19ª SAN ISIDRO
Santiago Domecq impone su ley y le abre la Puerta Grande a Fernando Adrián
Gran corrida de toros con el hierro de Santiago Domecq con un toro de vuelta al ruedo y Puerta Grande para Fernando Adrián.
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Una corrida para escalar puestos en el escalafón. Un cartel de los llamados ‘tapados’ en el que la ganadería de Santiago Domecq impuso su ley. Toros encastados, a más en su comportamiento y unas embestidas no exentas de nobleza y clase. Qué más se puede pedir para venir a Madrid… La corrida más completa de la Feria de San Isidro, a falta de cuatro festejos, tiene un firme candidato a premio.
Solo hubo un torero que supo sacar réditos. Fernando Adrián, el triunfador de la primera Copa Chenel que venía a Madrid a triunfar o a caer definitivamente al pozo del olvido. La apuesta salió cara y suya fue la tercera Puerta Grande del abono isidril.
El primero de su lote entraba por los ojos. Preciosas las hechuras, espectacular la capa. Quizá tanto atractivo visual tapaba su apretada cornamenta. El toro cumplió en varas y tuvo ritmo es sus embestidas. Sin probaturas se puso el de Torres de la Alameda. Al natural primero, aunque todo quedó tropezado. El animal metía bien la cara también por el derecho, pero aquello no rompía. La faena fue un continuo tobogán en intensidad que caló más cuando Adrián recurrió a alardes de valor como varios pases cambiados por la espalda o unas bernadinas finales de asfixiante ajuste. La espada viajó a los blandos, por lo que la muerte del toro fue espectacular y fulminante. Ese final intenso elevó una petición que el palco convirtió en oreja.
Notable fue el comienzo de faena del madrileño con el encastado, noble y enclasado quinto. De rodillas el cambiado y luego el toreo en redondo. Fernando Adrián estuvo a la altura de tan notable ejemplar. A derechas y al natural, corrió la mano con temple, expresión y profundidad. Y un final por doblones por donde hubo excelencia y gran conjunción entre toro y torero. Dejó un metisaca antes de tirarse a topacarnero para cobrar una estocada arriba aunque un punto trasera. Brava y bella la muerte del toro con la plaza de Las Ventas puesta en pie. La oreja para el torero y la vuelta al ruedo postuma para el de Santiago Domecq cayeron por aclamada mayoría.
Ocho años llevaba sin aparecer por Madrid Arturo Saldívar. Y a punto estuvo de quedarse con las ganas cuando el toro que abrió plaza lo arrolló al intentar el quite por chicuelinas. Eternos los segundos en el ruedo con los pitones del toro apuntando a las hombreras del traje. Afortunadamente todo quedó en un susto y pudo culminar el quite. El astado tuvo prontitud desde que salió por chiqueros. Muy vivo y fijo en todo lo que se movía por el ruedo. Se arrancó con alegría al caballo y empujó con riñones después. Tras un atropellado inicio de rodillas, el toro siguió embistiendo con emotividad. A más exigencia de Saldívar, más humillación y entrega sacó el animal. No terminó de cogerle la distancia el azteca, que tuvo que recurrir a toreo accesorio para llegar al tendido. Acortó distancias y el toro se redujo en su embestida aún más. Hubo dos volteretas entre la sensación de que el astado se iba sin cuajar del todo. La estocada para bajar la nota un poco más del conjunto, se fue a los blandos. La ovación más rotunda se la llevó el toro camino del desolladero. Con Saldívar, los tendidos se dividieron.
El cuarto traía una cabeza jibarizada respecto al resto de su cuerpo. No gustó el trapío del toro. Sin embargo, y tras un discreto paso por el caballo, el burel del hierro gaditano rompió a embestir con buen son por ambos pitones. Cuando el azteca supo conducirle hasta el final y por abajo, se vio la clase en la embestida que poseía ‘Sensible’, que fue a más durante el último tercio. Un desarme volcó la balanza del lado del toro pese a los intentos de Saldívar por salir a flote en el final de faena. Lo mejor llegó con una buena estocada en lo alto.
Se aplaudió el tercero de imponente testa, pero al que parecía que le cabían aún más kilos en su anatomía. Fue otro toro que no paró de moverse en todos los tercios. Álvaro Lorenzo apostó en el inicio de faena por el toreo fundamental. Sacaba el aire la incansable movilidad del toro. Solo cuando éste se atemperó, el toledano pudo firmar algún natural bien trazado. Pero no había ligazón y cuando retomó la diestra, el trasteo se amontonó. Pinchó antes de una estocada desprendida y tendida que demoró la muerte del toro.
Curro Javier, que ya había puesto dos pares de escándalo al tercero, lidió primorosamente al toro que cerró el festejo. En el prólogo muleteril, Lorenzo fue volteado aparatosamente. Se presentía el reguero de sangre cayendo por la pantorrilla izquierda. El toro se atemperó y permitió al toledano correr la mano con tersura y largo trazo al natural. Le faltó un punto de humillación al animal y un punto más de fondo, ya que terminó buscando las tablas en el tramo final de faena. Metió la mano con habilidad para cobrar una estocada arriba. La petición, según el palco, no le dio para obtener la oreja pero sí para dar una vuelta al ruedo de ley.
Madrid, miércoles 31 de mayo de 2023. 19ª de San Isidro. Tres cuartos de plaza (18.071 espectadores según la empresa).
Toros de
, bien presentados aunque de desiguales hechuras. Bravo y noble el primero; un segundo noble y encastado; con movilidad y manejable el tercero; un cuarto a más, encastado y con clase; bravo, noble, con clase y repetidor el notable quinto, ‘Contento’ de nombre, de 599 kilos, nacido el 11/18 y premiado con la vuelta al ruedo; sin terminar de humillar el manejable sexto. Todos ovacionados en el arrastre.
Arturo Saldívar, división al saludar y silencio tras aviso.
Fernando Adrián, oreja y oreja.
Álvaro Lorenzo, silencio tras aviso y vuelta tras aviso.
Parte médico: En la enfermería fue intervenido Álvaro Lorenzo de una "Herida por asta de toro en el tercio superior cara interna muslo izquierdo con una trayectoria ascendente de 15 cm. que produce destrozos en musculatura aductora. Herida de 4 cm. en región submentoniana. Bajo anestesia local y sedación es intervenido quirúrgicamente en la enfermería de la plaza de toros y trasladado a la Clínica Fraternidad Muprespa Habana. Pronóstico reservado".