COLOMBIA

Rivera y Castrillón brillan en el día de la 'oportunidad colombiana' en Cali

Los seis toreros colombianos del cartel se enfrentaron una seria y desigual corrida de la ganadería local de Achury Viejo.

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Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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El cupo a disputar era la presencia del festival en la Feria de Cali, pero en realidad lo que parecieron jugarse los toreros colombianos fue el derecho a tener la libertad de hacer lo que les gusta y por lo que viven, torear.

Y así, entre las luces y las sombras de cada turno, Ricardo Rivera y Luis Miguel Castrillón marcaron diferencia, sin desconocer los méritos de sus alternantes.

Todo comenzó con un tío con toda la barba, el primero de todos. Capote en mano, Rivera le enseñó el camino a seguir por abajo. Lo mismo sucedió con la muleta, de donde, por momentos, brotaron arte y sentimiento. Más caros aún los dos cuando las distancias se hicieron estrechas. Faena con la intensidad del amor propio pero sin el final que merecía, por culpa de la espada. Ovación tras aviso.

José Arcila navegó con el viento a contracorriente. El suyo, segundo de la tarde, no quiso dejarse ver por el pitón izquierdo y además se entretuvo con todo lo que no era importante. A punta de técnica, el de Manizales quiso sacar algo del pozo. Igual, las cosas no cambiaron. Palmas tras aviso.

En la justa medida de la media altura, Luis Miguel Castrillón encontró la horma de tiempos y distancia para hacerse, no sin temple y armonía, al mando del tercero, toro que fue de menos a más para brillar. Eso sí, sin tocar los terrenos de la trascendencia. Vuelta al ruedo al torero de Medellín, tras aviso.

Franco Salcedo y el de su turno, cuarto de la corrida, hablaron lenguajes diferentes. Más allá de la voluntad del diestro, poco para decir. Aparte de un buen espadazo.

Frente al mirón quinto, Rocío Morelli pasó dificultades, sin amilanarse, tal cual lo advirtió desde que se puso a porta gayola para recibirle. Palmas sucesivas al primer aviso.

El castaño sexto se paró casi de salida. El planteamiento de Sebastián Hernández al ponerse en corto para provocar las embestidas no rindió frutos pero dejó testimonio de su entrega. Palmas.

Se echó un eral de Salento para Cristian Restrepo, becerrista en trance de novillero. Palmas.

Toros de

, bien presentados, aunque desiguales. Importantes primero y tercero. Los demás, sin trascender.

Ricardo Rivera, ovación tras aviso.

José Arcila, palmas tras aviso.

Luis Miguel Castrillón, vuelta al ruedo tras aviso.

Franco Salcedo, palmas.

Rocío Morelli, palmas.

Juan Sebastian Hernández, palmas.

El becerrista Cristian Restrepo, palmas.

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