7ª VIRGEN DE LOS LLANOS

Un trofeo para Castella y De Justo mientras Victoriano del Río lidia dos buenos toros en Albacete

Tomás Rufo pincha una templada faena con el encastado tercero y Castella no termina de aprovechar el buen cuarto.

Trincherilla de Emilio de Justo al toro de Victoriano del Río al que ha cortado una oreja

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

5 min lectura

La cosa pasó de la oscuridad de ayer con los “cuvillos” a cierta tonalidad de colores en la tarde de la séptima de abono. Tampoco es que fuera una tarde apoteósica, ni mucho menos, pero al ver dos toros más que interesantes sumando varios pasajes destacables de De Justo y sobre todo de Rufo con el tercero, pues hacen que por lo menos haya argumentos para debatir y hablar de toros. Como discutir qué toro fue mejor, si el tercero o el cuarto en la muleta, aunque fue más completo ese tercero en todos los tercios. Castella no logró certificar su buen momento, estando simplemente correcto con el buen cuarto. De Justo dejó algunos retazos de su buen concepto con el segundo mientras que Rufo causó una buena impresión con el tercero, toreando por bajo y templado.

Sebastian Castella recibió de capa a un primero que aparentaba cierta clase sin sobrarle las fuerzas. No se empleó en el peto y en banderillas se movió, sin más. Gustó el inicio por bajo y luego procuró domeñar con la diestra un aire rebrincado del toro que se defendía más que atacaba, por lo que tuvo que perder pasos por momentos. Con la izquierda, al hilo y sin apreturas, tampoco logró nada tangible. De nuevo a derechas, sin acople ni encontrarse cómodo por la ausencia de casta. Otra vez al natural donde se vio la única serie limpia con ligazón porque la siguiente fue enganchada al final. Faena en picos de sierra, sin grandes éxitos ni fracasos, en resumen. Pinchazo hondo con desarme junto con una estocada trasera y caída, sumando un golpe de descabello, como final de un primer toro y torero de indiferencia.

El cuarto se movió de inicio más que un garbanzo en la boca de un desdentado, haciendo amago de ir al piquero ubicado en sol para irse a continuación al caballo habitual, donde se le dio un picotazo. El toro tuvo viveza en banderillas y tras el brindis de Castella al respetable, lo citó a pies juntos en los medios por estatuarios y remató dejando varios trincherazos con buen son. El toro tenía acometividad y no era fácil porque precisaba mucha firmeza y mando ya que aunque era noble tampoco fue la tonta del bote. Castella alternó momentos donde lo llevó templado con otros donde se le vio que no terminó de exprimir a un toro que tenía mucho y bueno dentro. Faena de más a menos finalizada con estocada trasera y caída. Y una oreja de premio con ajustada petición, casi más al toro que al torero.

Emilio de Justo se las vio con un “victoriano” que se entretuvo más en escarbar en el burladero del 10 que en prestar atención al capote. Empujó con un pitón en un largo puyazo marcado. Tras un celebrado quite por chicuelinas por buena y sentida ejecución, se pusieron los palos con desigual fortuna. Empezó de muleta por bajo con poder y terminando metiendo riñones. Tiró de él con el compás abierto a continuación y la música rompió. Sumó una serie más y el toro se rajó desentendiéndose completamente, lo que hizo poner todo en pausa. De Justo le rebañó algún natural entre más amagos de irse de najas. Al final, le dio otra a derechas llevándolo tapado para evitar la huida. Se acabó la casta y sólo quedó la mansedumbre. Dejó varios detalles toreros antes de tirarse a matar, dejando una estocada caída que provocó un derrame, fallando el puntillero, levantándose y volviéndose a echar. Y la oreja de tiempos modernos se pidió por mayoría y ahí que se vio el pañuelo blanco en la presidencia de Genoveva Armero.

El quinto nada notable hizo en puya y banderillas, donde sí destacó Morenito de Arlés y le hicieron desmonterarse. Salió a por todas De Justo y tras las probaturas del comienzo con la muleta se vio que el toro iba de inicio pero sin clase, escarbando y moviéndose por arreones de manso. Emilio propuso pero la condición del toro, que le tocó las telas en algún pasaje, descompuso un quinto episodio intrascendental. Voluntad del diestro y poco mas. Estocada caída y la mínima petición fue casi sorprendente. De Justo tendrá que esperar a los toros de La Quinta en este mismo escenario el próximo sábado.

Tomás Rufo dejó unos delantales muy toreros con remate soltando la mano con despaciosidad. Hizo el toro un comienzo notable en el caballo para después marcar el peto con un solo pitón y aunque encelándose, por lo que cumplió aunque sin notable resultado. Y apretó en banderillas que provocaron algunos fallos por parte de los peones. Rufo brindó al público y le exigió el de Pepino toreando de rodillas de inicio. Ya en pie, Tomás lo fue sobando hasta que logró una serie donde el astado mostró fijeza y transmisión, luciéndolo y luciéndose el diestro por ambas manos, primero al natural y luego con la diestra en redondo, templado y bajando la mano. Se perdió intensidad en una serie con menos eco por toque de telas y por no mandar tanto el diestro. Bernadinas finales con pase cambiado por detrás y se tiró a matar con todo pinchando en lo alto primero y cobrando media atravesada una pizca trasera. Los dos fallos con el descabello con el toro echándose, desbarataron el conseguir algún trofeo.

El sexto casi derriba al picador en dos ocasiones en un puyazo bien señalado donde el toro no se anduvo con chiquitas. Se desmonteró por su buen hacer en banderillas Andrés Revuelta. Brindó Rufo al público y se fue casi al centro del ruedo ganándole pasos y pases al astado. Aunque era pronto, el final de la embestida deslucía por levantar la cara. Rufo intentó de nuevo torearlo pero el “Victoriano” no estaba por la labor. Idéntico planteamiento al natural pero algún toque de telas y la falta de transmisión y casta impedían que se remontase el vuelo. Mató de estocada baja y dos descabellos, poniendo fin a una tarde donde al menos sí se puede hablar algo de toros.

Programas

Último boletín

17:00H | 21 NOV 2024 | BOLETÍN