PREMIOS ONES

Bombero forestal Premio Ones: El límite físico de supervivencia se supera en todas partes

(Corrige el apellido del bombero forestal de la noticia con referencia EX5280)

Agencia EFE

Publicado el - Actualizado

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(Corrige el apellido del bombero forestal de la noticia con referencia EX5280)

Marta Montojo

El bombero forestal Marc Castellnou, ganador del Premio Ones Sirusa e impulsor en 1999 del Grupo de Refuerzo de Actuaciones Forestales (GRAFBomberos de la Generalitat), asegura a EFE que la labor de estos profesionales se reconoce cada vez más, pero la crisis climática hace que su trabajo sea más peligroso y "el límite físico de supervivencia de los bomberos se está superando en todas partes".

La fundación Mare Terra, que le ha seleccionado para el galardón, ha querido reconocer la experiencia de Castellnou "en el medio natural y trabajo continuo para prevenir nuestros bosques de los incendios forestales, así como por sus dotes como divulgador en temas de piroecología, meteorología y cambio climático".

El origen de en torno al 20 % de los incendios forestales está en los rayos, pero el resto son causas humanas, sobre todo, por accidentes, precisa el experto en una entrevista con EFE.

Incide en que aunque se eliminen las causas va a seguir habiendo incendios, "lo que hay que eliminar es la capacidad de esos incendios de propagarse, ahí es donde hay que intervenir", dice.

En este sentido afirma que el cambio climático "crea condiciones más duras, meteorológicamente hablando, y durante más días", hay campañas que "están durando seis meses, cuando antes duraban tres", remarca.

Pone como ejemplo que el año pasado hubo 128 días por encima de los 30 grados, mientras que en la década de los noventa fueron 40 días al año por encima de los 30 grados.

"El trabajo es más peligroso, es más intenso y es más duro", subraya Castellnou, y lamenta que la población, si bien está cada vez más sensibilizada respecto al papel que ejercen los bomberos forestales, también les exige más que antes.

Tras la aprobación el pasado marzo del anteproyecto de ley para regular la actividad de los bomberos forestales, Castellnou juzga que "ya era hora de que se empezase a poner fin a esta situación" en la que un colectivo que realiza una labor con riesgos crecientes la esté desempeñando en condiciones laborales "complicadas".

EL RETO DE LA DESPOBLACIÓN

Además de la crisis climática, un gran reto al que se enfrenta el sector es, según el bombero, el abandono rural, un factor que ha hecho que en Cataluña la superficie forestal se haya duplicado en los últimos 40 años, alega.

"Este es un país que es urbano y el mundo rural está abandonado, entonces si no hay una gestión forestal y una economía circular, no podemos apagar los incendios", subraya, para insistir en que "hay que gestionar el monte y volver a tener actividad en el territorio".

"Los medios de extinción sirven para apagar incendios si un territorio está bien gestionado. Si no lo está, hay pocas cosas que se pueden hacer", dice, sobre todo cuando hay "incendios que emiten más de 90 000 kilovatios por metro cuadrado cuando el límite de supervivencia de un bombero está en los 10 000 kilovatios".

"El límite físico de supervivencia se está superando en todas partes", cuenta. "La oleada de incendios que pasamos en julio en la parte oeste de la península ibérica, con incendios que quemaban 3.000 hectáreas por hora, es de otro mundo", prosigue.

Aplaude las medidas que se han puesto en marcha para revertir la tendencia al alza de grandes fuegos forestales, "el problema se reconoce", pero "aún queda mucho camino por recorrer", especialmente en la protección del territorio para lograr un bosque sano, "invertir en él y no solo en la extinción de incendios".

Así, Castellnou sostiene que no hay que tratar el incendio "como una emergencia o como un drama", sino que se debe entender como "un proceso normal de la ecología de un bosque" y trabajar en la gestión del territorio para que las llamas no puedan descontrolarse.