Los consejos que necesitas para aliviar tus piernas ante el calor

Las principales molestias que puedes tener en tus piernas fruto de las altas temperaturas son: hinchazón, hormigueo o sensación de pesadez. Esto se denomina síndrome de piernas cansadas, y afecta aproximadamente a más del 20% de la población española. Es una patología muscular que se produce por una insuficiencia en el retorno venoso de la circulación sanguínea. Por ello, se produce una dilatación venosa a raíz de un estancamiento de la sangre y se filtra líquido a los tejidos.

Pero que no cunda el pánico, hay remedios para combatir esta patología que incide más con las altas temperaturas. Esto se puede reducir fundamentalmente reduciendo nuestros hábitos y adquiriendo otros que benefician sobremanera a nuestra salud.

Los remedios necesarios para hacer frente al síndrome de las piernas cansadas

El principal es que pongas las piernas en alto siempre y cuando puedas. Evita, además, los pantalones y calzado apretados.

Beber mucho líquido sin esperar a tener sed es otra de las recomendaciones y evitar alimentos procesador es otra de las medidas a adoptar. Las bebidas carbonatadas no son una buena idea. Frente a ello, recurre siempre al agua. Es una bebida con múltiples propiedades. Beber la cantidad necesaria de agua hace que el sistema digestivo e inmunológico, los riñones o el hígado lleven a cabo adecuadamente sus funciones. Por ello, un consumo adecuado reduce el riesgo de cáncer de vejiga y de colon.

Si tienes sobre peso o estás de pie muchas horas... sufrirás de primera mano este síndrome de piernas cansadas, y especialmente en verano. Trata de reducir o eliminar estos hábitos.

Además, es muy aconsejable que se utilicen cremas refrescantes para que el torrente circulatorio sea el adecuado. Es muy relevante, asimismo, que si puedes acudir a tu podólogo habitual... lo hagas. Este especialista te dará los patrones a seguir acorde a tu caso. Los pies son el único y principal punto de apoyo de nuestro cuerpo, donde sostenemos todo el peso. Se calcula que sobre nuestros pies descargamos el doble de nuestro peso... por ello, es importante que acudamos al menos una vez al año para comprobar que todo está en orden.

Acudir al podólogo es una forma de prevención ante patologías que no solo pueden afectar a tus pies, sino a otras zonas como las rodillas, la cadera o la columna vertebral. Este consejo sería ya perfecto si lo sigues a rajatabla en los tramos de edad claves como lo son la infancia o la adolescencia cuando nos encontramos en pleno proceso de crecimiento.