ESTADÍSTICAS
San Isidro en el siglo XXI, un camino hacia un fin de ciclo anunciado
Analizamos con datos la presencia de los de luces en las diecinueves ferias de San Isidro que se han anunciado durante el presente siglo.
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Unos las firman y otros las torean. Un dicho popular en el mundo del toro que es capaz de arreglar o de cargarse una feria. Cuando llega la primavera, Madrid presenta su feria de San Isidro y genera un río de opiniones, generalmente negativas. Luego llega mayo y el toro pone a cada uno en su sitio. Con los carteles de la tercera feria de Simón Casas en la mano y vista la tendencia de un modelo de feria que agoniza, es oportuno analizar todos esos récords a los que alude el culto, inteligente y esquivo empresario francés.
La Feria no sigue un hilo conductor más allá del triplete 'Albaserrada'. Una secuencia de carteles inconexos y de escaso interés. Raro será que los de luces hagan buenas las combinaciones. No hay casi opción a la sorpresa. Salvo David de Miranda y un par de novilleros, todos están vistos en Madrid. El afrancesado San Isidro se ha convertido en un cementerio de elefantes al que acudir en mayo para recoger un cuenco de frijoles y recuperar las energías consumidas en invierno. Después, un camino hacia el abismo taurino en el que nada importa lo que suceda en Las Ventas, para bien o para mal. La dejación de funciones es la gota que ha colmado el vaso. En tres años, Casas ha conseguido que las figuras huyan y que no exista ningún cartel de máxima expectación. Solo Roca Rey con los adolfos y fruto del azar. Lo que dependía del empresario, de pañuelo verde. Ni un festejo rematado de 34. El Mundial del toreo sin duelos directos salvo la cita de Peter Janssen con la Benemérita.
Récords. Simón habla siempre de récords. En las veinte ferias que se han presentado en lo que va de siglo, todos los registros los encabeza él. Las dos ferias con más corridas de toros (27) han sido las de 2017 y la recién presentada de 2019 –contando ferias de Aniversario, de Arte y Cultura y demás festejos fuera de abono integrados en la Feria-. El serial que más matadores de toros anunció (54) fue el del año pasado. En cuanto a toreros de alternativa que se hayan anunciado dos o tres tardes en la feria, también se lleva la palma Casas. En 2017, hasta 23 matadores se acartelaron en dos corridas. Este año, serán 10 los que, si no ocurre nada, trencen el paseíllo en hasta tres tardes. Una demostración de que el escalafón no está preparado para abarcar una feria tan larga y de que la empresa no tiene inventiva para huir del caduco sota, caballo y rey. Por tanto, más festejos que nadie, más toreros que nadie, más repeticiones que nadie y récord de mediocridad en el siglo XXI.
Una muestra de ello es lo barato que Simón Casas ha puesto torear en Madrid. En 2001, fueron 22 los matadores que se anunciaron dos tardes. Llegaron con una media de casi 47 corridas toreadas el año anterior y, al menos, 11 en plazas de máxima categoría. Los 12 diestros que repetirán este año por partida doble sumaron el pasado año una media de 22 paseíllos, con menos de 8 actuaciones en plaza de primera. Cierto es que ya no se dan tantos espectáculos como entonces, pero la involución es manifiesta. En aquella feria de 2001, Joselito se anunció con toros de Partido de Resina y Adolfo Martín. José Tomás apostó también por los grises de Adolfo; El Juli y Rivera Ordóñez se acartelaron con los de Guardiola y Ponce mató la de Dolores Aguirre. Entonces, Madrid implicaba un esfuerzo y reportaba un beneficio. Ahora, Las Ventas es una plaza más en la temporada de la primera figura y es la oficina que gestiona la pobreza del que mata dos al año. La única diferencia está en el caché.
En la cartelería de este 2019, solo ocho matadores lidiaron más de 30 corridas en la pasada temporada y únicamente Roca Rey, Ginés Marín, Sebastián Castella y El Juli lidiaron más de 15 en plaza de primera. Sin embargo, son 22 los matadores que van por partida doble o triple a la feria. Históricamente, en San Isidro han toreado más de una vez aquellos toreros con las espaldas lo suficientemente anchas como para sostener tal responsabilidad. En 19 años de siglo, los toreros que más se han anunciado en la feria, al menos dos tardes en cada año, han sido El Juli (16) y Perera, El Cid y Castella (15). Con 14, les siguen Antonio Ferrera y Miguel Abellán. Todos salvo el último, en activo y con notable presencia en la feria. La regeneración no existe y la revolución de Simón ni llega ni se le espera. Madrid a más de una tarde es para los elegidos. Los que no han soportado esa responsabilidad se han diluido o han acabado en política, como el citado Abellán o Serafín Marín (6) y Salvador Vega (2).
Las ferias más copiosas en repeticiones de los últimos 20 años así lo hacen saber. En 2006, para festejar el 75ª aniversario de la plaza, la dupla Chopera-San Román anunció ocho tripletes. A saber: Encabo, El Fandi, Castella, El Juli, Perera, César Rincón, Serafín Marín y El Cid. Todos llegaron con 57 festejos de media lidiados el año anterior y 17 en plaza de 1ª. Este año, los diez afortunados que toreen tres tardes en la feria lidiaron en 2018 una media de 28 corridas, 11 de ellas en plaza de 1ª. 13 años después, salvo Barcelona, todas siguen abiertas y dando festejos. En 2009, 2011 y 2013, Taurodelta también anunció a seis matadores en tres tardes, cada uno. Morante, Talavante, Castella, Perera, Manzanares o Fandiño, entre otros. De media, llegaron los tres años con casi 56 corridas toreadas el año anterior, 17 de ellas en plaza de primera.
En esos años, la guadaña de la crisis ya había segado los circuitos especuladores del toreo y la situación era tanto o más angustiosa que hoy. ¿Cuál es ahora la excusa? Nadie responderá, la presentación de los carteles ha pasado de la rueda de prensa al evento de gala para lo más selecto del papel cuché protaurino.