BIODIVERSIDAD POSIDONIA
Varios proyectos trabajan por la conservación de la posidonia y el turismo sostenible
Varios proyectos pretenden sensibilizar a la población sobre la importancia de la posidonia, una planta marina -endémica en el Mediterráneo- que a pesar de sus múltiples beneficios para la fauna y la flora, sufre cada año los embates del turismo masivo, por lo que varias iniciativas buscan un equilibrio entre turismo y sostenibilidad.
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Varios proyectos pretenden sensibilizar a la población sobre la importancia de la posidonia, una planta marina -endémica en el Mediterráneo- que a pesar de sus múltiples beneficios para la fauna y la flora, sufre cada año los embates del turismo masivo, por lo que varias iniciativas buscan un equilibrio entre turismo y sostenibilidad.
Representantes de algunos de estos proyectos han explicado a EFE el trabajo que realizan para la conservación y protección de las grandes praderas de posidonia, muy afectada por el turismo masivo en los meses de verano.
Las praderas de posidonia se encuentran entre las islas de Ibiza y Formentera, en el Mediterráneo, con una extensión de ocho kilómetros de longitud, y una existencia de más de 100.000 años aproximadamente, un tesoro natural reconocido como Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO en 1999.
El presidente de la Fundación Blue Life (Ibiza Sostenible), Óscar Caro, explica que el proyecto 'Restaura Posidonia Ibiza' tiene como objetivo fomentar un turismo sostenible y regenerativo y brinda a los turistas y empresas la posibilidad de "contribuir y dejar una huella positiva a través de una experiencia única, memorable y con un alto valor añadido".
Este proyecto piloto permite durante las distintas fases participar y acompañar a los profesionales y científicos en distintas actividades, como en la recogida de frutos de posidonia oceánica, en la plantación de plántulas en las praderas para la restauración del canal de nado de Puig des Molins.
Asimismo, en la monitorización de los resultados de la restauración y en la realización de inmersiones para recopilar información sobre la distribución, reproducción y abundancia de poblaciones de coral, especialmente de las de gorgonia roja (P. clavata) y/o blanca (E. singularis) que no han sido inventariadas en el Mediterráneo, con el fin de conservar y restaurar estos ecosistemas, según la Fundación.
Caro defiende un "turismo activo y de naturaleza" que además comenta, es una tendencia en auge en los principales mercados turísticos, además de "un incremento" de la participación ciudadana en actividades de conservación del medio ambiente, terrestre y marino.
En esta línea de hacer posible el turismo sostenible con la restauración de posidonia, la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO (COI/UNESCO), única organización con competencias en ciencias del mar dentro de las Naciones Unidas, tiene en marcha el proyecto 'Save the Wave'.
La multinacional E.ON Italia participa en el proyecto, que pretende proteger y restaurar los ecosistemas marinos del mar Mediterráneo.
La responsable de programas de COI/UNESCO, Francesca Santoro, señala que "es un hecho que el turismo se vuelve cada vez más masivo" y que algunas playas son literalmente "tomadas por asalto" poniendo en peligro la flora y la fauna.
No obstante, apunta, "es importante saber cuáles son los límites de capacidad de una zona marina antes de que su biodiversidad se resienta y trabajar para que la estancia de los turistas sea lo más sostenible posible".
Según comenta Santoro, desde el proyecto han conseguido desarrollar una técnica "basada en la recuperación de esquejes que ya se han desprendido de la pradera marina, debido a fenómenos naturales o antrópicos, que se recuperan y replantan en el área seleccionada para favorecer la expansión de la pradera local de posidonia".
Destaca que "el océano es uno" y al tratarse de un sistema interconectado, todo el impacto positivo que se pueda ejercer sobre él "también tiene repercusiones positivas en la otra parte del mundo".
Aunque sea importante respetar ciertas limitaciones en algunas zonas donde la posidonia puede correr peligro, Santoro recalca que "la regla sin conciencia es también una imposición y corre el riesgo incluso de generar rechazo en quienes la sufren, por lo que es fundamental, subraya, acompañar el trabajo legislativo con la larga y difícil labor de sensibilización y educación, empezando por las generaciones más jóvenes".