10ª SAN ISIDRO
Tres tandas al natural de Ángel Téllez de auténtico oro puro
Ángel Téllez firmó una gran faena a un buen toro de Arauz de Robles. Dio una vuelta al ruedo como Joselito Adame, que tuvo un lote de triunfo.
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Una hora después de que asomase el segundo sobrero que hacía primero de la tarde llegaron los mejores muletazos del festejo. Ángel Téllez, que hoy conocía su paso a las semifinales de la Copa Chenel, hilvanó tres tandas de profundo y y ralantizado trazo al tercero de Arauz de Robles. El toro, que sacó ese temple humillado que recordaba su origen saltillo, le permitió al toledano cuajar unos naturales que hicieron sonar el olé ronco y seco característico de Las Ventas. El que aquilata lo verdaderamente bueno de lo superfluo y ligero, más coreado y sostenido. Siempre colocado en el sitio, dejando la muleta puesta y tirando de la embestida del toro hasta más allá de la cadera. El toreo de verdad con la mano izquierda, con aromas una faena de José Tomás que paró los relojes en esta plaza con un toro de Alcurrucén allá por 1997. La gente se frotaba los ojos por la sorpresa de un toreo tan puro y un torero tan nuevo con tan buen concepto. Un pinchazo antes de la estocada redujo el premio final a una vuelta al ruedo que tuvo sabor a premio gordo.
El sexto, de larga y vareada anatomía coronada por dos alfileres en la testa, no quiso saber nada del caballo y recibió una lidia horrenda en ese tercio. Aún así, se movió mucho en el inicio de faena de Téllez. Le dio distancia el de Mora, pero cuando le quiso bajar la mano el toro mostró su verdadera cara. Protestón y buscando los tobillos en cuanto podía. Muy firme el joven diestro, que se lo pasó por las espinillas. Se puso al natural pero la ligazón fue complicada por esa tendencia del toro a abrirse en demasía y a la falta de repetición en sus embestidas. Pero la disposición del torero fue de diez. Epilogó por manoletinas antre el reconociiento de los tendidos. La estocada viajó entera aunque algo desprendida. Hubo una ligera petición que no cuajó en mayoritaria.
Marcaban las 19.25 cuando apareció por la puerta de chiqueros el tercer toro que recibía Joselito Adame en su regreso a Las Ventas tres años después de su último paseíllo en Madrid. Antes, había visto desfilar un toro del hierro titular de Arauz de Robles que se partió una pata trasera y un primer sobrero de Chamaco inválido total.
El segundo sobrero también lució el hierro del diestro onubense. Un toro camino de los seis años que rompió a embestir en el último tercio, especialmente con buen son por el pitón derecho. El mayor de los hermanos Adame toreó con temple, pero volvió a incurrir en lo que siempre se le ha recriminado en Madrid. Torear por las afueras con escaso ajuste. Eso sí, el toro no le tocó ni una vez la muleta. El temple fluyó de forma correcta en una faena basada en la mano diestra. Otra cuestión fueron las apreturas entre toro y torero. Un pinchazo y una estocada rinconera dejaron el reconocimiento para el diestro en una ovación desde el tercio.
El cuarto se le llevó por delante al intentar un estatuario en el inicio de faena. El toro se vino cruzado y el topetazo del mexicano fue monumental. Salió en KO técnico. El de Arauz tuvo prontitud y emoción en sus embestidas. Vaya lote el de Adame a esas alturas. El toreo tuvo la vibración del momento con los tendidos aún impactados por la voltereta y la casta del toro. Lo lució al animal en la distancia. Generoso y templado con él. Pero todo fue volviendo a su estado natural mediado el trasteo. El toro redujo revoluciones y acortó sus viajes y al torero le costó tirar de él sin las inercias del inicio. Repitió la historia de su primero y pinchó antes de dejar una estocada en el rincón. La vuelta recompensó la labor de Joselito Adame, que después fue atendido de una fuerte contusión cérvico-dorsal en la enfermería de Las Las Ventas.
Quien se estrelló con un primero manso y huidizo fue Pepe Moral. El de Arauz volvía grupas hacia tablas cada vez que el sevillano le presentaba el engaño. Ni en los terrenos de los adentros quiso pelea el toro. Se lo quitó de en medio no sin pasar bastantes fatigas a la hora de descabellar. Sonaron dos avisos y menos mal que el toro dobló las manos cuando se cernía ya sobre Moral la sombra del tercer clarinazo.
El quinto fue un toro de esos que, en Madrid, ni fu ni fa. Pasaba por allí, pero sin entrega. Muy soso y soltando la cara en cuanto atisbaba el engaño. Moral estuvo espesito de ideas y aquello no fluyó. Estuvo habilidoso con la espada y avió al toro de una estocada caída de efecto fulminante.
Madrid, martes 17 de mayo de 2022. 10ª de Feria. Algo más de media plaza (13.602 según la empresa)
Cinco toros de Arauz de Robles, de muy desiguales hechuras y comportamiento. Manso y huidizo el segundo; un tercero de ralentizada y enclasada embestida; el cuarto, encastado pero a menos; manejable pero soso el quinto; y un sexto manso de movilidad engañosa. Un sobrero de Chamaco (1º tris), basto de hechuras pero noble y repetidor.
Joselito Adame, saludos y vuelta al ruedo tras aviso.
Pepe Moral, silencio tras dos avisos y silencio.
Ángel Téllez, vuelta al ruedo tras aviso y saludos tras aviso.
Parte médico de Joselito Adame: "Contusión cérvico-dorsal con erosiones múltiples en cuero cabelludo. Pendiente de estudio radiológico. Pasa al hospital Fraternidad Muprespa-Habana".
Incidencias: Tras el paseíllo se guardó un minuto de silencio en recuerdo del ganadero Javier Arauz de Robles, fallecido el pasado mes de enero. Los toros de su ganadería lucieron este martes divisa negra en su memoria.