GUADALAJARA
Triunfo al valor de Román y al buen toreo de Curro de la Casa
Los diestros Román, que firmó una valentísima y entregada actuación, y Curro de la Casa, que cuajó posiblemente la mejor faena de la feria, salieron a hombros en Guadalajara.
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Un envío ganadero serio como pocos se recuerdan en los últimos años en Guadalajara, y que vino a sustituir al inicialmente anunciado de José Cruz, rechazada al completo en el reconocimiento veterinario por falta de trapío y pitones. El lío de corrales trajo consigo un parte médico de Juan José Padilla, que se cayó a última del cartel y fue sustituido por el local Curro de la Casa.
Pero los toros, de imponente de fachada, sacaron muy mal estilo en conjunto, muy complicados para la lidia moderna por broncos, reservones, aviesos, orientados... Difíciles de verdad, a excepción del sexto, el único que rompió a bueno de verdad.
Y entre tanta adversidad surgieron "dos tíos": Román y Curro de la Casa, sin duda, los dos grandes protagonistas de la tarde.
El valenciano, pero afincado en la provincia alcarreña, reaparecía tras la gravísima cornada sufrida hace apenas dos semanas en Francia. Una herida de tres trayectorias y sesenta grapas en el gemelo de la que ya parece totalmente recuperado. Y De la Casa, en el ostracismo más absoluto, demostró que sabe torear, y muy bien. Así lo demostró con el sexto al que cuajó una excelente faena.
Román anduvo firme y muy entregado ante dos marrajos de aúpa. El segundo, encastado y peligroso, no pareció ser tanto ante el valor sin alharacas del valenciano, que tragó quina y expuso una barbaridad para sacar todo lo que tenía dentro el de Pedrés, al que cortó una oreja de muchísimo mérito.
Y el mismo guión para imponerse al bronco y difícil quinto, con el que Román volvió a no arrugarse en ningún momento, jugándose la cornada en cada afrenta. Pero así es este joven torero, valiente como pocos. El descabello que precedió a la media estocada que agarró no fue óbice para que cortara la oreja que le abría de par en par la puerta "Iván Fandiño" del coso de Las Cruces.
Curro de la Casa estuvo muy digno con el tercero de corrida, otro toro duro y difícil con el que se le notaron las carencias propias del que apenas torea. Pero así y todo el tremendo corazón del alcarreño hizo que la faena no pasara inadvertida. Puso muchas ganas, anduvo muy entregado, y así lograría una orejita, premio a la disposición mostrada.
Pero lo grande vino en el sexto, el único toro con opciones francas del envío. Y con él emergió un gran Curro de la Casa, que demostró que lleva el toreo bueno dentro. Temple, largura, mando, compás y hasta relajo fueron los mimbres de una labor de alta nota.
Se le vio disfrutar de lo lindo. Como cuando uno torea para él mismo. Sin gente. Pero la suerte es que sí la había, y pudieron contemplar en primera persona lo bien que lo hace este joven alcarreño. De no ser por el pinchazo previo a la estocada hubiera cortado las dos orejas, pero todo quedó en una.
Juan del Álamo fue el único que se fue sin tocar pelo. Y no lo hizo porque su primero, que se defendió con la cara siempre por las nubes, topando más que embistiendo y reponiendo también las embestidas no le permitió pasad de aseado. Y con el cuarto pasó algo parecido, con la salvedad de que aquí el salmantino se atascó de tal manera con los aceros que estuvo a punto de dejarse el toro vivo.
Guadalajara, domingo 16 de septiembre de 2018. 4ª de Feria. Más de media plaza.
Toros de
, que sustituyeron a los inicialmente anunciados de José Cruz, rechazados en el reconocimiento veterinario, muy bien presentados, serios, con cuajo y romana, y muy complicados por orientados en líneas generales. La excepción fue el sexto, un buen toro.
Juan del Álamo, silencio y silencio tras dos avisos.
Román, oreja y oreja tras aviso.
Curro de la Casa, oreja y oreja.
Parte médico: En la enfermería fue asistido el banderillero Marcos Ortiz, cogido por el primero, de "posible fractura de peroné" por lo que ha sido trasladado al hospital de Guadalajara.