Pide a domicilio a un restaurante de Barcelona y lo que encuentra al llamar le deja sin palabras: "Me muero"
Lo ha dejado a través de un mensaje en redes sociales y que ha recogido la cuenta de @SoyCamarero, generando muchos comentarios
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Te ponemos en situación: una noche o una tarde con tus amigos, antes de salir de fiesta o simplemente pasando el rato, y con ganas de comer. Normalmente, entre la risa y la amistad, te apetecerá comer algo y la solución más fácil es pedirlo. Otro contexto: noche de viernes, sin nada en la nevera y a punto de ver esa película de la que tienes tantas ganas, y procedes a meterte a alguna aplicación para pedir comida a domicilio.
Algo que, cada vez más, lo tenemos interiorizado. Y es que se calcula que siete de cada diez españoles piden regularmente comida a domicilio para comer o cenar. Una práctica que, seguramente, tú la hayas puesto en marcha en más de una vez. Pero, ¿alguna vez te has encontrado con alguna experiencia algo desagradable?
Es posible que sí, porque aplicaciones y comida a domicilio hay para dar y tomar. Por eso mismo, te contamos la historia de este cliente de Barcelona, que tuvo una experiencia pidiendo a domicilio que no se esperaba y que terminó por reclamar.
Lo que encuentra al llamar por teléfono
Este caballero de Barcelona decidió pedir comida a domicilio un día, pero al ver la imposibilidad de que el teléfono sonase o lo cogiesen, decidió presentarse allí. Eso sí, la experiencia no era lo que él esperaba. Al menos, así lo manifestó en una reseña que dejó en Google.
"Siempre cerrado cuando yo quiero pedir. Los días que está abierto tiene horario limitado, y luego lunes y martes cerrado. La verdad, esto es una pena" empezaba diciendo.
"Son muchísimas veces que me lo encuentro cerrado justo cuando me muero de hambre, y como estoy con hambre, pongo el comentario en función de mi satisfacción, que ahora es cero" añadía, mientras apostillaba que el precio no era nada barato, lo que no era un punto a favor.
Tampoco esperaba, por cierto, que el dueño del local le contestase. "Tenemos dos días de fiesta, respete el descanso del personal. Si no es suficiente para usted, busque otro restaurante donde le den lo que busca. Aquí respetamos los horarios para que los trabajadores puedan tener una vida digna" sentenciaba.
Seguro que no vuelve por ahí.
Un repartidor venezolano en Zaragoza se queda mudo al ver en qué casa le tocaba entregar la comida
¿Alguna vez te has parado a pensar cómo debe ser ir de un lado para otro repartiendo esa comida? Muchas veces hay que enfrentarse a las inclemencias del tiempo y de las esperas. Sí, muchas veces la pedimos cuando llueve, cuando truena o cuando nieva, y para ellos, estos repartidores, no debe ser fácil en estas ocasiones trabajar bajo dichas condiciones.
Se llama Jony, es un joven venezolano que trabaja como repartidor en Zaragoza y, a través de su cuenta de TikTok, va contando sus peripecias como rider, que dejan anécdotas que generan miles de comentarios y respuestas de todo tipo en la red social.
Y entre ellas, ha contado una que no ha dejado indiferente a ningún seguidor suyo, precisamente por lo que narraba. Hablaba de una de las casas a las que tenía que acudir a repartir comida, siendo un edificio que generaba mucho miedo.
Cuando iba por las escaleras, se dio cuenta de que la casa donde tenía que dejar la comida, estaba totalmente "rota". Y es que la puerta de la casa estaba rota, ladeada, y prácticamente derruida. "El trabajador de repartidor es fácil, decían" contaba el repartidor, que, además, apuntaba a que no es, ni mucho menos, el peor portal en el que ha estado.
Los comentarios no se hacían esperar y explicaban cómo "ni loco" entraban en ese piso.