LEGISLATURA AMBIENTAL
La XV legislatura, clave para frenar el cambio climático y la pérdida de biodiversidad
La XV legislatura de la Democracia, que arrancará el 17 de agosto con la constitución de las Cortes, será clave para frenar el cambio climático y la pérdida de biodiversidad, retos que requieren la transformación del actual modelo económico y social, basado en el consumismo y los combustibles fósiles.
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La XV legislatura de la Democracia, que arrancará el 17 de agosto con la constitución de las Cortes, será clave para frenar el cambio climático y la pérdida de biodiversidad, retos que requieren la transformación del actual modelo económico y social, basado en el consumismo y los combustibles fósiles.
Para lograrlo, además de la acción del Gobierno, será vital que los diferentes grupos parlamentarios logren pactos en materias como agua, energía, agricultura, industria, economía circular o restauración y protección de la naturaleza, según representantes de SEO/BirdLife, WWF, Ecologistas en Acción y Greenpeace, entrevistados por EFE.
CLAVE PARA LOGRAR LOS OBJETIVOS A 2030
"Es una legislatura clave porque los científicos han identificado esta década (2020-2030) como la última para evitar los impactos más importantes tanto del cambio climático como de la pérdida de biodiversidad", ha advertido el responsable de Gobernanza Ambiental de SEO/BirdLife, Juan Carlos Atienza.
Al finalizar en 2027, será la última completa de la década para adoptar todas las medidas que hacen falta para lograr los objetivos a 2030, según Atienza, que ha lamentado que durante la campaña electoral las cuestiones ambientales no fueran relevantes, "pese a lo que nos jugamos".
Para asegurar avances, los ecologistas reclaman al futuro Ejecutivo una vicepresidencia que coordine todas las acciones necesarias para la transición ecológica, y la creación de un Consejo de Seguridad Ambiental que evalúe lo que se está haciendo y cómo afecta a economía y sociedad.
"El reto más grande será cambiar el sistema de producción y de consumo, que no puede seguir basado en energías fósiles y en el uso de materias primas porque el planeta es finito", según Atienza.
Habrá que cambiar también los valores sociales, para que consumir deje de ser sinónimo de felicidad, y elaborar planes sectoriales para agricultura, pesca, industria o turismo que ayuden a estas actividades a descarbonizarse y a ser sostenibles sin que se pierdan empleos.
"Será difícil, porque aunque la ciencia nos advierte de que el sistema es totalmente insostenible, lo que el ciudadano ve es que nunca hemos tenido tanto progreso y percibe el cambio con retroceso, pero no tiene por qué ser así ", ha señalado.
CADA VEZ QUEDA MENOS TIEMPO PARA CAMBIAR
El coordinador de Ecologistas en Acción, Luis Rico, ha abogado por elevar la ambición en reducción de emisiones y, sobre todo, avanzar en la protección y restauración de la biodiversidad, reto que ha quedado rezagado mientras el mundo se centraba en la lucha contra el cambio climático.
En ambos casos, es fundamental transformar el modelo agrario asegurando su sostenibilidad y protegiendo al pequeño productor, adaptar la demanda de agua al recurso hídrico existente, acabar con los plásticos de un sólo uso, fomentar el transporte público, apoyar a las comunidades energéticas o transformar la industria para reducir la extracción de recursos.
"No es que sea una legislatura clave, es que cada vez nos queda menos tiempo para virar y que los cambios que hay que hacer sean menos drásticos. Cuanto más tardemos, más vamos a sufrir", según Rico, que ha lamentado que los más vulnerables sean los que más sufren mientras las grandes empresas "se siguen lucrando de un modelo que no es sostenible".
SOMOS NATURALEZA
Para el coordinador de Conservación de WWF, Luis Suárez, la conservación y protección de la naturaleza debería dirigir toda política durante los próximos cuatro años, pues la pérdida de biodiversidad ha quedado eclipsada por el cambio climático y su recuperación es fundamental para el ser humano, pues "somos naturaleza".
En la lucha contra el cambio climático, urge dejar atrás los combustibles fósiles y contar con un sistema energético eficiente cien por cien renovable y respetuoso con el territorio y las comunidades locales.
Además, es fundamental cambiar el modelo de producción y consumo, con especial atención a la agricultura, que debe adaptarse al calor y al agua que tenemos y que cada vez será menos.
PACTO DE ESTADO ECOLÓGICO
Desde Greenpeace, Raquel Montón ha subrayado que las políticas que se tomen en los próximos años serán determinantes para lograr combatir la emergencia climática o, por contra, ir hacia una situación aún más crítica de la ya estamos.
Para la ecologista, la transición que necesita el planeta no es sólo energética y debe abarcar también transporte, vivienda, agricultura, agua, ... y todo ello sin olvidarnos de aquello que nos puede dar "ese colchón" con el que mantenernos: la biodiversidad.
"No es sólo cuestión de paisajes, venimos de la naturaleza y no podemos olvidarla porque si muere, morimos con ella", ha advertido Montón, que ha reclamado un Pacto de Estado Sobre Ecología que dé la vuelta al sistema económico del país, con cambios en el modelo de consumo y producción.