SEQUÍA ESPAÑA
Fundación Botín: La sequía en España, una historia recurrente que exige extremar prudencia
Amaya Quincoces Riesco
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Amaya Quincoces Riesco
Con unos embalses en progresivo descenso y con todo el verano por delante, el director del Observatorio del Agua de la Fundación Botín, Alberto Garrido, ha pedido en una entrevista con Efe "máxima prudencia" porque el problema "podría complicarse mucho", tras recordar que las sequías en España son recurrentes.
"Si tenemos un año más de sequía, pasaremos a una situación muy difícil en muchas zonas del país, y eso es lo que hay que valorar en estos momentos", ha añadido el experto, después de que la reserva hídrica, tras seis semanas de descensos consecutivos, actualmente se sitúe en el 48,2 por ciento de su capacidad total.
Aunque las reservas de agua en los pantanos españoles son de 27.033 hectómetros cúbicos, muy próximas a las de estas fechas del año pasado, que eran 28.301 hectómetros cúbicos, el volumen actual es, sin embargo, muy inferior al de la media, en torno a un 30 por ciento por debajo del promedio histórico de la década, según los últimos datos del Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco).
La realidad de la historia de España en los últimos 80-100 años es que han sido varios los períodos en los que las sequías provocadas por la coincidencia de escasez de precipitaciones y de agua embalsada se han prolongado más de uno dos o tres ejercicios.
Se trata de un problema que en España tiende a repetirse, que "no es algo improbable", ha asegurado el director del Observatorio del Agua de la Fundación Botín.
En estos momentos, la realidad es que la situación se está gestionando adecuadamente desde las administraciones públicas, por lo que el ciudadano puede estar tranquilo, precisa este experto en agua, autor de más 200 publicaciones y catedrático de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM).
"Nada impide, sin embargo, que el año próximo pudiera ser también seco", en cuyo caso pasaríamos a "un escenario muy diferente al actual", según el experto.
El director del Observatorio del Agua de la Fundación Botín ha recordado que "llevamos dos años secos", pero la sequía del sexenio 1990-1995 fue todavía "más grave que la que estamos viviendo"; se trató de un período de seis ejercicios consecutivos de precipitaciones inferiores a la media.
"Yo diría que aquel fue un período de sequía de mala gestión, según el análisis de muchos autores", pero del que se aprendieron lecciones.
"Aquella sequía fue tan dramática, tan desastrosa, tan errónea en su planteamiento, que se aprendió de los errores y no se están cometiendo ahora", ha añadido el experto.
Otra gran sequía en España, que también podría asemejarse en cierto modo a la situación actual fue la de entre 2004-2007, que sí se manejó "bastante bien".
"Creo que ahora estamos mucho más preparados", ha asegurado el responsable del Observatorio del Agua de la Fundación Botín.
Ahora se juntan una sequía meteorológica y agrícola muy fuertes y una hidrológica, por falta de lluvias y escasez de agua embalsada respectivamente con especial impacto en las cuencas del río Guadalquivir y de Cataluña, y en menor medida del Guadiana.
A esa situación se suman las altas temperaturas, como las del pasado abril en el que se superaron varios récords, con valores más propios de julio o agosto que de primavera.
Según el experto, el calor está agravando aún más la castigada situación de sequía en España, en donde la agricultura arrastra ya temporadas de cultivos muy castigados por falta de agua.
En general, la falta de agua actualmente "se está gestionando bien" por parte de las administraciones públicas, "que están activando todos los protocolos y las medidas previstas en los planes de sequía".
"El ciudadano tiene que estar tranquilo", ha asegurado; "se está actuando con el máximo rigor, profesionalidad y según lo previsto en los planes de sequía", ha añadido.
En cuanto a las ayudas recientemente anunciadas por el Gobierno a los ganaderos y agricultores para paliar los graves efectos de la sequía, con ayudas directas a los afectados, el director del Observatorio del Agua de la Fundación Botín ha dicho que "son las correctas".
Existen otras, ha añadido, cuyos efectos no serán inmediatos, por tema logístico y plazos de fabricación como las destinadas a plantas de desalación y otras infraestructuras hídricas anunciadas por la vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera.
El experto ha explicado que construir desaladoras u otras grandes infraestructuras hídricas es algo que "lleva muchos meses", por lo que no habrá tiempo suficiente para que su entrada en funcionamiento ayude a mitigar la sequía actual aunque sí en el futuro.