de José Cruz, un viejo conocido en los programas de mano desde que comenzó la temporada en Las Ventas.
"Los mansos también tienen su lidia", por Andrés Amorós (ABC)
La anécdota insólita: el cuarto toro, enorme (parece ese buey Apis egipcio, citado en «Luces de bohemia»), no quiere pelea, huye a chiqueros, regatea a los diestros como si fuera un gambeteador, nadie se le acerca y el presidente lo devuelve. ¡Asombroso! Tenían que haber intervenido banderilleros y picadores para comprobar el grado de mansedumbre: así se ha hecho siempre.
"La estafa de dar buey por toro", por Zabala de la Serna (EL MUNDO)
El suceso de la tarde los protagonizó el presidente Jesús María Gómez: asomó el pañuelo verde para un buey de 601 kilos que se asustaba de capotes y de su sombra emplazado en los medios. No dio paso ni a los caballos para devolverlo. Si la decisión respondió como rechazo a su mansedumbre, muy mal.
"Unos gigantones para el olvido", por Patricia Navarro (LA RAZÓN)
"Opaco” vino a Madrid a pasearse. Lo tenía claro. Salió al ruedo en cuarto lugar. Sorteado por David Mora. Ya se le vieron las maneras nada más asomar por toriles. Como quien se despierta de la siesta y se enfrenta, de pronto, sin cafelito de por medio, a 20.000 personas. Una locura. Desidia debió sentir. Pereza total. Atolondrado.
"Fuera del palco", por Antonio Lorca (EL PAÍS)
En contra de toda norma, decidió devolver el toro a los corrales, lo que provocó el lógico enfado del respetable, que le dedicó una sonora bronca. Todo toro manso tiene su lidia; lo que no tiene solución es un presidente incompetente dispuesto a pasar a la historia por una decisión tan sorprendente como sonrojante.
"El desencanto de David Mora con los 'curvys' de Las Ramblas", por Juan Diego Madueño (EL ESPAÑOL)
El toro siguió danzando cortando el viento con la media luna afiladísima que cercaba el terreno a su alrededor. David Mora hacía gestos diciendo que no veía. Un año después el mismo presidente volvió a sentir compasión de él. Lo devolvió y a los cabestros sí se tiró. Una decisión insólita y errónea. Ya van muchas cagadas esta feria. "Fuera del palco", gritó el gentío.
"Toros para las calles", por Paco Aguado (EFE)
En vez de en la primera plaza del mundo y en la feria más decisiva de la temporada, la corrida que hoy soltó en Las Ventas la divisa de Las Ramblas, y que eligió la empresa, hubiera lucido más y mejor en las calles de cualquier pueblo de Levante, en uno de esos miles de festejos populares donde gustan de astados tan aparatosos como los que hoy salieron por los toriles de Madrid.
"Escandalosa devolución de un toro por manso", por Carlos Ilián (MARCA)
En la tauromaquia el manso tiene también su lugar y su lidia. El manso se castiga con banderillas negras. El manso. a veces, se viene arriba en la muleta y hay, para el recuerdo, faenas memorables a toros mansísimos, como aquella inolvidable de Paco Camino a un toro del Jaral de la Mira allá en el San Isidro 1975 que ha quedado en los anales de esta plaza.
"Madrid admite el pulpo como animal de compañía", por Ismael del Prado (MUNDOTORO.COM)
Admitido el pulpo como animal de compañía, pasamos a la fase siguiente del animalismo que es llamar toro de lidia a lo que sólo es un exceso. Un exceso inmenso tan cotidiano como no demandado por nadie. El canal de la corrida de hoy termina con el hambre de Etiopía de un año. Un chiste malo, dentro un modelo de tauromaquia donde el toro vive sin respeto, sacado de tipo -ya nos dirán que tiene que ver esto con su origen genético de Salvador Domecq- en lo absoluto.
"Un buen sobrero de José Cruz destaca en Madrid", por Gonzalo I. Bienvenida (APLAUSOS.ES)
Inexplicablemente el presidente Jesús María devolvió el cuarto toro de la tarde. Un ejemplar de Las Ramblas estrechón pero con mucha cara, que parecía de Samuel Flores. El toro se emplazó, huyó de los capotes y por eso el usía decidió asomar el pañuelo verde. Lamentable. Todos los toros tienen su lidia aunque la tendencia actual de la Fiesta nos lleve a pensar que sólo existe un tipo de tauromaquia.
"Lo 'Cortés' quita lo cobarde", por Marco Antonio Hierro (CULTORO.COM)
Calculó mal porque no sabía la repercusión que su decisión podía acarrear –máxime después de lo del pasado viernes- pero sobre todo calculó mal porque no sabía que Cortés, que así se llamaba el sobrero de José Cruz que saltaría en lugar del manso, no quitaría lo valiente, como dice el refrán, sino lo cobarde.